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viernes, 23 de noviembre de 2018

EN EXTINCIÓN: LAS IDEAS


 Sí, las ideas; y es algo alarmante en grado sumo. Veamos: sin estudiar a fondo la cartelera madrileña ya nos encontramos con estos títulos que no sólo no son nuevas obras sino que, por si fuera poco, ni siquiera responden a nuestros patrones culturales. Suena muy pedante dicho así pero ¿realmente hay algo que nos vincule personal y/o colectivamente con alguna de estas historias por demás sabidas? Sin embargo, me atrevería a decir que hay algo peor que es cuando "vamos de listos" y montamos, montan los profesionales algo con pretensiones, entonces acudimos a aglutinar en un solo espectáculo las canciones de Mecano o de Manolo Escobar. Teatro "de texto" poco y predominantemente extranjero, nada malo hay en ello, desde luego pero ¿no seria algo, como mínimo, coherente dar espacio al dramaturgo español, no por español sino por responder al teatro como espejo del mundo y, perdónenme y aunque sea un clásico a mí sigue sin importarme si a Electra le sienta bien el luto o le produce flatos? ¿Hay algo peor?, sí. Un llameante "sí" que es lo que se podría llamar "el chicle mascado". Verbigratia: "La venganza de don Mendo" y "La venganza de la Petra" (obras en sí mismas interesantes por no exagerar) pero que todos los santos años se reponen una y otra y otra y otra vez.
 
No sería tan alarmante si nos limitamos a mirar el panorama español pues la cobardía propia del empresariado de cualquier campo es tradicional traba para casi todo, pero es que mirando afuera nos encontramos con cosas como "Ha nacido una estrella" que ya ha sido filmada con esta cuatro veces que yo sepa, la original con poca o ninguna música, la inolvidable de Judy Garland dirigida por Vicente Minelli y la perfectamente olvidable, es más, conveniente para olvidar, de la Gran Barbra Streisand y ahora ésta. La creación occidental, al menos lo que conozco, es un noventa por ciento "versionar", "adaptar", "poner al día". Fastuoso: poner al día a Shakesperare o a Lope, cualquier día vemos a Hamlet cantando el rock de la cárcel o doña Inés cantando la chica yeyé en "aggiornamento" vintage.
 



Para ir acabando el panorama de exterminio de las ideas nos queda lo que podríamos llamar "el refrito". Definición: cójase una idea ajena y exitosa y copia, "benditos sean mis plagiarios por que ellos heredarán mis defectos" dijo alguien. Léase: "The ring" terror nipón en estado puro con el pulso que siempre ha tenido el cine japonés y que no es precisamente el occidental, por eso asusta tanto (que en este caso de eso se trata ¿no?) y la versionamos quitándole las aristas y/o "adaptando". El fruto es una "cosa" que pierde su médula conservando un cascarón ortodoxo. "Un funeral de muerte", "Una boda de muerte" o "El experimento" son ejemplos de las carnicerías que se hacen con los originales. Duele literalmente la versión yanky de "El experimento" a la que se le arrebata miserablemente el potencial explosivo de su contenido a nivel intelectual.
En fin señores que o viene el movimiento ecológico para salvar la especie o vayamos rezando fúnebres oraciones por las ideas perdidas.

2 comentarios:

  1. Pues tienes razon en lo de lo refrito. No parece haber nada original en estas reinvenciones. Que ha sucedido con el talento local?

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  2. Local y global, por que lo de "Ha nacido una estrella" El talento local si lo hubiere queda castrado por la cobardía empresarial que no arriesga nunca en nada.

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