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martes, 30 de abril de 2013

La verdadera riqueza.

Hay un antiguo cuento zen que se titula "La  verdadera riqueza". Cuenta que un comerciante muy rico estaba preocupadísimo por conseguir no ya más riqueza sino la suficiente para quedar tranquilo sobre la posición de su familia para siempre. Asi que acudió a un famoso monje zen a que le ayudara a encontrar el modo o la clave para conseguirlo. El monje, después de pensárselo mucho, escribió cuidadosamente este poema:
Muere el padre
Muere el hijo
Muere el nieto.
El comerciante, naturalmente se indignó y le echó en cara al monje que en lugar de ayudarle le quería desmoralizar y muchas más cosas. Finalmente dejó al monje hablar.
-Escucha. Lo que he escrito es la única y verdadera riqueza. Imagina que muere el nieto antes que el abuelo, ningún bien podrá hacer feliz a la familia.
Más o menos es lo que quiero decir con las dos imágenes que encabezan esta entrada. La única riqueza real la posee el hombre de la primera imagen y no hay mayor miseria en el mundo que la aplasta a los muchachos de la segunda imagen. Enfermos de poliomielitis. Es curioso que nadie hable ni el inmenso caudal de riqueza de quienes se asemejan al primero (aunque no sean tan perfectos) ni menos aun se acuerde de la cloaca de miseria que arrastra a quienes se asemejan a los segundos, nada hay, ningún bien material, ninguna cantidad de dinero, nada, nada hay que les arranque de esa miseria física. Radical, absoluta, brutal, ignorada y olvidada.
"Afirmar que la polio es quizá la primera enfermedad, perpetuada por los intereses del capitalismo salvaje, es la mejor forma de resumir la bazofia que la rodea: En su prevención, tratamientos, el abandono médico de sus victimas, la siembra de mentiras, confusión, el silencio, la complicidad de los poderosos. Comprenderla íntegramente es más complicado que el tema de las preferentes. Definitivamente ciudadanos indefensos, ante los intereses de los poderosos. Erradicarla imposible con la vacuna oral y la forma en que la utilizan".
Este comentario ha sido publicado sobre un artículo del diario EL PAÍS, Hilary Koprowski, creador de la primera vacuna de la polio.
(Recojo estos dos últimos párrafos de http://poliospain.blogspot.com.es/)
Por eso es necesario resaltar noticias como esta:
Por que no se puede arrancar la miseria de los cuerpos torturados por esa enfermedad ni en los paises subdesarrollados ni en la arrogante civilización capitalista del primer mundo, pero si se puede -y se debe- evitar que ponga sus malditas garras sobre nadie más. Quizás así tengamos todos, sin excepción, un poco más de esa verdadera riqueza.

4 comentarios:

  1. Cari... es un tema de aristas, complejo, todos deberiamos tener derecho a a sanidad pública univrsal como la gozaba hasta hace poco España con calidad.. pero la medicina es un supernegocio y depende de que lado estas es la opinión, medicos, enfermeras, centíficos y laboratorios velan por sus intereses por sobre la vida, así es y no parece cambiar.

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    1. Afortunadamente Bill Gates y el otro millonario cuyo nombre no recuerdo no están dispuestos a que eso siga así, además al negocio le interesamos todos vivos, consumimos más medicación. Los afectados de polio, si sobreviven a los primeros embites, viven un treinta por ciento menos. O sea un treinta por ciento menos de años consumiendo.
      Eso desde el punto de vista cinico comercial, ni quiero tocar el político. Por cierto, en España todavía -aunque en desmantelamiento progresivo- queda mucho de esa sanidad, no gracias a la gestión sino a los profesionales que literalmente se dejan la piel en ello. Ejemplo: la última consulta de cardio. La jornada acababa a las tres para todos, entré a la consulta a las cinco y allí nadie había abandonado el puesto, el médico ni siquiera había comido un par de sandwiches envasados que tenía en la mesa. TOdavía no han podido con ellos. Lo que es justo hay que decirlo.
      Un abrazo y gracias por tu comentario que añade un punto de vista más a la entrada y que a mí se me había pasado por alto.

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  2. No cabe duda de que la salud es nuestro mejor tesoro por eso no hay que ceder ni un milímetro en lo que afecta a este tema. No puede ser un negocio.

    Un abrazo

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  3. Baso medio lleno, baso medio vacío, que poco nos acordamos de las realidades circundantes, hablamos de solidaridad y el fondo sólo es una pantomima navideña que me llena de asco, así lo digo, me cansa y aburre la hipocresía social en que vivimos y cada vez tengo menos tragaderas, aunque reconozco que ahora esa hipocresía es más visible al estar más cerca, al estar en casa, lo cual me lleva a no querer pensar en lo que sucederá aquí dentro de poco. Pero no tengo ganas de deprimirte, que al final acabaremos llorando los dos.

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