Vistas de página en total

martes, 21 de abril de 2015

Semana Santa, segunda y última entega,

Salida del Paso de Nuestra Señora del Dulce Nombre en la procesión de Jesús el Pobre, en Madrid.


Esta entrada es en parte respuesta a David, que nos decía algo que merece salir del coto de los comentarios sobre la emoción sentida ante el giro de un paso. Es que es algo más que un montón de peso sobre unos cuantos hombres en un movimiento para algo básicamente innecesario. Si me permitís una vez más irme por las ramas os diré lo que a mí me parece que supone ese acto –y algún otro bastante más duro-. Desde luego está la fe, “la fe mueve montañas” se decía antes, y la física cuántica parece dispuesta a demostrarlo a escala molecular, of course, pero no es lo único que toma forma en ese acto de cargar el paso. Es curioso que algo tan aparentemente simple tenga una doble lectura como mínimo. Veamos.
Desde hace ya demasiado tiempo los falsos valores que nos llegan de la cultura anglosajona que poco o nada tiene que ver con la mediterránea –ya sé que no descubro nada- en todos los campos desde el neoliberalismo asilvestrado de la theacher a otras actitudes más profundas venidas de las escisiones de la Reforma luterana. La peor de todas ellas es el individualismo llevado a sus consecuencias extremas, echad un ojo alrededor  y aparece en cualquier aspecto, especialmente en verano cuando los cadáveres de los ancianos huelen peor después de llevar varios meses muertos ante una televisión encendida. El hombre sólo es válido como individuo autosuficiente, buen principio para desautorizar sindicatos, por ejemplo. El mismo principio nos lleva a dividir la sociedad entre los “triunfadores autosuficientes” y los fracasados, muchos de los cuales lo son por no doblar una rodilla a tiempo, o no enviar el célebre jamón de “Cinco horas con Mario”. El gran problema es que incluso esos “triunfadores autosuficientes” son animales sociales y necesitan muy a pesar suyo pertenecer a algún grupo, aunque  sólo sea para demostrarles su desprecio infinito. El hombre es un animal social, más animal que social, todo hay que decirlo, y el mero hecho de reunirse para hacer una actividad común, cuando menos.
Un comentario quizás al margen, quizás no. Hubo un tiempo en que todos éramos una “unidad de destino en lo universal”, es decir, desde arriba se nos inducía y manipulaba para que nos sintiéramos parte de ese proyecto nacionalcatolicista mediante todos los medios posibles, desde la Formación del Espíritu Nacional, al NO-DO  (El mundo al alcance de los españoles). En otras palabras: pertenecíamos a algo común por… fuerza. El poder de la Iglesia era incluso mayor que el de ahora pero llegó un momento en que para sacar los pasos de la Semana Santa Andaluza –no sabría decir de qué provincias exactamente- hubo que pagar cuadrillas  que lo hicieran.  En el momento en que aquella Unidad de destino de va al garete, el individuo busca su grupo, su elemento y ahora mismo no sólo hay más pasos que nunca sino que hay listas de espera para llevarlos, en todas las poblaciones desde la más humilde con su Cristo ingenuamente tallado, a la más grandilocuente con su Dolorosa recién tallada y más grande que la puerta de la iglesia.
Es evidente que a quienes quieren tener al individuo confinado en su individualismo, indefenso en su soledad, cualquier forma de actuación grupal no controlada, el caso de la controlada sería el maldito fútbol, les tiene que molestar y mucho. De ahí el ejemplo de la procesión laica de Macarena y Gran Poder en Barcelona. De ahí también el hecho de que uno de los frutos de ese individualismo que es la Semana Santa de playa en lugar de torrijas, haya producido que en un lugar del Levante de cuyo nombre no quiero ni acordarme, con una población triplicada esos días hayan tenido que recurrir a la colonia alemana –y luterana- para sacar los pasos de la Virgen en estos días.
Ya nos quedan pocas espitas por donde dejar salir la fuerza del colectivo y desgraciadamente casi siempre en situaciones dolorosas, como los comedores sociales, que no los llevan precisamente las instituciones sino los vecinos, o incluso si hay algún personaje institucional es en contra de la institución que representa. Por eso cuando ocurre ese pequeño acto de un giro de un paso procesional, sentimos la potencia del colectivo voluntario del individuo.  Eso es lo que se está perdiendo, para deleite de los poderes y empobrecimiento del individuo.
Posiblemente esta entrada sea una divagación vana sobre algo demasiado serio, posiblemente esté divagando sobre la nada, es cierto. Lo más seguro es que a nadie le importe y probablemente en realidad no sean más que palabras vacías. Y es que a veces el individuo se pierde a sí mismo.

viernes, 10 de abril de 2015

Semana Santa española patrimonio de la humanidad.

