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lunes, 30 de enero de 2017

Parálisis invernal





Pese a que a enero se le quita de su condición de mes convencional convirtiendo su primera semana en algo extraño entre festivo y delirante, se hace largo. Será por la cuesta, me dirán. Quizás, pero no lo creo... del todo. Mi viisón es otra. Aun no hemos llegado a la mitad del inviertno (estamos a tiro de tres), invierno duro, al menos en mi ciudad no encaja con sus habituales parámetros. El invierno madrileño es mortal de necesidad por el aire serrano que  corta de puro frío. En mi caso vivo al lado del río -humilde, pero río- con lo que el viento nos llega sin nada que se interponga entre la sierra y nosotros. Decía que los inviernos madrileños son mortales de puro frío y aire pero (y este pero es importante) luminosos, brillantes, con ese azul que nos es tan propio (contaminación incluída) y, a menudo), sin una nube que echarnos al ojo. Este no. No llueve, cierto, pero es casi peor pues está el aire tan cargado de agua sin caer que respiras a partes iguales aire, agua y contaminación concentrada en ese agua. No es que haya niebla sistemática pero tampoco deja de haberla. Baja en cualquier momento y al poco deaaparece. Las heladas están siendo las normales, eso sí, incluso menores que otros años pero es casi peor pues el hielo, al fin y al cabo limpio, da una cierta alegría visual, a veces, cuando no vives agobiado por las prisas, hasta hace ilusión verlo en la luna de tu coche. Así esta ciudad/ Titanic que lleva años hundiendose heróicamente se sumerge en la apatía y la tristeza insalubre de dias y días grises con agua en el aire, con humo en el agua y sin una luz que los alegre. En los crueles inviernos de Madrd se veía a la gente pasar corriendo para no congelarse al sol, en este, cuando sales ves las calles desiertas, al menos en mi barrio, que no tiene centros de trabajo, ni de nada en realidad, Casi ni los habituales e impenitentes corredores de Madrid Río pasan, de vez en vez, solitarios, los cotidianos de la taberna son menos cotidianos, y hasta los perros se niegan a salir a la calle (algo rigurosamente cierto) La ciudad, es cierto, no se para pero quzás si sus gentes, las ganas de vivir de sus gentes que vamos cayendo en cierto agobio. En mi caso un poquito más pues tenemos problemas respiratorios y cardiacos (uno cada uno), musculares y oseos, y para ninguna de estas "dolencias" es inócuo este ambiente. Sin darnos cuenta vivimos cada día más encerrados y lo peor es que nos estamos acostumbrando, ya empezamos a verlo natural.
Entonces llega el miedo. Miedo a que esa situación se haga crónica y ss suma a los miedos habituales con el hermoso añadido de las barbaridades que nos rodean, que uno no sabe quien es más monstruo el que mantiene encerrado a su hermano retrasado veinta años o cualquir gobernante. En marzo llegará a mi familia un nuevo miembro a quien apenas veré y anoche oyendo los telediarios me oreguntaba si le dejarán llegar a hacerse hombre o entre el enloquecido Trump o como se escriba, el zarista Putin (Rusia siempre parece estar en pleno zarismo), los indesfirables gobiernos chinos y el delitio con patas que es el presidente coreano, con Japón volviendo a armarse, acabarán con todo (lo de Oriente Medio ni lo nombro, allí llevamos en guerra como unos cincomil años, asi que ya estamos hechos a que esa espada de Damocles cuelgue sobre nuestras cabezas)
El día, hoy, ahiora mismo, 10´53 de la mañana oscurece su gris, lo ennegrece un poco más y seguro que alguien está haciendo una salvajada para meternos más miedo en el cuerpo. El miedo tiene el incontestable poder de paralizar, como el frío. Paraliza hombres, ciudades y civilizaciones y este año ayudado por un invierno a medio descafeinar que sólo es tristeza. Pues eso Parálisis Invernal.



