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domingo, 20 de mayo de 2018

EN EXTINCIÓN; LA FAMILIA 2

La inefable familia Ulises, refej9o de un tiempo y una actitud social, los más jóvenes ni la conocerán pero eran directamente entrañables.
 
Deciamos el otro día, creo recordar que los padres se habían convertido en abuelos y aparece la nueva figura, no ya de abuelo-golondrina, sino la de abuelo herramienta o servicio doméstico gratuito. No creo que sea necesario detallar como funciona este nuevo grupo. Ahora bien, en el proceso de extinción de la familia (y nada más lejos que intentar un alegato pro-familia de los que hacen en Colón ciertos grupos) ha aparecido un elemento nuevo y muy tóxico. Me estoy refiriendo a las “relaciones sociales” de los nietos, que impiden en gran medida que las relaciones con los demás miembros de la familia fluyan con algo parecido a la normalidad. No se puede ir a ver a los abuelos por que el niño tiene entrenamiento, no puedo quedarme con el benjamín que se ha puesto malito por que su hermano  tiene un cumpleaños, etc. Cuando el abuelo herramienta no puede solucionar el asunto, toca pagar canguro, empobreciendo aun más la economía familar ya al borde de la quiebra gracias a las hipotecas salvajes y a los míseros salarios, y es en todos los niveles pues según es el nivel tal es el “compromiso”, y estamos hablando de niños de cinco o seis años que entre esos “compromisos sociales” (absolutamente prioritarios por otra parte) y las actividades extraescolares (o sea, o bien canguro educativo o bien me libro  del niño unas horas más. Naturalmente la incompetencia del sistema educativo endémica desde el 32 hacen esas actividades casi imprescinbles) vamos que el niño tiene la jornada más comprometida que un neurocirujano en quirófano.Si la familia tribu fracasó y la familia nuclear ha estallado hemos llegado al paso siguiente: la familia atómica. Vamos, la familia de una sola persona.
Los célebres singles, que no es otra manera de llamar a los antiguos solterones/as y que suponen un nicho de consumo importante (cada vez menos pues también ellos cobran menos) que, además lo puede hacer todo “en su propio domicilio” desde comprar los víveres a correr diez kilómetros.Eso sí tiene que comprarse tal o cual coche para ser “libre”.
Voy cerrando antes de que suba el cabreo. La realidad es que los intereses inconfesables de la eterna minoría que, como las cucarachas, sobrevive a todo ha desnaturalizado la esencia del hombre. Animal social por excelencia, ha quedado absolutamente desconectado de sus grupos (en este caso la familia) y una vez sólo ¿hay algo más fácil de manipular que un cerebro solitario y más con la incontenible querencia hacia el pensamiento único? El bicho humano es en el reino animal un perfecto inútil en soledad, Tarzán solo hubo uno y encima de ficción, por eso se buscó y logró sobrevivir a especies mucho mejor dotadas para hacerlo. Muchos milenios después de este proceso se está logrando lo contrario: dejar sólo al individuo frente a una sociedad que le exprimirá y suerte tendrá si no muere de viejo debajo de un puente. Así la eterna minoría puede jugar con piezas sueltas al monopoly, pongo por caso, en lugar de al ajedrez donde hay muchos elementos a manejar y contrarios o por lo menos rebeldes ante esa eterna minoría.
En fin, espero no haberos aburrido mucho, y que hayais leído esto “en vuestro propio domicilio”.

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