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miércoles, 16 de enero de 2019

ELOGIO DE LA PORNOGRAFIA

(Por algún error mío la entrada de este título no se corresponde con el texto y el texto se ha perdido. Estuvo unas horas pero algo debí hacer mal pues en mi registro no aparece como entrada sino como borrador. Por eso lo vuelvo a subir corregido levemente y con alguna imagen más)
Cuando yo estudiaba la carrera de Historia del Arte parecía que era imposible saber hacer la O con un canuto si no te habías leído y mejor si te lo sabías de corrido “Erasmo y España”. Sin duda apasionante pero desde luego un ladrillo insufrible para quienes nos íbamos por otros derroteros. Así que en mi supina ignorancia dado que ni me leí (ni lo intenté) ni me aprendí párrafos de memoria vagaba sin rumbo por las tinieblas del no saber. Afortunadamente, o no, que vaya usted a saber, tenía una amiga chiflada, tanto que está trabajando en Bruselas en la UE, no digo más, que se empeñó en me leyera “El Idiota”, que no lo consiguió, “El Señor de los Anillos” por lo que he de estarle eternamente agradecido y “algo de Erasmo” Ese algo resultó ser un texto corto, por lo menos en relación al Ladrillo citado, titulado “Elogio de la locura”, algo que resultó ser un clásico y encima divertido. Pensando, pensando, se me ha ocurrido que si alguien tan serio como el pensador Erasmo de Rotterdam se dedicó, cargado de razón, a elogiar algo tan por definición delirante como la locura. En suma, elogió lo que no tiene defensa –es una boutade pero dejad que siga y veréis por que- ¿Por qué no yo, pobre aunque nada humilde cavilador ya que no pensador, no podía elegir un tema tan menor como la Pornografía, con Mayúsculas, por qué sí.
En general me puede el rigor y muy especialmente una visión que procuro antropológica del arte y sus manifestaciones. Desde mi punto de vista, nada humilde, repito, el mono más o menos peludo o depilado que se puso a dos patas y acabó convirtiéndose en un “animal político” (expresión tan clásica como redundante) tiene en la base de todo proceso del tipo que sea en la visión del animal, manada, camino del humano, tribu o clan. Veamos pues. El pececito sale del agua y se va haciendo humanoide y como tal comprende sus necesidades básicas: agua, comida, cobijo. En alguna parte de ese cerebro que evolucionaba a marchas forzadas (ahora parece involucionar a la misma velocidad) existía y existe un fondo mágico uno de cuyos pilares es la llamada por imitación de lo deseado. Seguro que hay un nombre más científico pero no está a mi nivel. Vamos, que el hombre necesita comer –antes de hacerse sedentario comer era cazar- pues pinta bichos comestibles, cazables si se pudiera usar el término. Una vez invocado mágicamente por las artes rupestres el alimento ¿Cuál es la segunda necesidad imperiosa del humano?: el agua, sí, pero no dibujan agua, ni casitas, ni entradas a cavernas ni cosa parecida. Lo siguiente que el humano representa es el sexo. Sin más. Incluso en las escenas de caza se ocupan de destacar frecuentemente lo que hay entre las líneas de las piernas dejando claro a: la importancia que le daban y b: que eran unos superdotados o unos fantasmones de cuidado.  En serio, el tema siguiente es el sexo a través de las famosas Venus. Según leí hace un tiempo, si se le pide a una mujer en avanzado estado de gestación que dibuje su cuerpo como “lo siente” no como lo ve ni como “lo sabe”, el resultado es una imagen muy parecida a las de dichas Venus. Es evidente que la fertilidad, quizás aun separada del sexo en la mente del bicho humano, es valor prioritario. En cuanto ambas realidades se unen la prioridad es absoluta. No ha habido una sola civilización que no haya dejado huellas de la sexualidad más bien explícitas, incluso los rígidos egipcios se ocupan de dejar claro que no eran sólo sus obeliscos lo que mantenían rígido, y no sólo de las formas más ortodoxas. No sólo no ha habido civilización que se haya mantenido al margen de esto –otra cosa es que se ocupen ahora de ocultárnoslo- sino que el primer tema de cada una de las artes que han ido apareciendo a lo largo de la historia ha sido el cuerpo humano, muy por delante de cualquier otro. Primero como estudio y, en rápido y clandestino, paso, como representación del goce sexual. Por decirlo de algún modo es el primer “género” que se define como tal en cada una de las artes plásticas.


