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sábado, 12 de enero de 2013

Invierno

Empieza ahora el periodo que más detesto del año, ese invierno eterno que en Madrid puede acabar en junio. Ese frío implacable enmascarado con un sol radiante, ese viento serrano que se filtra y da igual la ropa que lleves, ese prolongarse como si nunca fuera a acabar. Casi llevamos un mes de invierno pero es ahora cuando realmente empieza, las fiestas, con su ajetreo y demás, logran distraernos de su crueldad, pero ahora tenemos por lo menos tres meses de gelidez, de hostilidad y tristeza. Eso si no tenemos la negra y le da por llover, que entonces, apaga y vámonos.
Como siempre la belleza es el único bálsamo para las heridas, las anuales, las recientes y, sobre todo, para las viejas, muy viejas, que uno cree cicatrizadas y se reabren una y otra vez a la menor ocasión. A veces esas heridas llevan literalmente más de media vida sangrando y supurando, resistentes a tratamientos y pócimas.
Entonces encuentras una imagen como ésta, siglo XIX claramente, de la que no sabes nada, que quizás no tenga nada para pasar a la historia, pero te pierdes unos minutos en ella con una sonrisa, la galantería, el juego de seducción, la armonia de rosas en el vestido, el virtuosismo del pincel. Cuando te encuentras de nuevo y vuelves a tu mundo el anestésico ha hecho efecto y puedes seguir adelante, engañándote pensando que, esta vez, ha cerrado la viejísima herida para siempre.

5 comentarios:

  1. Lo mas bonito del invierno, Joaquin, es que despues deja paso a la primavera y nos renovamos. Que asi sea. Un beso.

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    1. Lo sé pero el invierno en Madrid da paso a otro invierno riente de una primavera tan fría como el propio invierno, un pelín asesina, pues te pasa de treinta a cero grados en veinticuatro horas. Cierto Jueves Santo, en la misma procesión, hizo sol, nevó y llovió, para acabar despejado. Es lo malo de este clima que cuando entra el invierno no lo echas ni a escobazos.

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  2. Qué pena que no te guste el invierno como a mi. En invierno me entran ganas de mudarme a la ciudad de provincias mas pequeña y aburrida pero con un café antigüo en la calle mayor y perderme en mi mismo.
    Pero no te preocupes, el tiempo está tan loco que lo mismo este año hasta tenemos primavera.

    Un abrazo

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    1. Optimista que eres un optimista. La primavera en Madrid es un mito, como la honradez de un concejal.

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  3. A mi me gusta el recogimiento, la lectura, la calidez de la chimenea, tal vez por eso me siento a gusto en invierno.

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