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lunes, 9 de diciembre de 2019

¡Llegó Navidad!

 Marramamiau remiau (o Feliz Navidad a todos en gatuno. Estoy siguiendo un curso acelerado de gatuno español/español gatuno, por si me hace algo de caso)

Decir a estas alturas que queda inaugurada en este blog la Navidad es casi innecesario. Pero esta es la fecha oficial. de inauguración. Aprovecho un momento de descanso, más bien por que si no paro me da un poncio y un soponcio, entre acabar de colocar los árboles (2) los adornos (ni se sabe) y empezar a organizar los Nacimientos (3 o 4 depende de en que estado llegue al último)
Este año me gustaría tratar todos los temas que tengo en la cabeza sobre estas fiestas, las ideas fluyen y a veces, las muy cabronas, se van para no volver. Hablemos hoy de publicidad, por ejemplo.
De entrada de cara a la campaña comercial de Navidad las televisiones se llenan de cuerpos desnudos y sexo más o más bien menos encubierto (el juego sado de la dama rompiendo el cristal con el tacón del frasco de perfume es bastante explicito, y cada año vemos un poco más de culo del cacho tío del anuncio del salto a la balsa donde una ninfa ninfómana en bikini blanco está ahí, esperándole para violarle). Bueno para no seguir en esta línea haré un poco de historia de los más memorables anuncios navideños que recuerda uno:
Coñac 501: "Es el momento oportuno de tomar 501 para tener en su mesa un coñac como ninguno" (a ritmo de Esta noche es Nochebuena"
Mueñecas famosa: Las muñecas de Famosa se dirigen al portal para para demostrar al niño su cariño y amistad", pobre crío, aquello era algo que parecía más una serie de Frankensteins que unas dulces muñecas, casi diría que a su lado Anabelle resulta inofensiva.
Burbujas de Freixenet: despiporre con pretensiones de Broodway y mucha pierna, pero mucha pierna.
La mayor infamia que se ha hecho en publicidad navideña es, sin embargo, algo muy aparentemente inofensivo: Nescafé, vuelve a casa por Navidad. Señores eso no se hace, joder -que dijo o debió decir la marquesa-, cada vez que vemos el regreso de alguien por Navidad cada uno recibe un montón de Fantasmas de las Navidades Pasadas de todos los que no van a volver. Eso, si no es delito, al menos es apología de la depresión y debería estar penado en el Código. Llorera fija si te pilla con la guardia baja. Sobre todo cuando los fantasmas que se presentan ya van pasando de veinte.
En general (salvo aquel de Monserrat Caballé con el maquillaje que parecía haber visto a Satanás, eso si, sin perder su "seny") los de Loteria Nacional suelen ser exquisitos, el de el tabernero que ha guardado el décimo a quien no lo había podido comprar de plena crisis (pregunto ¿Cuándo se ha salid por que yo no me he enterado?) era un ejemplo. Sin embargo, los de este año son absolutamente perfectos. "El sorteo que nos une" es un slogan que dice casi todo al menos de lo que venia siendo o quizás siga siendo a quien tenga alguien a quien importe, el ceremonial previo al sorteo. No puedo por menos que resaltar la humanidad de pequeñas historias cotidianas, reales por que no son nada en realidad, no cae en el sentimentalismo del Nescafé pero nos cuenta cosas que están ocurriendo -la recién divorciada a quien no se quiere perder de la familia, el noviete recién llegado, la enferma que recibe su participación de un auxiliar y con ella un ramalazo de vida -en un hospital eso es valiosísimo-. Pequeñas cosas, anécdotas diarias, sencillas, sin brillos, ni calvos, ni milagros, ni humor. Usando un título "bocados de realidad" simple, cotidiana que puede recordarnos que podemos seguir siendo humanos a pesar de lo que intenten. Creo que es una de las mejores campañas de hace muchos años (culo del cachas aparte, a ver si el año que viene se lo vemos entero)


2 comentarios:

  1. me he reido!
    Pero claro que van a tratar de vendernos algo con lo del tio que se tira al agua en ese banador minimo. Aqui ya han empezado, con un anuncio de Peloton que se ha vuelto viral de un tio que le compra equipo de ejercicio a su (ya delgada) esposa. Ni te imaginas la que se ha armado.

    Felices fiestas!

    XOXO

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  2. No me extraña. Hay anuncios infamantes como ese de ¿Por que será que cuanto más se trabaja más suerte se tiene? Con el paro y con la cantidad de gente preparadísima que deja la piel con catorce horas diarias para una mierda de sueldo, cuando se lo pagan, es una bofetada colectiva,
    Consolémonos pensando que a lo mejor el año que viene la nínfa ninfómana logra quitarle el bañador. Jejeje

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