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domingo, 21 de agosto de 2011

Soy creyente pero y 3

Unas últimas reflexiones sobre la JMJ de la que estoy hasta… ahí mismo.


Por primera vez en las nosecuantas visitas pastorales y pontificias al (todavía) Muy Católico Reino de España (a pesar de haberse reducido un 24% en cinco años las “vocaciones• y otra cifra semejante la de quienes se confiesan creyentes (sin el matiz de practicante) ha habido una clara contestación popular. Nunca se habían visto protestas tan claras, en todos los niveles y menos aún en la calle y no me refiero a los manifestantes sino a quienes tienen los destos como para “significarse” (de jóvenes a todos nos dicen “Pepito, no te signifiques”, o sea: sé como todos, no pienses por cuenta propia, ¡mira que si tienes una idea!) colgando de sus balcones y ventanas cosas como éstas que entre ayer y hoy he fotografiado en un par de breves recorridos por el centro de Madrid. Claro que son más quienes para “ser como el rebaño” han colgado banderas papistas y esa cosa que no queda claro que es que dice “acogida”, pero es que ellos no tienen que enfrentarse a nadie y, además, tienen que demostrar que son moralmente superiores.


Voy a pasar por alto la suprema blasfemia que supone decir que “han venido a ver a Cristo” ¿in person? Sin embargo, no voy a pasar por alto la vergonzosa exhibición de guardaespaldas de anteayer en Cibeles en la llegada pontificia al Via Crucis, esta vez de quince estaciones para poder meter de clavo una imagen de la Dolorosa, traída desde Sevilla (me parece muy bien que se venere la figura teológica y religiosa de María y más en esta “Tierra de María Santísima”, pero de ahí a incluirla en una estructura cerrada como es un Via Crucis. Vale, lo pasaré también por alto) Esa exhibición de guardaespaldas era al mismo tiempo una exhibición de miedo y de algo que se podría decir más o menos así “mira, oh Mundo, cuanto nos persiguen en España que nos vemos obligados a llevar a estos trajeados custodios” Cuando lo cierto y verdad es que él único que planeaba un atentado de Dios sabe qué consecuencias era uno de sus “Voluntarios”. La idea se remata cuando se dijo que la Cruz de La Juventud la portarían entre las estaciones jóvenes de países en que la Iglesia estaba pasando un mal momento, y hubo un tramo llevado por españoles. ¿Ahora? Cuando la Santa Madre está ganando poder por días. Quizás esa sea la clave que es Santa Madre y el deber de todas las santas madres que en el mundo han sido es decir que no a todo y después rematar con cara de mártir “una madre es para cien hijos pero cien hijos no son para una madre”.
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El País Madrid 19 AGO 2011 - 19:25

4 comentarios:

  1. En fin, Juaquin...esto es pasajero y lo mejor, es que tristemente no llevará a nada. Todo este tipo de espectáculos quedan en eso: en puro espectáculo. Con el paso del tiempo, ni esos mismos jóvenes mostrarán interés... es lo que tiene ir perdiendo la ignorancia juvenil con los años.
    Buena entrada. Y fotos muy, muy reveladoras.
    Un abrazo!

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  3. Se fue, se fue, se fue......, Madrid daba miedo y eso que sólo lo vi y de forma pasajera por la tele, menudo agobio y hartazgo, y lo de la tele pública, eso ha resultado infecto, sí con todas las letras.

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  4. Que vergüenza ajena da ser testigo de toda esa incoherencia, ojalá todo ese recurso humano y económico sirviera para algo importante... en fin.

    Abrazos.

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