viernes, 20 de enero de 2017

20 de Enero

Pues sí, hoy cumplo 58 años de vellón. No todos, desgraciadamente, llegamos aquí luego es un logro personal haberlo hecho. Tengo el pelo casi blanco y la barba, yo no hago el milagro (o el ridículo) de Rajoy, que tiene el pelo negro y la barba blanca. Estoy gordo. Padecimientos varios e igualmente variadas terapias. Estoy a la espera de por lo menos dos operaciones, relativamente menores y tengo los mismos problemas que pueda tener cualquiera que esté a punto de entrar en la tercera edad. Tomándolo con humor, resulta que la polio acorta un treinta por ciento la vida de quienes sobrevivimos a ella. Vamos que como quien dice ya me va tocando. Ahora que me vayan explicando como muchos de nosotros, no unos pocos, alcanzan los ochenta y muchos. ¡Estadísticos! ¿Qué sabrán ellos de la realidad? Además soy Capricornio con ascente en Leo, signo chino el Perro y elemento tierra.  En otras palabras que son signos de una laaarga y peleona existencia, y que cuando muerdo presa, no la suelto así me aspen. Claro que, a menudo, la vida duele y entonces piensa uno en James Dean, tan mono, tan joven y a la vez tan atormentado, pues si da igual vivir poco o mucho para sufrir como perras que diría Terenci, mejor me quedo. Por otra parte me conservo muy bien; de joven era todavía más gordo, no me podía peinar por los rizos que eran casi afro, estaba cuajado de granos, como todos, la barba me salía por parroquias y encima siempre estabe enfermo de enfermedades tontas, anginas, catarros, colitis. En conjunto y gracias a mi, modestamente, seductora sonrisa no ofendia a la vista pero tampoco la atraía. Si vemos a guapos oficiales como el Banderas que es de mi edad uno piensa que se parece más a sí mismo que él, y otros. Será que al ser feos no se nota el deterioro.
Lástima que en esta fecha hayan ocurrido algunos de los desastres de la humanidad. Fue la fecha en que se decidió La Solución FInal, o sea: el exterminio judio.
Es fecha extrañamente mágica: se dedicaba al Dios escandinavo Thor, dios del trueno. La parte central y norte de la península se cubre de tamborradas por San Sebastián que es hoy. Vamos que, pot alguna razón se ha elegido este día para despertar a la tierra t que empiece a trabajar,  a dos semanas de la Candelaria cuando ya se ha puesto en marcha.
Lo que realmente me preocupa es que es el día de la toma de posesión  de los Presidentes del Imperio. No logro imaginar por qué, pero teniendo en cuenta los origenes de tal nación casi prefiero seguir sin saberlo. Hoy mirando el paisaje histórico uno diría que estamos indudablemente ante el Apocalipsis. No es broma. Locos, golpistas, tiranos, ingleses, ultraderechas, izquierdas que quieren ser ultras y se quedan en viejas, y dictadores varios nos tienen en su poder ¡y están armados!. Eso lo que vemos, la realidad objetiva sin censura debe ser tan espantosa que nadir quiere mirarla a pesar de las audiencias que reportaría. A fuer de ser sincero, estoy asustado y me pregunto si nos dejarán llegar al verano. Siempre he pensado que el autor del Apocalipsis se había fumado algo antes de coger la pluma pero empiezo a temerme que no, que hablaba muy en serio.
Así que cumplo 58 años acojonaito perdío. Supongo que como todo el mundo

miércoles, 18 de enero de 2017

Gilipollas x el mundo

A lo largo y ancho de la historia el hecho de tener que salir de tu país en busca de una mínima calidad de vida, y entiendo por "calidad de vida" n o tener que mendigar o depender de la pensión de tus abuelos por que no hay trabajo, o peor aun, que se tenga que ir a un comedor social despues de una jornada de trabajo. Esto, decía, siempre ha sido considerado una desgracia personal y colectiva. Un desgarro brutal a todos los niveles. Otra cosa es que se vaya uno a trabajar como ingeniero cuántico en la NASA, pero eso es fuga de cerebros, que es harina de otro costal.
Nuestro memorable Suspiros de España, en la versión de Estrellita Castro y la correspondiente pelìcula lo muestra con potentes imágenes aunque sin intención documental. El emigrante ya ni os cuento. Pasando a cosas serias, el profundo e irremediable, trágico, desgarro íntimo de Rosalía al tener que dejar su Galicia: Adeus rìos, adeus montes/adeus regatos pequenhos.... Lo escribo de memoria y no domino del todo el galego pero el espíritu está ahí, y eso que Rosalía no se iba con una mano delante y otra detrás después de quemarse las pestañas treinta años estudiando.
Pues bien esta desgracia, la de que la generación mejor preparada de la historia de España (sería cuestionable en algunos aspectos, en otros, no) se tenga que ir del país dejando todo detrñás se nos quiere presentar como todo un logro. Será para los Orgasmus. Sin embargo, que un ministro de dudosa legitimidad, como casi todas las autoridades actuales en el mundo, diga una majadería, es lo suyo, pa eso es ministro. No tiene importancia. Una más como la de los niños obesos y demás. Es algo que se puede esperar viniendo de donfe viene.
También se podría esperar el tema del que ya habréis adivinado que quiero comentar, sólo que uno, que en el fondo es un bendito, tenía la esperanza de que no nos tomaran por tontos y de que no nos comportaramos como tales. Desde hace varios años existe una "cosa" televisiva llamada "Españoles por el mundo" que luego se ha extendido a "Madrileños por el mundo" y no estoy muy seguro pero me suena "Manchegos por el mundo". Imagino que es más que posible que el resto de las autonomías o como queramos llamarlas, tengan sus clones de esta cosa.
Junto con los noticiosos que diría Mafalda lss televisiones públicas están entonando un canto a coro a la emigaraciòn. Resaltan sólo aquellos que no están fregando los watweres ingleses, o germánicos. No, esos no existen. Lo asimproso para mi ingenuidad es que la gente trague, por que si se ha extendido eso es por que tiene audiencia, o sea que se lo creen.
No me lo puedo creer.

