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lunes, 18 de junio de 2012

Ahora resulta que...


Francamente, perdón, sinceramente estoy asustado. Sí, sí, asustaico del tó.
Empavorecido por que “ahora resulta que…”
No, no puedo ni siquiera pensarlo. Me estremezco hasta los tuétanos, los centros y los pulsos.
Vamos allá, como dijo María von Trapp: “no perdamos la calma ni los pantalones”.
Claro que como dijo Jack el Destripador: “vayamos por partes”.
Ya sé que es chiste fácil pero es que viene a cuento por que lo que me tiene acoquinaito der tó tiene varias partes y/o episodios.
El caso es que lo primero que se me viene a la cabeza es una vieja copla, sí, hasta ahora lo he mantenido oculto al mundo, pero ya no puedo más: ¡Me gusta la Copla! Sé que no es de buen tono, que quedas casposo y anticuado cuando no se te tacha de facha cosa que, francamente, perdón, sinceramente me trae sin cuidado. Pero de la Copla ya hablaremos más despacio. El caso es que en este trance que vivo no hago si no recordar el estribillo de una de ellas, por desgracia, como dijo Wilde, no de las mejores:
Solo te quiso en la vida
Solo te quiso en la vida
Quien te dio el escapulario.

Por supuesto, Daumier ¿quien si no?
 Bueno, el caso es que desde mi infancia hasta mi juventud teníamos un medio pariente a quien según fui creciendo fui considerando un semidelincuente, maltratador, estúpido, avaro y, sobre todo, altamente irritante. Muy altamente irritante. Por alguna razón parece ser que este señor me quería mucho, lo cierto es que yo era un niño encantador, sigo siéndolo aunque se empeñe todo el mundo en negarlo. Faltaría más. El caso es que cuando llegó el momento en que tuve que elegir este hombre, a quien nunca tuve más respeto que el socialmente correcto, pero nada más, se empeñó en que me metiera abogado. Podría decir que respeto mucho a los abogados, podría, y podría decir que respeto mucho las leyes, podría. Claro que podría. Cosa más fácil, pero algo me diferenciaba ya entonces de ese hombre: nunca he sido un hipócrita.

-Te haces abogado, luego te metes en el Movimiento y te haces concejal y así te dedicas a forrarte recalificando –me decía.
“Ahora resulta que…” casi cuarenta años después uno tiene que cantar aquella copla tan sentía que dice:
Solo me quiso en la vida
Solo me quiso en la vida
Quien quiso hacerme abogado.

 Así que, siguiendo con las coplas, ahora que ando naufragando por los cincuenta me acuerdo de aquel cantar. Sin embargo, no es eso lo que me asusta. Lo que de verdad me tiene más aterrado que un examen de Latín es otro cierto recuerdo.
Yo tenía trece años y “él quintuplicaba mi edad”, corría el año 72 y los Juegos Olímpicos de Munich de infaustísimo recuerdo. El secuestro y asesinato de los atletas israelitas marcó a los adolescentes de la época, ¿Qué voy a contaros de aquella catástrofe íntima en un acontecimiento que nos vendían como el compendio de lo mejor del hombre?

Acababa de leerme yo una novela que se titulaba “El sol de Olimpia” que trataba sobre un auriga de los juegos de la Antigüedad. Munich se presentaba como el culmen de la modernidad, Mark Spikc, un, ahora imposible, nadador con pelo largo y bigote, se imponía en la piscina como rey de los Juegos o poco menos. Entonces el mazazo de Septiembre Negro. Aquel hombre promovió un candente debate pues él acusaba directamente al nazismo alemán de colaborar con aquella barbarie y el resto de la familia sostenía que aquello era lo último que quería y le convenía a Alemania.

“Ahora resulta que…” ayer salió esta noticia en Público:
Neonazis alemanes colaboraron con Septiembre Negro en la masacre de los Juegos de Múnich
Proporcionaron armas y pasaportes falsos al grupo semanas antes de la matanza, según informa 'Der Spiegel'
http://www.publico.es/internacional/437297/neonazis-alemanes-colaboraron-con-septiembre-negro-en-la-masacre-de-los-juegos-de-munich
Aaaaaaayyyyyyyyyy “que razón tenía la pena traidora”que decía otra copla desgarrá.

 
Pues bien, he aquí lo que me aterra: si este hombre tenía razón en esto ¿en cuantas cosas más tendría razón y hemos de comprobarlo?

5 comentarios:

  1. Joaquin, esas largas tardes de verano...

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  2. Qué sabe la gente, Joaquinito. Mira que dicen y dicen, mira que la tsrde aquella...
    Ni septiembre negro ni neonazis. Sin siquiera temblarle la mano los mató Lola Puñales.

    Un abrazo

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  3. David: aquellas tardes para mí carecen de la nostalgia que deberían tener.
    Gracias por leerme, un abrazo
    Uno: veo que no soy yo el único pero te confieso que yo sospecho también de Candelaria la del Puerto y de La Guapa.
    Un abrazo y gracias por leerme.

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  4. Qué sabe nadie, saber no se sabrán, pero la vida anda llena de sorpresas y a veces atar cabos es peligroso o más que peligroso lleva a conjeturas que nuestra conciencia niega, pasa el tiempo, las cosas salen a la luz y te das de morros con la realidad.

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  5. Jamás pude investigar sobre ese suceso, creo que hasta existe una película sobre eso que tampoco pude ver... veo que fue algo mucho más delicado de lo que me imaginaba.

    Un abrazo.

    p.s. Siento mucho mi larga ausencia, trataré de estar presente más a menudo amigo.

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