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jueves, 26 de junio de 2014

De Coronaciones, Proclamaciones, Republicanismo y Ciudadanía, o sea, yo.

He de reconocer que hace demasiados dias que no apararezco por aquí pero todo tiene su porque. O no. Todavía no lo sé. Quizás sea todo cuestión genética. Por empezar por algún punto de mi carga genética hablemos de la Noticia Madre: la Coronación o Proclamación.
En mi interior anida un pájaro de dos cabezas, por un lado la testa coronada de mi abuelo amante de dinastías, títulos, grandezas de España y demás, apasionado de todo ello y de por que el duque de tal es además marqués de nosecuantos desde que caso el s. IX con alguien. Me pierdo. No puedo meterme en páginas de la red que traten estos temas por que no haría otra cosa ni puedo empezar a leer por que no leería otra cosa y además no se me olvida con lo que almacenar libros que no necesito volver a leer es absurdo. Por eso dígo que soy monárquico por tradición, cosa genética más que racional. Donde esté una buena Princesa de las antiguas que se quiten todas las Carlas Bruni o Jackelines Kennedy-Onassis.
El conflicto viene de que el pájaro tiene dos cabezas y la otra lleva gorro frigio, es la de mi abuela. Una más de los millones de derrotados, humillados y burlados de la guerra. Así que cuando gana el gorro frigio, y cuando no, comprendo y comparto las bases del republicanismo. El cargo por sangre y no por méritos realmente un argumento de mucho peso pero sólo de lejos. Si se pertenece a determinadas familias que no son necesariamente los borbones (poned las que conozcais) se tiene garantizado el cargo, la beca, y hasta la puta si fuere menester. Quizás fuera conveniente empezar antes por eliminar los caciquismos y oligarquías seculares de este país antes de cambiar el sistema político.
Pero, vamos, que lo importante es que las niñas estuvieron monísimas, que se portaron muy bien, que Letizia fue sobria y que Felipe Juan Froilán de todos los Santos se pasó el día haciendo fotos. Ah, y que esto vale para dar tema a los tertulianos descerebrados que pueblan nuestro país en un sentido o en otro durante muchos meses y más ahora que la Selección, La Roja (curioso que la llamen así cuando representa a un país "gobernado" por quien lo está), ha sucumbido ante las hordas bárbaras. 
Pan y toros, a nuestro nuevo monarca, Felipe VI, no le gustan los toros como tampoco es espectáculo de la que llamaré Reina Madre, Doña Sofía. Algo se va ganando. Sé, sabemos, que no gobierna, pero a lo mejor en la medida de lo posible comienza a centrarse en el otro platillo de la balanza, el pan. Si se lo toma en serio, difícil lo tiene, pues enfrente tiene al neoliberalismo de la tatcher (ya sabéis que no escribo ese nombre en mayúsculas) en todo su poderío. Casi tan omnipotente como Luis XVI antes del Juramento del Juego de Pelota. Si decide, ir sobreviviendo sin hacer ver que conoce el problema por lo menos, difícil lo tiene pues la plebe, la canalla, no va a mejorar la opinión que viene creciendo desde aquello de los elefantes. ¿Por que será que a todos los poderosos les gusta matar una cosa u otra? No le envidio la corona. No, gracias.
Patéticos en cambio resultan los republicanos con actuaciones, manifestaciones y proclamas que siendo sensatas y respetables se hacen a destiempo, fuera de lugar y con las peores palabras posibles. Ver Jorge Verstrynge que nació políticamente en neofascismo francés y que ha pasado por todos y digo todos los partidos del arco democrático español detenido con su camiseta republicana y haciendo declaraciones sin que nadie de los republicanos serios le desmarque de la política coherente del republicanismo sería un chiste si no fuera una tragedia nacional por lo que demuestra. Me van a perdonar una afirmación que parecen haber olvidado todos: la Republica es una forma de gobierno, no necesariamente progresista o de izquierdas. Hitler llegó al poder en una republica, y Lutero King nació en otra. No veo yo mucha diferencia, la verdad.
También me van a perdonar, si quieren y si no que les den, los dirigentes de la izquierda que les recuerde que lo que queda es la forma. No digo yo que haya que ir de Armani pero una americana y una corbata aunque sea floja nunca han matado a nadie y hace buen efecto en las viejas del país que son quienes deciden con su inmensa mayoría de votos. La forma, las formas y las actitudes, pueden en sí mismas envolver un mensaje vacío de contenido o colocar al oyente-contribuyente contra un mensaje magnífico. La historia está llena de ejemplos. Democráticamente sólo han ganado en las urnas viejos, chulos, o guapos. Lease Churchill, Berlusconi, Kennedy. Ah, y también aquellos que han sido votados por un país donde se han quedado sin políticos ni viejos, ni chulos, ni guapos, lease ... el que queráis leer.
De momento el estandarte de Felipe VI ha pasado de tener fondo azul a tenerlo carmesí, proceso inverso a los autobuses de Madrid. Algo es algo.

2 comentarios:

  1. Comprendo tu bicefalia. Yo no soy monárquico ¿Me convierte eso en republicano? No me siento tal cosa, seguramente porque soy alérgico a estabulaciones de cualquier tipo. Pero pienso que, sorprendentemente, en este siglo los reyes siguen manteniendo su aureola y su popularidad a nivel global. Aprovechemos pues la que tenga Felipe VI y de paso amorticemos lo que hemos invertido en prepararle para eso, que ha tenido que ser una pasta. Por otra parte creo que hay aspectos del sistema mucho mas importantes que renovar. Que no se encasquillen las reformas en este tema tan facilón.Tiempo habrá.

    Un abrazo

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  2. Lo malo es que no lo hay. El desmantelamiento del estado a cargo de cierta gentuza lleva tal velocidad que cuando queramos reaccionar ya no habrá herramientas, ni derechos, ni siquiera, posiblemente, salarios si nos atenemos a las declaraciones del jefe de empresarios y su subordinada la Ministra. No ya no hay tiempo para nada. Estamos como Isaac en el ara, esperando que nos degüellen definitivamente pero no creo que ninguna mano divna venga y diga aquello de "Detente Cacique"
    Un abrazo

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