domingo, 15 de enero de 2017

Los odio

Sí, los odio con toda mi alma. Hablo de los "hombes/mujeres esquela. Esos que antes de saludarte te sueltan aquello tan animoso de "¿Sabes quien se ha muerto?" que dan ganas de contestar "Ahora mismo las ganas de hablar con usted" Y los hay auténticos especialistas, ya lo creo. Conocidos tengo que serían capaces de cruzar una autopista si te ven al otro lado para soltar su "¿Sabes quien se ha muerto?". Una de mis antiguas alumnas contestaba indefectiblemente "No, ni me importa", y es que los hombres/mujeres esquela no tienen criterio claro de si la otra persona (víctima en este caso) conoció o no al difunto. Lo que realmente les importa es soltar "¿Sabes quien se ha muerto?" disparado como un rifle de repetición. Como se den cuenta de que no conocías al difunto/a o no tenías una relación que fuera más allá del "buenos días", se empeñan en contarte su vida y milagros hasta que les localices, o finjas hacerlo.
Sinceramente creo que disfrutan con doblemeente, primero por que el cotilleo siempre es un placer, hsta ahí de acuerdo, y  segundo con el regodeo morboso de revolcarse en lo luctuoso y de ser el primero en intentar que tú hagas lo propio. Lo que menos les importa es el difunto/a. Quizás como decía el personaje de Lorca sean los golpetaztos en el pecho por no ser ellos quienes están bajo tierra, (Doña Rosita la soltera, tercer acto). Por otro lado haylos tan insensibles o, mejor dicho, con vidas tan aisladas de los demás, del mundo en general por propia voluntad o no, que un disgusto de vez en cuando viene a ser como cuando uno se va de copas para romper la monotonía. Naturalmente hay un componente masoquista/envolvente pues no solo quieren sentir algo, el disgusto, sino que quieres que tú lo sientas.
Esto viene a que el otro día mi padre subió diciendo "Se ha muerto Perenganito", por norma yo estas cosas no me las creo que ya me ha ocurrido encontrarme días más tarde con el difunto de paseo. Le pregunté ¿Quien te lo ha dicho Funlanita (de fiar) o Mengano (hombre esquela/escalafón por excelencia?" Efectivamente había sido este. No podía fallar, Otro día quizás pueda hablar más a fondo de, como yo le llamo para mis adentros, el Hombre que embiste, hoy es otro el tema y lo voy a cerrar con una anécdota que ejemplifica lo que vengo desarrollando. Los años ochenta fueron para la historia los de la movida y demás, para mí fue un tiro al blanco en el que a quien la Parca disparaba era a mi familia. Bien, en el 84 supimos que una tía mía estaba ingresada con mala pinta, al ir a verla conocimos a su compañera de habitación que estaba que se subía por las pareces por no sé que asunto del cantante Francisco. Como no hablaba de otra cosa ni siquiera supinso su nombre, a los pocos días le dieron el alta. Mi tìa aguantó hasta agosto del 85.
Julio de 1986, apenas dos semanas después de la muerte de mi madre, suena el teléfono ¡a las ocho menos cuarto! (buena hora para ir a trabajar pero no es el caso) y al otro lado de hilo oigo a mi otra tìa hipando y sollozando a berrido limpio y entre uno y otro soltó "¿Sabes quien se ha mierto?" teniendo en cuenta que en los últimos tresciendos días la Parca había dado de lleno tres veces en la familia ya os imaginais lo que se le pasó uno por la cabeza. Sudot frío, temblor de manos, empezar a vestirte para ir al velatorio incluso antes de preguntar, trémulo y con un hilo de voz:m ¿Quien?
-Perenganita.
¿Me mande lo qué? ¿Y quien es esa buena moza para que casi me hayas provocado un soponcio, un esparavás y un tarantán a las ocho menos cuarto de la mañana. ¿Sabéis quien era? la compañera de habitación de mi tía, la que tan sin vivir vivía por las lides de Francisco de quien nadie había vuelto a saber nada. Pero lo supo mi tía y no pudo evitar revolcarse en el masoquismo de quien pasa demasiado tiempo solo ni querer envolvernos y arrastrarnos a nosotros.
Los odio.

