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miércoles, 15 de octubre de 2025

Reflexiones de un viejo en pelotas 5: El auge de la ultraderecha


 

20 de noviembre de 1979/80/: de aquellos polvos….

Corría el soleado mes de noviembre de 1979/1980/1981, no recuerdo exactamente el año, pero ni antes ni después, de eso estoy seguro. Yo iba a reunirme con una amiga y su panda de melómanos creciditos a mi primer concierto en el Real. Nunca he sido especialmente musical y, de serlo, lo sería de la música popular, de la jota castellana al pop, en castellano porfa, sin embargo, aquel día me vi comprometido a acudir pues era el cumpleaños de esa amiga, una escorpión psicótica y anoréxica con la mayor inteligencia y menor ética que he conocido nunca, pero eso no hace al caso. Además, sus amigos no eran menos psicóticos que ella, en otras palabras: un panda de melómanos pedantes y, en síntesis, bastante insufribles. Si, es mala pata tener una amiga que cumpleaños en semejante fecha y, por si fuera poco, yo tengo dos, afortunadamente la otra sólo es una especie de polvorín permanentemente al borde de la explosión (y deseando explotarle en la cara al mundo). Y comento esto para asegurar que aquel domingo de la semana de semejante fecha no es un dato que se me pueda pasar por alto, sobre todo teniendo en cuenta que in illo tempore estaba rodado de hembras escorpiones, peligrosas y ocasionalmente adorables.

Pues, decía, que había llegado al cogollito de mi Madrid del alma con tiempo más que sobrado y completamente ajeno a las conmemoraciones de la fecha que tanto supuso para las dos Españas, por una vez de acuerdo en el día, aunque no en el sentido. La única vez que hemos sido unitarios fue en la nochevieja del 85-86 con el célebre sketch de Martes y Trece con Encarna y la empanadilla. Nunca más ni después ni antes. Y aún faltaban años. El caso es que bajaba yo por la calle del Arenal cuando de pronto me veo sumergido en una bandada de camisas azules, yugos y flechas bajando hacía Ópera, lo de Plaza de Isabel II a los madrileños como que no se nos da, por aquello de que “mejor metros” que rótulos. Procurando no trabar conversación con nadie, puesto que al ver mi silla de ruedas se suele dar por sentado que soy de esa cuerda, llegué a la entrada del teatro. Durante un par de horas me esforcé por ir de fino y cultureta musical, o, por mejor decir, por no hacer demasiado el ridículo entre aquella panda. Esfuerzo que anulaba el poco placer que pudiera sentir ante piezas que, evidentemente, estaban elegidas para quienes entendieran más que yo de música. La única que recuerdo fue una propina: la Polka Pizzicato de no sé quién, supongo que de Strauss. Así que, aliviado y deseando reunirme con quienes había quedado a la salida del concierto me vi en la calle Carlos III y entré en lo que me pareció una distopia total, aunque eso lo digo ahora, entonces no sabía qué era una distopia, simplemente me pareció un delirio tan absurdo como extremadamente peligroso pues me vi sumergido en la manifestación que continuaba en la Plaza de Oriente (ay dolor) sin posibilidad de salir pues la policía tenía todas las calles cortadas. El caso es que me tragué todos los discursos (si es que a aquellas soflamas incendiarias, golpistas y enajenadas se les puede llamar discursos) dejándome bien claro quienes eran y lo que querían. Sin embargo, aquellas actitudes, claramente antidemocráticas y cuyo objetivo no era otro sino incitar a la gente a echarse a la calle con casi moderno “vivan las caenas” no sólo no eran perseguidas sino claramente protegidas por las autoridades dándolas su bendición al autorizarlas, unos cuantos meses después dos estudiantes fueron abatidos en la calle Atocha en una protesta contra la olvidada L.A.U.

                Desde entonces he visto la absoluta impunidad con que esas huestes han campado a sus anchas con la única misión de acabar con cualquier régimen de libertades sin que nadie tomara medidas. Mientras en otros países se prohíben y persiguen las imágenes de los dictadores de su historia, aquí se comercia con ellas a cara descubierta. Se les ha permitido apropiarse de espacios colectivos que deberían ser lúdicos para sus propagandas y jamás, jamás, se ha avanzado un paso en el sentido contrario, es decir, en publicitar adecuadamente lo que esas ideologías conllevan.