Algunos, y por algunos entenamos Podemos & cia, han dejado caer globos sonda sobre eliminar la Semans Santa del calendario festivo y demás. Dos palabras sobre Podemos antes de seguir adelante. Cuando apareció este partido a medio hacer pero con una clara vocación rebelde muchos les recibimos con alegría pensando, "vaya, ya sé a quien votar". Sin embargo, según les vamos conociendo más, ahora ya hablo por mí, me van convenciendo menos. Ante todo es un partido que nace en la Universidad, de la Universidad y de los Profesores,  no sé si catedráticos PNN o lo que se lleve ahora; a poco que uno haya pisado la Universidad -y yo soy doctor, vamos que la pisé muchos años- sabe hasta qué punto la Universidad es corrupta per se, eso sin llegar a tocar poder de verdad, así que.... sin acusar a nadie ya los orígenes te echan un poco para atrás, aunque sigas de acuerdo con algunos de sus postulados, con la mayoría en realidad. Casi tantos como con los que se esté en desacuerdo frontal.
No se es más de izquierdas por no llevar corbata o por llevar gafitas a lo Manuel Azaña.
No se es más de izquierdas por esforzarse en parecer líderes arrastrando masas a la manera Staliniana y también, por cierto, franquista.
No se es más de izquierdas por ofrecer una imagen entre Svengali y Rasputin, ni por usar el término "casta" cada tres palabras, cualquiera con dos dedos de frente sabe que cualquier democracia no pasa de ser, como mucho, una oligarquía. Curioso que los profesores universitarios no ejerzan pedagogía sobre sus seguidores.
En cualquier caso lo que no sólo no les hace más de izquierdas es cuestionar la Semana Santa. De hecho, les puede hacer hasta peligrosos. Me explico. El mayor fallo, el más profundo quiero decir, de la Segunda Republica fue gobernar para un pueblo culto cuando en realidad era un pueblo analfabeto. La "brecha" cultural era insalvable. Las consecuencias son sabidas. Cuestionar la Semana Santa en España es un signo de algo semejante, si no de brecha académica como en la República, sí de brecha humana. Explícome. Esa semana es querida por todo el país, lo que ellos llamarán pueblo, los unos por irse cuatro días a Benidorm y los otros por fe o tradición.
Hábilmente la oligarquía en el poder ha propuesto a la UNESCO que Semana Santa sea declarada Patrimonio de la Humanidad. Detesto estar de acuerdo con ellos, no sabéis hasta qué punto.
Voy a ser un tanto redundante en argumentos que todos conocéis, perdonadme. Semana Santa responde a ritos más antiguos que encajaban con el calendario lunar en todas las culturas. El cristianismo eliminó casi todos pero hubo unos cuantos con los que no pudo así que si no puedes veencerles únete a ellos, y los cristianizó. Esa es la causa de que los ritos, usos, celebraciones y hasta penitencias -recordemos que las barbaridades que vemos en Filipinas e Hispanoámerica, como los crucificados reales y demás, tienen su origen en España, con lo que la cosa se abre mucho más- sean tan extremadamente variados casi en cada pueblo. Desde el esplendor sevillano a los "picaos" extremeños o las tamborradas aragonesas. Todo unificado bajo un culto común que, como todos, es muy respetable aunque no sea el nuestro, que eso tenemos la costumbre de olvidarlo. Antropológicamente y estos listos de la Universidad deberían saberlo, la Semana Santa española es riquísima con restos ancestrales, pero es que, además sobre todo ese sustrato veinte siglos de cristianismo han ido poniendo encima lo mejor del arte escultórico español -que lo de España con la escultura tiene delito-. La imaginaría retablística y procesional en madera policromada es la mayor manifestación escultórica española, de un realismo estremecedor. A menudo, como en las caras de las Virgenes de Paso de Palio es un realismo falso, pues están pensadas para verse desde abajo y con determinada luz, de cerca esos rostros son casi la abstracción de una cara, el paso previo al retrato de Gertrude Stein de Picasso, forzando no demasiado el asunto. Además esta Semana Santa produce una especie de unión social de grupos de gente que ya está entregada al feroz individualismo y les permite sentirse parte de algo más grande que ellos y rodeados de humanidad, no de ordenadores o de hinchas borrachos de equipos de fútbol dispuestos a matarse a navajazos.
Dejo pues claro que la Semana Santa me apasiona en lo poquísimo que sé de ella.
Ahora bien. Una cosa es todo lo que he dicho y otra lo que se ha producido este año en los medios, todos dirigidos por una u otra de las oligarquías, que no ha sido otra cosa que convertir cada acto procesional o de culto en una caja registradora. Hombre, comprendo que se contabilice lo que entra en Benidorm que no es destino nada religioso -aunque seguro que tiene una Semana Santa peculiar, como todos los pueblos más o menos grandes-; pero me niego a reducir toda nuestra riqueza antropológica, artística y vital, a los dígitos que han entrado en tal o cual ciudad. Por mucho que sea el valor de esos dígitos para su supervivencia la Semana Santa no es eso. Oyendo los informativos este paía parecía lo que siempre ha sido: una casa putas.


domingo, 5 de abril de 2015

Abril, el mes en que "pasan cosas"

Continuamos con Grasset y su bella jardinera, esta vez un pelín cursi, todo hay que decirlo pero en fin, con su aquel y su aquelotro. ¿Quizás excesivamente tópico?

No es abril mes de mi predilección, os confiaré un secreto: en abril pasan "cosas" extrañas, inesperadas, trágicas, ejemplo: del 14 al 15 se hundió el Titanic. En Abril nació Hitler y se celenbra en Japón una fiesta conmemorativa del cumpleaños de Hiro-hito,  ¿veis como "pasan cosas"?. No sé como Iker Jimenez no lo ha investigado ya. Abril es mes de aguas mil en el que deja de llover, como este año, es el primer esplendor de la primavera pero "Abril riente de frío mata a la gente". Personalmente es un mes en el que ya llevo una visita a urgencias este año, agravamiento de la depresión y sin torrijas de vino. En el pasado recuerdo abriles, dos en concreto, espantoso en el que creí morirme de dolor y aunque pueda parecer una broma o una boutade, no lo es. A mis 17 años realmente crei que me iba de puro dolor, me habían operado de una pierna, en el quirófano cogí anginas y la orden religiosa en cuyas manos, digo sanatorio, estaba daba los calmantes con cuentagotas. El otro abril siniestro fue aun peor. Desde luego, no sé quien le ha robado el mes de Abril a Sabina, pero le hizo un favor.