 
 Copa Warren
“Pornografía”: del griego prostituta dibujada o algo parecido. Ah, todo lo bueno nos llega de Grecia pasando por París. Ellos tenían sus esposas decentes, sus hetairas, sus “porné”, sus efebos y sus ligues (de ahí lo de “el griego” para referirnos precisamente a lo que vemos en esta imagen (que se escamotea rigurosamente de los libros de arte) Además, y como paso previo, está el desnudo que admite muchas más lecturas, del propio estudio anatómico a interpretaciones religiosas o mitológicas cuando todo se reduce a la admiración por la belleza del cuerpo humano.
Al margen de barbaries como la pornografía infantil ¿Qué tiene de malo la pornografía consentida? (ojo al matiz, no hablo de grabar violaciones o snuff movies, que para eso ya están los móviles de los adolescentes que tan poco preocupan a los biempensantes) En esta p… vida cada uno ha de jugar con las cartas que le tocan, y dentro de esas con las que le dejan. Si a unos las cartas fueron dos doses, un cinco y dos cuatros, pues hala, ajo y agua hermano, a otros les tocan ases, pero no les toca jugar, a otros con una pareja de reinas ya son los reyes del mambo (y no metafóricamente) Bueno, pues si a algunos les ha tocado tener unos físicos adecuados para el porno y la capacidad –sin pudores ñoños de novicia mojigata- de practicar sexo delante de una cámara, un pincel, unos focos, un formón o cualquier otra herramienta de reproducción de la imagen, esas son sus cartas. Pueden hacer dos cosas, quedarse en casa fracasando en todo lo que intenten o bien aprovechar mientras puedan esas cartas. La pornografía per se sin añadidos sociales que no tienen por qué ir añadidos, como drogas (que también los “deportistas” van cargaditos) y malos rollos, ejercida libre y voluntariamente no tiene nada de malo. Lo diga quien lo diga. “Comercian con su cuerpo”, naturalmente, seguro que Ronaldo comercia con su capacidad intelectual. Todo el mundo comerciamos con nuestro cuerpo y sus limitaciones. “Pervierten a la juventud”, si a un tío de 17/18 años le pervierte unos cuerpos practicando sexo, es que o ha estado en una campana de cristal o no tiene los instintos naturales de un cuerpo bien formado, se impone una visita al médico. Si hablamos de menos edad no es la pornografía quien les pervierte sino quienes no se ocupan de educar y vigilar, y ahí nos metemos todos. Aun así,  les “pervierte” unos cuerpos gozando y no les pervierte ver cuerpos destripados, escenas de violencia extrema e inducciones al suicidio, abusos a menores y la impunidad de todo eso. Y no estoy hablando de gore, hablo de un informativo corriente y moliente, de los cotidianos.
Aun diría más. Algo extraordinariamente positivo debe tener cuando todas las dictaduras y regímenes totalitarios, todas las religiones monoteístas, (que en lo espiritual vienen a ser las dictaduras divinas manipuladas y tergiversadas por hediondas manos humanas) y cualquier forma de autoridad absoluta, la persiguen, la condenan y hasta si no nos andamos con cuidado acabamos en la hoguera  todos.
El flagrante y aun sangrante caso de Trumbl es una prueba de ello. Un niño en la India fuma cinco paquetes y lo suben a internet y es una “información” cubierta por todos los telediarios. Que en China se censura la red “Válgame la Macarena, que atentado contra las libertades”, que unos listillos que se pasaron de idem reclaman a un estado por una estafa de la que no es responsable, pues diez años de coñazo informativo. Millones de personas que gozan en el sentido no sólo físico, de una red inmensa de imágenes entre las que ¡oh, pasmo! Están las de, por ejemplo, el San Martin partiendo su capa con un pobre, o la infinidad de San Sebastianes que han dado las artes, donde están igualmente recopilaciones con valor sociológico (hablo de por ejemplo las portadas de las novelas de los 50) y autorretratos de lo más recatado se ven despojadas de ese caudal visual por qué sí, entonces los medios calladitos como putas. (Con el debido respeto a estas señoras que no se merecen los medios)

Olympia de Manet
 El desayuno en la hierba de Manet
 Si un Angel de Caravaggio, un San Sebastián de Carreño o unas fotografías de George Platt Lynes son consideradas pornografía o “material para adultos”. Pues señores míos, viva la pornografía. (Por cierto a Manet se le acusó de pornógrafo por estas dos imágenes y no por lo que no llevaban puesto sino precisamente por lo que sí llevaban (La Olympia, esa cinta al cuello y El almuerzo por que los hombres iban vestidos) Pues nada, seguiremos viendo en los informativos de máxima audiencia lindos gatitos, persecuciones en yanquilandia y sin poner remedio a todo lo citado pero no nos daremos por enterados de este ataque, quizás el primero de muchos, que desde el mal llamado Primer Mundo se ha lanzado contra la libertad de expresión. Mañana una empresa de este tipo elimina los archivos de, pongo por caso, nuestra Guerra Civil y ya para medio mundo no ha ocurrido y dentro de dos generaciones ni siquiera para nosotros será más que una especie de mito. Nadie hará nada para evitar que esos archivos desaparezcan, empiezan por jugar con la falsa moralina y ganan un paso, ¿Cuál va a ser el siguiente? ¿La polio?, perdón, ese no, por qué ya se dio mucho antes de internet. ¿El Holocausto?, ¿Negar las bombas de Hiroshima? “No me importó que vinieran por los judíos por que yo no soy judío, ahora vienen por mí”. Alguien lo dijo y parece que, como en las coplas, nadie se ha querido enterar; y ahora vienen por nosotros.
El pífano de Manet, un niño de tantos enviados al frente que a nadie escandalizó

2 comentarios:

  1. La pornografia esta en el ojo del que la ve. A mi, todo lo que tenga que ver con hombres adultos ligeros de ropa (ya sea en posicion griega o no) me encanta.

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  2. No podría estar más de acuerdo. La desnudez humana es una de las más bellas obras de la naturaleza y además imprescindible para la continuidad de la especie. ¿por que no recogerlo en las formas artísticas?

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