Vistas de página en total

domingo, 14 de agosto de 2011

14 de agosto

¡Estoy de cumple!


A la hora exacta en que estoy escribiendo esto, exacta, insisto, se cumple el primer año del infarto que sacudió mi existencia colocándome en otro punto de vista de la realidad. Quería compartir estos instantes con amigos, compañeros, familiares, con la gente a la que quiero y, supongo, me quiere.

Es curioso lo que suponen las relaciones a través de la red. A menudo se siente uno más acompañado por vosotros, mis lectores y comentaristas de la red, que por los reales y tangibles, no por nada sino por que la presencia física de éstos no es siempre posible, hoy, por ejemplo, ninguno de mis amigos, conocidos y familiares están en Madrid de modo que no puedo compartir este momento. Justo en este momento (20 horas 58 minutos) comenzaba a prepararme para salir hacia el hospital. Un año después no puedo apartar esa idea de la cabeza, pero tampoco el hecho de que sigo aquí y estoy vivo. Pues por difícil que me resulte seguir, estoy vivo. Sigo vivo. Y a Dios pongo por testigo, como diría nuestra inolvidable Señorita Escarlata, que a estas horas (21 h 2 m) hace un año estaba convencido de no salir de aquel trance. Gracias a Dios, a que soy un cobarde y no quise esperar a “ver si se me pasaba”, y, sobre todo, a un equipo de médicos y enfermeras acojonante que me atendieron físicamente y aguantaron como jabatos mis neuras, sigo aquí. Sigo aquí y he vivido este año momentos como la recuperación de una amistad que creía agonizante, una Navidad en que no puse freno a mis delirios decorativo-navideños, volver a ver a un familiar muy mayor que no contaba con volver a ver –y que ahora está mucho mejor de salud que yo-, un montón de disgustos, sustos, cabreos y demás lindezas, la recuperación de una parte de mi mismo que había querido negar, una cierta forma de libertad interior, ver que algunas cosas que yo sabía y mi entorno negaba han dado la cara –y yo tenía razón, claro-, un nacimiento en la familia, dos soponcios más aunque ni de lejos de la gravedad del que ahora mismo (21 h. 10 m.) me tenía atravesando la ciudad sin creer llegar, la perspectiva de más dolor y una operación de otro asunto pero que parece ser que curaría otro problema. Claro que se han quedado en el camino muchas cosas, muchas perspectivas, muchas costumbres, pero creo que hoy, aunque he de decir que estoy en terapia psicológica por el tema, soy más persona que lo era antes de tal día como hoy hace un año. No diré que me alegro de que me diera o que ha sido una bendición, no sé lo que daría por que no hubiera ocurrido y no tener que recordar estas horas, pero sí que junto a lo que se ha llevado ha traído otras cosas, entre ellas ya no tengo tetas. Me explico, cierta pastilla que me tomaba me estaba poniendo un pechugamen digno de una estrella de cine y, como soy de carnes abundosas, no me había dado cuenta (ni yo, ni nadie) hasta que pasó esto, y me cambiaron el tratamiento y ahora ¡entro en las camisas talla seis! Yabadabaduuuuu. En fin, si no he tenido un año de amor, sí he tenido un año de vida con todo lo que eso trae y lleva. Ah, se me olvidaba una cosa que, sin embargo, sólo he compartido con vosotros, amigos de la red, he vuelto a escribir cuentos, algo que había dejado hacía años, a lo que habéis contribuido no poco con vuestros ánimos. Ahora, me gustaría estar con toda la gente que quiero y brindar por este primer año y por los, espero que muchos, años que vayan viniendo, sólo que ya no será nunca posible por que no puedo reunirme con todos vosotros, como con alguien que vive en ¡Alaska! Según dicen las tripas del blog o ese otro alguien que sigue “Mis recortes” desde ¡India! Por eso el brindis tendrá que ser virtual. Brindo por todo eso y para daros las gracias por los ánimos que me habéis venido dando con vuestras palabras e incluso sin ellas, viendo que me seguíais incluso cuando lo que contaba no era precisamente bueno. Espero no haberos aburrido mucho hoy. Vivo y levanto la copa con vosotros por ello. Muchas gracias.

4 comentarios:

  1. Y que cumplas muchos mas.
    Yo intuyo que si que has mejorado mucho en muchos aspectos. Y me alegro.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Uy, llego un día tarde a la fiesta, pero creo que todavía estoy a tiempo de felicitarte por el aniversario de tu nuevo nacimiento. Bueno, sólo tú sabes el infierno que has pasado, pero seguro que eso te hará vivir ahora con más intensidad muchos detalles de la vida. La cardiología está muy avanzada, y hoy en día un infarto es perfectamente superable. E imagino que una buena dosis de alegría contribuye también a ello. Pues aquí estamos esperando por tus nuevos relatos, a ver con qué nos sorprendes, jeje. Si no te importa, he traído a un buen amigo a la fiesta, que quería decirte algo, ;-). Pues eso, Joaquín, felicidades, un beso y un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Muchas felicidades (más vale tarde que nunca)

    Es bueno que recuerdes ese día, porque de alguna forma renaciste... yo también me siento más acompañado con los amigos de la red... gracias por tu amistad amigo, es un placer leerte.

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  4. el mio quedó sepultado allá por el 2003, así que verás como poco a poco te irá pasando lo mismo.

    ResponderEliminar