jueves, 5 de enero de 2017

Enero o "contigo no, bicho."

 Cuando empezó la moda de las prendas rojas para recibir el año aprovechaba cada año para probar diversos tipos. Lo cierto es que para mí calzoncillos y bañadores, cuando más exiguos mejor. El caso es que en la calle Preciados de Madrid entonces, ahora en Carmen, abrieron una tienda de ropa interiror "Intimissimi" o algo así. En el escaparate de hace ya al menos diez años había algo parecido a lo de la foto. Escueto, rojo, de malla justo para llevar algo puesto y que no lo pareciera. Luego descubrí que no, que hay otras formas. Volvamos a Intimissimi. Además de lo bastante escaso para mis gustos, era barato. Así que entré con mi silla de ruedas y acercandome educadamente a una señorita y después de desearle una Feliz Navidad, le pedí el tanga en cuestión. Aquella mujer, muestrario de la elgancia fácil de mala dependienta, me miró con tal asco que si no me dijo "a ti no, bicho" fue, supongo, por que se le podría caer el estucado con tantas palabras. Pocas veces me he sentido tan ridículo como en esos momentos. Es cierto que estoy más cerca de Quasimodo que de Adonis, en realidad mucho más cerca, pero lo ridículo que yo pudiera estar con eso ella, gracias a Dios, no lo iba a ver. Además en una cosa tan lúdica como esta chorradita del calzoncillo rojo, en esta época del año, si a algo se presta es a una broma. (como cuando tuve que irme a un sex-shop un 31 de diciembre a buscar unas bragas rojas para una amiga, que nos estuvimos riendo el dependiente y yo un rato largo) Aquella mujer me había mirado y calificado como ganado, y el rictus de asco lo cantaba. Me dio el paqutito con la punta de los dedos y tragándome sapos, culebras y anacondas, salí respirando hondo.Naturalmente a Dios puse por testigo de no volver a pisar ese comercio. 
Pues hete aquí que con las subidas salvajes de los alquileres de renta antigua,  el centro de Madrid está cambiando su panorama comercial (eso sí en casi todas partes te venden camisetas del Barça) e Intimissimi cambió de local y ubicación de manera que hace esquina y si por una de las calles hay uno par o tres escalones, por la otra  tiene una entrada lisa. Creí como un buen imbécil que soy que la politica de la empresa habría cambiado, simplemente teniéndonos en cuenta. Así que me dirijo "loco de contento" a la tienda y más concretamente a la puerta de acceso liso. No sólo había el típico cartel "entrada por la otra puerta" sino que estaba cerrada y creo que me pareció ver un candado. Esto podía no ser cierto por que ya estaba obnubilado, pero cerrada estaba. "A ti, no, bicho". Asi terminé el año, y si fuera uno el caso, pero no. Yo no me visto como quiero sino en lo que quepo de las tiendas en las que puedo entrar. Cierto es, seamos justos, qie las cosas van cambiando, pero se me acerca la jubilación y no han llegado los cambios que parecían inminentes cuando hice la selectividad.
Como enero es bifronte y mira al año pasado y al futuro y lo he empezado acatarado y bien, mi casa entre los adornos que este año han quedado lamentables después de perderlos todos, y volver  encontrarlos, es un caos absoluto y mi cabeza ni os cuento. Así he de afrontar Reyes, mi fiesta predilecta (lo reconozco, me encanta regalar) que antes era la fiesta de mi casa, ahora, es apenas un breve intercambio de regalos con unos pocos amigos que siempre tienen prisa. 
Me estoy devanando la cabeza para rematar la entrada con un toque positivo. Bueno, esperemos que Garci no haga una película.