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sábado, 4 de agosto de 2018

AGOSTO

Desde la portada de Vogue de no sé que año esta señorita nos mira seductora evocando con su posición y algo parecido a estrellas las bellas noches de verano, esas noches que siempre, cada verano, esperamos y que nunca llegan. Hermosa portada.

Bueno, pues llegó por fin el mes más ansiado del año para la mayoría, el mes de las vacaciones por excelencia, aunque no creo que eso dure mucho teniendo en cuenta el panorama laboral. Horarios inconcretos, menos sueldo, desigualdad salarial, amenazas de "si reclamas tus derechos (léase: media jornada por lactancia) te despedimos", reducciones de plantillas ya de por sí insuficientes y más en vacaciones, en fin que ya aquel principio franquista de que cada español tiene derecho a treinta días de vacaciones pagadas va a acabar siendo hasta progresista. Ya sé que a nadie le importa lo que está ocurriendo ni lo que voy a decir, faltaría más, pero esas actitudes empresariales (y hablo de trabajadores con carreras superiores y trabajando en ellas, ingenierías, telecomunicaciones) están deshaciendo hilo a hilo la trama social en una trágica rueda que más parece danza macabra que otra cosa.
Los papás aparcan a los niños con los abuelos herramienta hasta la edad de la guardería, si la pueden pagar pues púbicas son todavía insuficientes, donde les atienden profesionales mal pagados y sin medios que por muy buena voluntad que le pongan acaban perdiendo la motivación. Las jornadas de los papás se alargan sin control y así se llega al colegio donde nos encontramos, además de con los profesionales tradicionalmente mal pagados y hasta despreciados (las cosas que he tenido que oír¡¡¡) que sacan a pulso la formación de unos seres que es posible que vengan con una buena base de pre escolar pero con lo que no vienen es con educación, por que eso se da en casa y las empresas tienen a los papás como rehenes para pagar la hipoteca y el sustento de esas bestezuelas. Así nos encontramos con el síndrome del niño con la llave al cuello, chiquillos de ocho años que al volver a casa la encuentran vacía, de ahí lo de la llave al cuello. Entonces llegamos al Instituto y válgame la Macarena. Las pequeñas bestezuelas enloquecen con las hormonas desbocadas y sin ningún pilar ético (los viejos valores ya no eran válidos hace cincuenta años, de acuerdo pero es que no han venido otros a sustituirlos) En breves palabras: adolescentes en celo, hechos un  lio, siempre ha sido así, que disponen de más de medio día libre sin vigilancia alguna. Demasiado bien están saliendo.
¿Y los papás? los papás, inconscientes de su condición de rehenes se creen que trabajando más y mejor para la empresa carroñera alcanzarán cierto nivel tanto económico como laboral, cuentos de mercachifles y trileros. La empresa no hace más que esperar a poder sustituirte por otro rehén, justo cuando ya no tienes más salidas. Entretanto, a poco nivel que tengan, se ven "obligados" a ciertos compromisos sociales que, enmascarada, no son más que jornadas laborales gratuitas.
Volvamos pues al tema vacacional: ¿Qué hacemos con los niños en vacaciones? pregunta que, de entrada, ha generado un no pequeño resentimiento de los papás contra los maestro. Existen diversas soluciones: los abuelos herramienta es la más fácil, campamentos urbanos, cursos en la quinta puñeta para aprender inglés (otra trampa empresarial), campamentos de los de toda la vida (marco perfecto de bulling que antes ni se tenía en cuenta pero que siempre ha existido y de abusos sexuales). En algunos casos los papás pueden repartirse las vacaciones un mes uno y otro mes otro y así "atender" a los críos que si están ya en el instituto ya no hay quien les controle. La más horrible de las soluciones ha llegado a ser la que de toda la vida era la mejor: pasarlas juntos.  ¡Que bien, toda la familia por fin reunida! pero ¿quien demonios es éste señor tan lo que sea o esta señora tan no sé qué? ¿y esos otros alienígenas de los que lo único que sé es que comen más que la orilla el río y no paran de pedir cosas? Aaaaaag. De pronto se enfrentan a su creación, dirigida por la empresa, a la Criatura desconocida, pues ¿Cuántas horas han pasado juntos papá y mamá? bastantes menos que papá y mamá con el compañero/a de prietas nalgas y con quien, en el mejor de los casos han llegado a comunicar más que entre ellos.
Me encantaría pensar que exagero pero números cantan y cantan La Traviata: a la vuelta de las vacaciones es cuando se produce mayor demanda de divorcios y durante ellas aumentan exponencialmente los malos tratos infantiles (tan olvidados, por otra parte, a menos que sean de hospital, pero hay otros).
Una situación laboral perfecta para la empresa: papá tiene que pagar pensión, pillado pues, mamá tiene que sacar adelante a la prole, pillada pues. Los jovencitos piando siempre (de momento primera fuerza consumista) La situación es tal que pueden hacer con los trabajadores lo que quieran, bajarles el sueldo, y hasta sodomizarles en una plaza pública. ¿Cuánto tiempo se tardará en "monetizar" los días de vacaciones y de ahí a la inexistencia de las mismas?
Feliz agosto.

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