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jueves, 20 de agosto de 2015

Lina Morgan

Hace un tiempo anuncié que iba a dejar de hacer este tipo de entradas, de despedida de nuestros queridos cómicos. Sin embargo, hoy tengo que saltarme esta norma, sin que sirva de precedente. ¿Por que? Pues por qué Lina era algo más que una "cómica" e incluso que "un pedazo de historia de nuestro teatro". Lina era y seguirá siendo parte de mi Madrid, quizás no del que creemos ver bajo la apariencia pseudomoderna que no es más que un cascarón que no nos encaja del todo bien, pero sí del otro, del que al entrar en un bar por segunda vez te preguntan "¿Qué, lo de siempre?" y a la tercera ya ni preguntan, ese en el que puedes pasarte años hablando a diario con una persona e incluso entablar una seria amistad sin preguntar a qué familia pertenece, ese en el que nadie parece haber nacido, ese donde al frío llaman "fresco", ese en que nadie se sabe el nombre de las calles y los madrileños fetén se orientan por estaciones de metro o bares. 
El personaje creado por ella, la solterona beata y desesperada, y su propia persona componen lo que es el alma de mi ciudad. Pueblo un tanto primitivo y delicada elegancia, a veces en la misma persona. Picardía siempre en el borde de lo chabacano pero sin rozarlo, el tango aquel de "hoy me remango tirándome al fango como en carnaval", por ejemplo. Esperpento entrañable, el personaje y la ciudad. Ciudad en la que cabe todo y todos, como su humor del que no escapaba nadie del más bajo al más intelectual, como Madrid, como mi Madrid. 
Ella prolongó un género agonizante, la Revista, creando otro propio en el que ella y solo ella podrá desevolverse. Ese género que hoy ha muerto, que ya no era revista pero conservaba el aroma de las grandes revistas. 
Como actriz de cine o de televisión creo que fue lamentablemente desaprovechada.Sobre todo en cine. La propia naturalidad que tenía en escena y fuera de ella le daba una enorme cantidad de registros que fueron pasados por alto. Tampoco la ayudó el cine de la época que le tocó en el séptimo arte pero siempre será una pérdida irreparable no haberla visto en un drama al margen del "personaje Lina Morgan". 
Si os fijáis en la etiqueta no pongo "despedidas", por que no creo que nadie se despida de ella. Ha llegado muchos años y muy profundamente a muchas generaciones al corazón arrancándonos lo más dificil de este mundo, una risa, una carcajada y el olvido durante dos horas de la carga de vivir,.

2 comentarios:

  1. Una enorme cómica. Una artista irrepetible que hizo de sus limitaciones un género propio. Pocas como ella han tenido una despedida tan calurosa y han generado tantos elogios desde tan diferentes ámbitos de la sociedad.
    Creo que, también, porque supo, como casi ninguna en este pais, retirarse discretamente cuando tuvo que hacerlo.

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  2. Que más añadir, no soy madrileño, soy del Sur y para mi no era "extranjera" me resulta entrañable como la acunas como símbolo y fruto local. Leí en algún sitio que mientras mas local y autentico es algo o alguien, mas universal resulta, quizás por eso.

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