                ¿De qué podemos extrañarnos ahora de su auge?, ¿Acaso las autoridades no lo han alentado con su “dejar hacer, dejar pasar” cobarde? Claro que los lamentos sólo son de una parte. Los de siempre, disfrazados con la piel de cordero de los partidos, no hacen sino ver como de la mano de esas fuerzas en auge logran sus sueños dorados. Si todo eso lo pudo ver un panoli como yo a los 19 años y sin saber casi nada de historia o de ideología ¿Alguien me puede explicar como los supuestamente formados líderes no lo vieron?

Sinceramente: no cuela.

domingo, 12 de octubre de 2025

Desfile de la Fiesta Nacional, de la Virgen del Pilar o de la Hispanidad, tanto monta...


 Sólo un breve apunte: han hecho falta más de doscientos muertos para que los reyezuelos de las comunidades autónomas estén en el lugar que deben y por el que cobran. 

lunes, 15 de septiembre de 2025

Vuelta ciclista a España: por una vez.


 Por una una vez y me temo que sin que vaya a servir de precedente ese nido de musculines dopados hasta las trancas, de "distribuidores" de sustancias más que sospechosas, de peloteos infames que avergüenzan a quienes los oyen aunque no a quienes se arrastran con semejante práctica, y no quiero saber cuantas corruptelas y chanchullos ha valido para algo. Ya era hora. 

Ahora vienen los líos, las indignaciones, las acusaciones, en fin, lo de todos los días, pero con un porque más allá de querer ser el califa el lugar del califa. 

Por una vez, organizada o no, la gente se ha movilizado y por la causa de una masacre televisada, cuando no se moviliza ni cuando le están quitando todo en cuestión de sanidad, educación y derechos. 

Por una vez se puede uno sentir orgulloso de su gente, no cuando salen bramando por la selección de fútbol, único momento que recuerdan que pertenecen a una nación, estado, patria o como quiera decirse.

Por una vez alguien ha levantado la cabeza y ha hablado bien alto. 

Ya era hora y debería ser el clarinetazo de salida de muchas más veces puesto que parece que esa es la única forma de que nos hagan caso. 

Ya era hora. 

sábado, 30 de agosto de 2025

Comunidad valenciana: una profecía


 Año 2027 elecciones autonómicas: el Sr. Mazón gana con mayoría absoluta. 

Ahora bien, esto pasará por : ¿que los valencianos no toman medidas o bien no pasará pero nos tragaremos la rueda de molino?

En cualquier caso el Sr.? Mazón seguirá en la poltrona. 


lunes, 25 de agosto de 2025

Reflexiones de un viejo en pelotas 4: Sobre la libertad (ay que me mondo)


 Se dice que con los años se pierde, además del pelo y la timidez, la capacidad de asombro. Una vez más debo ser un bicho raro pues últimamente veo cosas que me dejan “pasmao”. Pero que muy pasmao. Y no es, como cabría esperar dada mi provecta edad y despelotamiento geriátrico, algo que se pueda centrar en “estas generaciones jóvenes” que es lo que se supone que tengo que pensar. No. Es algo que es contradictorio en sí mismo. En cierto sentido es la base misma de la sociedad que tenemos y de la que queremos tener: el concepto de libertad.

Se nos llena a unos y otros la boca con la palabreja. Libertad. Queremos libertad de expresión, libertad de gestión de las empresas, despido libre, aborto libre, libertad religiosa. Muchas generaciones han luchado y muerto para conseguir muy poco a poco las que tenemos. Aunque detesto hacer referencias a Yankylandia, en el año 1941 el presidente Roossevelt pronunció el célebre discurso de las Cuatro Libertades, obviamente mediatizado por la situación que se vivía en el mundo entonces, pero, a pesar del escaso uso de esas cuatreo libertades ha hecho Yankylandia desde entonces, siguen siendo cuatro conceptos que deberían ser los pilares de las demás libertades: Libertad de Expresión, Libertad Religiosa, Libertad de la Miseria (me gusta usar: Libertad del Hambre), Libertad del Miedo. Desde luego nada que ver con lo que ha aplicado el Imperio en sus políticas ulteriores tanto dentro como fuera hasta llegar al actual despotismo sin ilustrar. Así que teniendo en cuenta que sólo como concepto podemos dar por validas esas cuatro libertades. Casi podría afirmarse que, con una mirada amplia, en ellas se resumen todas las libertades, mejor dicho, en ellas están incluidas todas las demás.

