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miércoles, 27 de agosto de 2014

El Hada Verde



Siempre que intento escribir algo me pregunto cómo pueden escribir libros y libros de montones de páginas (incluso contando con “taller”) a mí parir una página me cuesta Dios y ayuda. ¿Cómo lo hacen ahora? No lo sé, ni siquiera sé si quiero saberlo pero a menudo pienso que deben meterse algo, más bien mucho. Últimamente, el último año especialmente, estoy sumergido quieras que no en el universo impresionista en el cual entra de oz y coz, guste o no el universo de Zola. Íntimo de algunos de ellos como Cezzane o Manet, Zola era un burgués sin ningún sentido del humor pero que reflejó todo un mundo en unas obras ante las que uno, yo, cae de rodillas. El universo del Segundo Imperio sin Violetas Imperiales, Eugenias y brujas granaínas ha quedado fijado en sus obras. Bueno, quiero decir con todo esto que empiezo a vislumbrar entre lo que unos pintaron y otros escribieron que sí, que se meten, incluso aquellos genios se metían. Claro que ahora se esnifa cualquier mierda química y ellos, gente con clase, savoir faire y, al fin y al cabo genios, se ayudaban con “El hada verde”. Nos pongamos como nos pongamos ya hay un abismo entre polvo cortado con jabón lagarto a “El hada verde”.
Obra de Albert Maignan sobre el Hada Verde
 Obra de Viktor Oliva sobre el mismo tema, en ambos caso la cosa se ve que va a acabar mal.
Así llamaban a la absenta, licor de altísima graduación alcoholica que llegó a ser prohibido en muchos países y cuyo efecto era diferente en cada persona, en algunos lucidez, en otros euforia, en otros pues el más o menos clásico viaje. El resultado final para el consumidor pues era el de todas las drogas. Sin embargo, está claro que también como tantas otras drogas han colaborado por lo menos a mantener despiertos a los escritores del XIX aunque fuesen causa de su fin más o menos trágico como el caso, “el misterioso caso de Edgar Allan Poe”, cuya muerte nunca ha sido del todo aclarada. El caso es que la absenta ha dejado huella en las artes, primero en la publicidad, pero también en la pintura y no me cabe duda que “La taberna” de Zola está basada en el progresivo y rápido deterioro de esta bebida y no tanto de otras que los protagonistas consumen a mansalva.
No recuerdo exactamente con qué palabras el zorro le dice al Principito que es necesario el rito, las formas, la liturgia de cada cosa. Algo que parece que hemos olvidado, queriendo convencernos de que lo importante del cine es la película y no las palomitas y la compañía, que lo importante de los grandes acontecimientos de nuestra vida están al  margen de nuestra forma de vestir, que da igual presentarte en casa de tu novia con pantalones pirata y oliendo a choto por que lo importante es el acto de conocerles. Pues no. Todo, y digo, todo, debe tener su rito. Ponerse una camisa un poco mejor para ir al teatro, unos pantalones largos para ir al médico, en fin, la liturgia de cada acto lo completa y hasta cierto punto justifica. Sin la liturgia de las damas del XIX de lucir sus mejores galas en las óperas no se habría escrito más que las barrocas y esas por que eran palaciegas. Pues el hada verde tiene su liturgia que empieza en la copa que no es corriente sino que como vemos tiene una especie de globo que contiene el licor, sobre la copa se cruza una cuchara triangular y artísticamente perforada (parecida a lo que sería el artefacto de repartir tartas de un juego infantil) donde se coloca el azúcar y se vierte el agua sobre el azucarillo. Algo así, en alcoholico, como la ceremonia del té. Navegando por la red se encuentra uno de tó y me he ido encontrando estas imágenes que no dejan de ser fascinantes y de ahí esta entrada a medio camino entre lo literario, lo histórico y lo bello. 









2 comentarios:

  1. Nunca he probado la absenta, aunque por aqui en mi tierra existe algo que debe ser lo mismo o parecido llamado barretxá y que los recogedores de naranja tomaban (y toman en menor medida) en ayunas para "soportar" el frio en aquellas tabernas que poco a poco van pasando tristemente a la historia.

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  2. Qué importante es la liturgia y que ignorada. No me extrañaría que se poga de moda el hada verde de nuevo. De hecho, deberías lanzarla tu y forrarte.

    Un abrazo

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