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domingo, 19 de agosto de 2018

EN EXTINCION: LA COMPAÑIA

Ya sé que puede resultar ñoño pero no me resisto a un lindo gatito.

¿Alguien se acuerda de lo que era "hacer compañía", "visitar".
Imagino que alguien habrá pero como algo muy lejano, de cuando se era niño o por ahí.
Ahora no se va a hacer compañía se "va a" (aquí rellenad con lo que queráis)
Hace poco he sufrido una pérdida familiar, pues bien, las pocas personas que vienen (2 exactamente) de vez en cuando lo primero que te dicen es "¿Que te hago?¿friego, plancho?" mi respuesta es siempre la misma "compañía", y yo creo que no saben de qué va lo que les digo. "In illo tempore", cuando alguien llegaba a tu casa podías ofrecer algo (según el tiempo y el gusto, café, té, cerveza) ahora ni se te ocurra pues como entren en la cocina se te ponen o fregar los tres cacharros del fregadero o a explicarte como hacer los higadillos de alondra al horno) Se podrían tirar todas las cristalerías y vajillas del país pues todo el mundo se bebe lo que sea en la botella o en un vaso (incluso de plástico) "así no hay que fregar copas".
Otras veces es diferente, es el caso de "vamos al cine". Me encanta el cine pero "ir al cine" con alguien con quien no hablas a diario o que pasas meses sin ver, es como si siguieras sin verle. La película y, como mucho, una cerveza en la barra. Hay que madrugar y es tarde. Me parece lógico pero entonces ¿por que ocupar las horas de compañía viendo una película cualquiera? Eso contando que no sea de ese grupo creciente de los que reciben más llamadas que Hacienda pongo por caso que eso ya no tiene nombre.
Me gusta la definición del gato pero se queda corta. La compañía es estar, repito ESTAR (igual que en Avatar "te veo"), con el otro por que sí, por que quieres hacerlo y para volcarte en él / ella por completo sea en momentos malos o buenos. La compañía es sentir al otro y dejar que el otro te sienta, ni dejarle la casa como los chorros del oro ni convertirte en un chef.
Hacer compañía es tanto dar, la gracia de darse, como recibir, la gracia mucho más difícil de recibir. Si ofrezco una taza de café y la presento en su tacita con su platito y demás por que me da la real gana no te revuelvas con cosas como, con un vaso valía, haber traído servilletas de papel. Aceptar el agasajo, la vieja hospitalidad de las culturas antiguas sin comentarios ni reproches del tipo "las tazas de porcelana ¿para qué? mira que si se rompen se te queda el juego cojo". Pues por que me sale de ... y si se rompen tal día hará un año, si me preocupara de no se rompieran no las sacaría, gilipollas (con perdón)
Hacer compañía ni siquiera requiere la presencia física, una llamada de más de dos minutos, la invitación a una celebración aunque sepan que no vas a ir. Una foto del niño. Hacer compañía en un sentido muy amplio es hacerte presente en la vida del otro.
En un sentido estricto es estar contigo, estando contigo, hablando cuando haya que hablar, dejando los silencios que nazcan y mueran, recordando para bien y para mal, compartiendo (personalmente me enteré del embarazo de una prima después de dar a luz), y dejando que se comparta contigo. En un sentido estricto hacer compañía es dedicar al otro parte de tu tiempo plenamente y, fundamental, nunca, jamás, por obligación o lástima.
Pues eso si no esta en proceso de extinción es sólo por que ya se ha extinguido.
Y no es que añore tiempos pasados, busco y no encuentro, calideces presentes. Pero...

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