Es evidente que una a una esas libertades en el devenir cotidiano del ciudadano de a pata, el currante que se dice con término bastante vulgar y desagradable, son, sino eliminadas, sí muy relativizadas. Sin embargo, lo que hace que esté escribiendo esta entrada que viene a ser un par parler o “por que de algo hay que hablar” y con su misma trascendencia, no es esa continua vejación a las libertades a la que insensiblemente nos vamos acostumbrando, sino una actitud. Concretamente atañe a la libertad de expresión, sin la cual todas las demás son falsas. No es una actitud de los poderes legales o fácticos sino, y por ello mucho más grave, de el colectivo de personas que, entre anonadados y fascinados, asistimos a la mascarada oficial. Por otra parte, ese colectivo puede ser que diga mucho de por que los fantoches que la representan -y no estoy hablando de política, no confundamos- hacen lo que hacen y violan sistemáticamente derechos, libertades y deberes. Simplemente por que pueden. Eso es lo que demuestra esa actitud en cosas menores. Básicamente pueden parecer -y lo son- tonterías sin mayor recorrido, pero dicen mucho de la actitud predominante entre la gente, la canalla, el pueblo, la plebe para los cayetanos, el contribuyente para los economistas, los primos para el timador y “gentes que danzan o juegan” para el poeta. Nosotros, en suma, a quienes pocos deben tanto y que tan poco debemos a ellos.





Obras de Rockwel ilustrando estas cuatro libertades. 

Tan larga e inútil parrafada viene a colación, que fino me ha quedado, de dos “fenómenos” que han ocurrido recientemente en esa hidra de mil cabezas que ha dado en llamarse “redes sociales” y que antes se llamaba cotilleo de la peor especie, eso sí, agravado por la extensión que alcanzan. El caso es que una jovencita influencer (sea lo que sea que eso quiera decir) encabeza (o encabezaba) sus entradas con algo así como “mi novio quiere que le prepare….”. Roro, creo que se llamaba. Ante tamaño despropósito media humanidad se lanzó a su cuello por considerarla algo así como agitadora y exaltadora de valores machistas. Y digo yo, lleno de mala intención como siempre: ¿acaso a una persona (novia/o, amiga/o, amante o lo que más le ha querido) no puede disfrutar complaciendo a esa otra persona? Ese punto ya daría para muchas reflexiones, sin embargo, no es lo peor. Lo peor es que se sea incapaz de respetar la libertad de alguien que quiere hacerlo, le gusta hacerlo o como imagino es el caso, lo usa como una cabecera pretexto para introducir lo que ha dado en llamarse “el contenido”. Otro caso ha sido el de cierta cantante que no ha condenado la barbarie que está ocurriendo en Gaza. Las redes se le han echado encima, olvidando que igual que nosotros tenemos derecho a criticar con todos nuestros escasos medios esa salvajada, los demás tienen el derecho de no hacerlo. Allá ellos con su conciencia. Y si quien tiene poder para tomar medidas contra quien condene o no condene quiere tomarlas es asunto suyo, no de los miles de ciudadanos medios que, indignadísimos como estamos, ni movemos un dedo ni acudimos a ningún acto crítico. Si todos los que hablan hicieran lo que estuviera en sus manos, quizás las cosas no fueran así.

En suma, lo que quiero decir es que somos nosotros mismos, a quienes se están coartando derechos con la idea de lo “Políticamente correcto” y con la promesa de eliminarlos definitiva y próximamente, quienes damos ejemplo a los poderes fácticos atacando a quienes se atreven a disentir de lo que piensa unos grupos activos, que no son la mayoría siempre. 



sábado, 16 de agosto de 2025

Ayer fue el aniversario y nadie se tomo la molestia de recordarlo


 Joaquim Martin Bas: Los fusilamientos de Badajoz (14 y 15 de agosto del 37)

Es más cómodo guardar silencio y dejar que crezcan los verdugos. Entre el cinco y el diez por ciento de los habitantes de la ciudad fueron fusilados sin juicio ni distinción tras la toma de Badajoz por los sublevados.

miércoles, 21 de mayo de 2025

Frutos del pecado

Niños nacidos con deformaciones por la talidomida.

Quizás simplemente sea cierto que hay tanta maldad pura en las testas mitradas, coronadas o laureadas como en las demás. Nunca he creído en la maldad pura, pero lo de este hombre es maldad bidestilada.