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miércoles, 27 de mayo de 2015

Elecciones

A pesar de mi provecta edad y de demás peplas ando ayer y hoy caminando al borde mismo del orgasmo espasmódico. No sé que acabará pasando con la alcaldía de Madrid, pero yo que daba por inevitable -salvo que la partiera un rayo- la victoria de la Espe, me la veo casi mendigando pactar con los PSOE. Aquellos a quienes acusaban hará dos o tres elecciones -el propio Rajoy- de que votar PSOE era un acto de terrorismo, ahora son los buenos. No quiero cantar victoria ni vender la piel del oso (o de la Espe) antes de cazarla, tampoco entonar internacionales, pero: esta vez no han pasado con tanta facilidad y a poco que haya un mínimo de decencia en los partidos, difícil, lo sé, NO PASARÁN, por una vez. No tengo idea de qué narices va a pasar en este reino con cuatro cabezas coronadas, pero sí, que, por una vez, por primera vez la derecha tiene miedo. Y eso que han ganado las elecciones, jejeje. Cierto que la autonomía madrileña la han ganado por derecho, pero, me vais a permitir que la Sra. Cifuentes no me parezca la peor de las presidentas/es posibles, sobre todo ante el invisible Gabilondo. 
La izquierda recupera lo que no debió perder, Extremadura y La Mancha, Wert quiere irse, De Guindos se va y algunos más ya han anunciado que se de descuideros a instituciones internacionales. Como descendiente de una larga saga de navegantes llevo en la sangre algunas cosas propias de ellos, como no decir que un barco aparca, o el amargo sabor de la espera del quien no va a volver, y también algunos dichos como "Las ratas son las primeras que huyen cuando el barco naufraga". 
Y yo me pregunto, si ahora que todavía es posible que la Espe sea alcaldesa estoy al borde mismo del orgasmo, ¿que va a pasar si de verdad no lo consigue?
Por supuesto, sé que los nuevos tampoco van a cambiar mi vida -aunque una normativa seria y de obligado cumplimiento sobre acceso a locales comerciales y públicos no vendría mal, la verdad ah y la aplicación en la medida de lo económicamente posible pero seria de la ley de Dependencia,  tampoco-; pero por lo menos espero no tener que aguantarles chulerías como la de que nadie habla de paro en España, o lo del café en la Plaza Mayor. Madrid hace años que es un Titanic que se va hundiendo poco a poco, quienes paseamos sus calles vemos día a día como agoniza lo que ha sido el espíritu de nuestra ciudad. Nuestros emblemas, nuestros comercios tradicionales, son abandonados, nuestros teatros del cogollo de la ciudad como nuestros cines, van cayendo cerrados. Barrios enteros abandonados a su suerte. La en otro tiempo simbólica Plaza de España es una ruina rodeada de edificios como el España o la llamada Torre de Madrid vacíos y solares de otros que se han derribado para evitar su ruina. El propio Madrid Río, sumamente cuidado, no es más que una línea, en cuanto te bajas del paseo y sales a sus verticales encuentras, suciedad, falta de asfaltado, de aceras en condiciones. No quiero ni pensar lo que será en barrios aún más olvidados tradicionalmente por los consistorios. Si por lo menos alguien intentara frenar el naufragio ya sería un triunfo.

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