Vistas de página en total

sábado, 6 de marzo de 2010

Patrimonio cultural 2

Por otro lado las grandes empresas suelen llenar las tardes con torerillos baratos, jóvenes aun sin cuajar, para no pagar puesto que la entrada rara vez es baja –especialmente Las Ventas del Espíritu Santo, con el peso que tienen-. Además de que los miembros de este mundo cada vez son más carne de Karmele que de Moncholi. Que esa es otra: los críticos y comentaristas que deberían mimar el arte-fiesta-espectáculo ofrecen otro espectáculo bochornoso con diálogos como este:
-Pensamos de que el torero está fuera de cacho –a lo que le contesta el otro del duo
-Recuerdo cuando XXXX en 1954 en la plaza de Navalportillo le hizo una faena a un blanco de Miura, ha llegado un telegrama de D. Pepito Pepete recordándolo, un saludo don Pepito, gran aficionado
-Pensamos de que hay mucho amarillo en la plaza
-Es que hasta el rabo todo es toro.
-Así no, estamos hartos decirles a los toreros que así no.
La cosa dura tanto como la corrida. A lo que podemos sumar que los animales ya no son lo que debían ser, vamos que rara vez embisten, que lo que tenía que ser una estocada es una carnicería, y lo que tenía que ser respeto por lo que ocurre abajo se traduce arriba en alcohol, mozas y negocios.
Nada más hermoso que el lenguaje taurino, nada más emocionante que una gran faena, nada más espectacular que todo el aparejo de una buena corrida pero como con las paellas ¿a quien le sale una buena paella? A casi nadie, y eso que es a una sola mano así que si intervienen tantos elementos es casi imposible que, como dijo Manuel Vicent, una corrida no sea más hortera que un ataúd con pegatinas. Si añadimos el coto que se ha ido cerrando al aficionado medio y la franca hostilidad que se destila entre grupos dentro de la fiesta creo que no hace falta tomar medidas, ya se extinguirá sola.
Ahora hay que convertirla o en signo de identidad nacional o separatista, Madrid o Barcelona, otra vez. Toca maniobra de distracción, como aquello del boicot al cava catalán –pena que me siente tan mal, me hubiera bebido medio San Sadurní de Noya, sólo por contrariar a la tontería-, pues nada sigámosles el juego.
A mí personalmente me ha servido para aclarar mi dilema ético, amarrar y amordazar al bárbaro y posicionarme de ahora en adelante en contra de los toros. Radicalmente. Al igual que a tirar la cabra del campanario, a burrear a los novillos para que se tiren al puerto, por supuesto a los encierros de todo tipo, a las peleas de perros y de gallos. Claro que la Autonomía de las Siete Estrellas, gestora de la mayor feria del mundo, no creo que tenga en cuenta los aspectos éticos de la fiesta, ni tampoco lo que ha dado en llamar (que de donde viene suena a burla) patrimonio cultural.
Por cierto, dos palabras sobre la cultura taurina, que existe y es magnífica: de Goya, al Toro de Osborne, indudable icono de primer orden del s. XX, de Picasso a Garcia Lorca y sobre todo ese lenguaje propio que se ha ido metiendo en el coloquial aunque ahora, como toda forma de lenguaje que no pase por una tecla, amenaza perderse. Vale, nada en este mundo ha dado más arte y cultura que el desnudo y los martirios y, sin embargo, no se considera patrimonio cultural ni andar desnudo ni ir cargándose gente de maneras rebuscadas. Hablar de Patrimonio Cultural en Madrid con lo que se ha destruido, cuando no hace tantos años un concejal clausuró o lo intentó la carpa donde se representaba “El sueño de una noche de verano”, donde uno dijo que en el Español no se ponían cosas de maricones no hará más de diez años, es eso: una burla.

He aquí una muestra del respeto al patrimonio cultural que se demuestra en Madrid: el teatro Albéniz, que estaba protegido se desprotegió sin más. Eso también es patrimonio cultural. La imagen está tomada de El País el 4 de enero del año pasado 2009

6 comentarios:

  1. ¡Qué dos post tan bien escritos, argumentados e ilustrados!. jaja Realmente en la línea de la mejor escritura taurina...

    Bueno, yo tengo que confesar que a mi no me gustan los toros y que estoy, digamos, radicalmente en contra. Pero no creo que llegara a prohibirlos. Creo que, como bien dices, el modelo se agotará solo. E igual que no podría ir todos los dias a un matadero pq no aguanto eso, tampoco voy a los toros pq no me gusta ver como matan a un animal allli. Pero hay gente a la que les gusta los toros como hay gente a la que le gusta trabajar de sepulturero...

