Vistas de página en total

martes, 17 de abril de 2012

Nos están dejando solos

En pocos días se nos han ido muchos compañeros de viaje vital, algunos grandes figuras que pasarán a la historia, otros personajes que formaron parte de nuestras vidas casi insensiblemente, presencias que casi ni percibíamos, alguno con especial repercusión individual, otros son una referencia de un tiempo concreto que no sería igual sin ellos. 
 Antonio Mingote, que tenía el escaso talento de no ofender ni con su humor ni con sus actitudes a nadie, se estuviera o no de acuerdo con él. Un genio que nos habíamos acostumbrado a tener como algo permanente.  Costará imaginar ABC sin su referencia, costará adaptarse a su carencia. Afortunadamente Madrid tiene en sus calles mil detalles suyos que nos siguen acompañando.
 Marisa Medina: una belleza que nos acompañó en el viaje, literalmente, de la infancia televisiva al despertar democrático-destapante. Polifacética y vital fue arrollada por la historia y la vida pero supo ponerse en pie y recuperar entre nosotros el buen sabor de boca que su presencia siempre había tenido.
 Francisco Valladares, Diego de Acevedo. Icono íntimo por demás, fue siempre mi serie predilecta, incluso muchos años después de que se dejara de emitir. Las cenas ante sus aventuras son uno de mis primeros y más apreciados recuerdos. 
 José Guardiola, fastuosa voz a la que se recuerda lamentablemente por una "cosa" llamada "Dí papá" que grabó con su hija. Este país es ansí de gárrulo. Su versión de "!6 toneladas" debe ser demasiado progre para nuestra memoria. 
José Rubio, el "sinvergüenza" del teatro español por excelencia, fue su mayor éxito, pero su presencia en papeles menores o mayores era constante en el cine y la televisión de los setenta.
Pedro Macía, no sé con que edad empezaría a trabajar en televisión pero extremadamente joven seguro, pues yo le recuerdo de siempre. Uno de esos rostros que están ahí y que un día desaparecen sin que te des cuenta hasta mucho tiempo después. Entonces sabes que en la memoria de tu vida estará de fondo en los telediarios que es donde más le recuerdo.

8 comentarios:

  1. Es cierto, nos ha dejado una parte importante de nuestro pasado, y en muchos casos en silencio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, y ese silencio es casi lo peor pues te preguntas ¿cómo no me he acordado yo de este hombre (o mujer) en tantos años? Licencias poéticas y salvando la distancia "es tan largo el olvido"

      Eliminar
  2. Enormemente populares y algunos injustamente olvidados. Cuando Mingote murió yo estaba en Sitges, donde el humorista vino al mundo. Aunque Mingote era tan madrileño que ni nació en Madrid.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Condición imprescindible para "Hacer Madrid" es esa: no ser de aquí. Toda la razón te doy.

      Eliminar
  3. Mingote era/es un genio indiscutible, y quizás irrepetible. Pero, bueno, había superado con creces el ciclo vital humano, y nos deja una inmensa obra para disfrute de las generaciones venideras. Lo de Pedro Macía y Marisa Medina lo he sentido más. La gente que sale a diario en la tele se termina convirtiendo en uno más de la familia, y llegamos a establecer sutiles lazos afectivos con ellos. Marisa llevaba años metida en una espiral de autodestrucción de la que nunca pudo escapar del todo, y, sinceramente, me dolía verla contando sus miserias en programuchos de telebasura, ella que con su carismática voz y su sonrisa había sido una estrella, de las de verdad. Feliz sueño eterno a todos. Saludos y un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Partiendo de compartir tu opinión creo que cuando ella aparecía en los programas carroñeros lo hacía con una cierta dignidad o categoría. Su situación probablemente la obligaba pero, al menos las pocas veces que la vi estaba muy por encima de quienes suelen frecuentar esas cloacas mediáticas.

      Eliminar
  4. Se nos borra el pasado, se nos está borrando y no nos adaptamos o nos adaptamos mal a un presente que en cierta medida nos es hostil.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lamentablemente tienes toda la razón, aunque el pasado se está borrando permanentemente el presente agresivo y hostil nos ataca quizás en un momento, el nuestro, especialmente frágil. Un profesor mío decía que cuando un idioma se deteriora es que está naciendo otro que le irá sustituyendo pues quizás al irse ese pasado esté naciendo un futuro presente no necesariamente peor. Hay que buscar una luz o seguir aquí puede ser demasiado terrible.

      Eliminar