    Creo que es tan oportunista la iniciativa catalana como la madrileña. Es tan absurdo prohibirlos como declararlos bien Cultural. Y desde luego yo lo que no estoy de acuerdo es en llamarle ARTE. Eso si que no lo trago, jajaja.

    Pero a lo que iba, a mi no me gustan los toros, he visto alguna corrida para saber de que va la cosa, claro, y he ido dos veces a la plaza. El ambiente alli es divertido, claro, aunque el espectáculo me repugnaba. El caso es que sin gustarme y pareciendome una crueldad no llego a la estupidez de algunos antitaurinos que prefieren que se muera el torero.

    Y, por ultimo, tengo que reconocer que desde bien pequeñito me tragaba las crónicas taurinas de uno que creo que se llamaba VIDAl, que escribía en EL PAIS autenticas maravillas, y aunque no me gustaban las corridas leía sus cronicas con infantil avidez, y me recreaba en ellas, algo único, que despertó en mi el gusto por el periodismo y por la lectura. El pobre murió hace unos años, pero siempre recordare aquellos escritos geniales.

    Lo que no me parece ético tampoco por parte de los catalanes que han movido el tema es que las corridas no, pero las fiestas esas de correr un toro por todo el pueblo si....

    En fin, te dejo ya, jaja Bezos.

    ResponderEliminar
  2. Parece que todas las comunidades del PP van a seguir a la lideresa... Y es que ya se sabe que con tal de joder, no saben que inventar. Asi que ahora tendremos una fiesta de Interes Cultural en unas comunidades que está prohibida en otras.... Genial. Somos aldeanos hasta para eso.

    Bezos.

    ResponderEliminar
  3. Tu artículo es magnífico, lo encuentro genial y
    te doy otra vez la razón porque yo ahora pienso
    igual que tú, pero ni te imaginas desde donde
    te escribo, aquí perdería amistades si les digo
    lo que pienso, a unos 100 metros tengo a dos
    rejoneadores muy conocidos y a 15 minutos en coche ya estoy viendo toros y no te escribo
    desde Sevilla, estoy segura de que ya lo habrás
    adivinado.

    Saludos,
    un beso.

    ResponderEliminar
  4. Bueno, cari... allá salió tu visión de Thiago... Aunque la verdad es qué no sé que me ha fallado pues yo pensaba que la había programado para mañana a la 00:00

    En cualquier forma ya salió y no tiene remedio, jaja Ahora ya no la voy a quitar, que rabia me dan estás cosas, en fin, que muchas gracias por acordarte de mi.

    Bezos.

    ResponderEliminar
  5. Vengo tardísimo a comentar y no tengo perdón, porque ví las dos entradas en su momento, pero no sé qué me pasaba que no me salía ningún comentario decente. Que sepas que por aquí se opina igual que lo que te han dicho arriba, ambas son excelentes y merecerían ser publicadas. Has dado datos e impresiones subjetivas y objetivas, y el resultado además de bien escrito es "implicadamente desapasionado", si se permite tal expresión.

    Yo soy antitaurino total, por mucho que pueda apreciar el arte en los pases y ciertas artes, y que forman parte de la cultura y blah blah. Pero, más allá del tan discutido aspecto de la tortura animal, que por supuesto me parece inexcusable, yo no acabo de entender que no se plantee como un asunto de riesgo laboral el que un hombre se exponga a un mazacote de tal calibre. Lástima que con todo esto de la prohibición y el contraataque de la lideresa hayan convertido esto en una de tantas batallas políticas y luchas entre "identidades". Pero ojalá lo prohibieran, porque entre que cae por su propio peso o no, cientos de toros seguirán torturados sin piedad y algún que otro torero saldrá bastante mal parado. Aunque eso, la prohibición, no creo que ocurra nunca.

    País!

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Toros sí, toros no, defensa del patrimonio y ¿Qué es el patrimonio y cómo se defiende?, por regla general, si es patrimonio acostumbra a defenderse solo, ya que es algo ancestral, claro que es ancestral hasta que deja de serlo, así que es algo en lo cual más vale que no se metan los políticos, ya que el efecto colateral es justo el contrario, auguro una excelente entrada en las corridas de la Mercé, seguro que la Monumental estará a tope. Segundo a mi es que no me gusta prohibir, sólo cambio de canal o actividad, es más sano. Tercero, una cosa en patrimonio y otra arqueología y aquí se peca de ambas, exceso en conservar y excesos restaurativos, tanto desvirtúa una como otra, ejemplo, el actual Liceo, es un pastiche kistch, la sala original desapareció, no quedó nada, a qué levantar un remedo, y así podría seguir, pero esta es tu casa y yo me estoy haciendo pesado.

    ResponderEliminar