Recuerdo que el año pasado decía por estas fechas que "en abril pasan cosas". Joder si pasan. Vamos que este año no damos a basto, hasta los viejos fantasmas draculines salen de sus ataudes mal cerrados para continuar el expolio. Ya sabéis por donde voy. Vamos que yo que siempre he sido mal pensado por naturaleza y por aquello del "piensa mal y acertarás", no me da tiempo ni ha pensar mal antes de que reviente una pústula más del cuerpo casi vaciado de este país. Sin embargo, ha logrado preocuparme el comentario que oí a un periodista de los pocos que van quedando. Venia a decir cque cuando en el tema de la corrupción se llega al punto de saturación, ya no importa a la sociedad que actúa como si no existiera esa corrupción. Teniendo en cuenta que ese punto lo hemos pasado hace varios años me temo lo peor.
Espero que me hayais echado de menos, un poquito al menos, el caso es que se me ha roto el somier, y he tenido que dormir con el colchón en el bendito suelo, lo que me ha producido una contractura que no me dejaba moverme ni lo poco que me muevo. La juerga padre. Menos mal que siempre nos quedará París y por lo menos he podido leer, escribir y pinttar. Acuareas eso sí, desde que empecé con ellas no me apetece trabajar con otra técnica. He de confesar que ofrecen además otras ventajas como que ocupan menos espacio y que soin limpias. Además de permitirme -contra lo que creía- una cierta espontaneidad. Ayer me trajeron el somier y aproveché para colgar el cuadro de la cabecera de mi cama que lleva un montón de años siento el Expolio del Greco. Algún día hablaré de esa lámina y sus historias. Al levantarme hoiy he tenido la impresión de que ese cuadro va más allá u es una alegoría del Expolio humano a todos los niveles, hsata el expolio de la dignidad ante nosotros mismos. Diagamos que ese ha sido el sentimiento que hadominado mi vide desde mi más tierna infancia: expolios físicos con desnudeces obligadas y en absoluto respetetuosas, exposiloo del marginación, lanborales y el peor, el de ahora, el que se lleva las ilusiones que te mantenían en pie. Es abril y en abril pasan cosas, ya os lo dije. Cosas como descubrur tu más qeu notable falta de talento para algo que creías tenerlo o como dejan de importarte cosas que antes te resultaban vitales. Cosas, como que el día 8 hiciera 34 años que mi vida se partiera en dos y nadie se acordase. Desde entonces soy casi como díría Rafael de León "un cadaver de amor amortajado". Cosas como qiue la primera idea de esta mañana al pensar en la acuarela que tengo en marcha fuera "lo bueno es que las acuarelas no crearan problema cuando la palme por que arden muy bien". Y es que aun recuerdo cuando dije que iba a dar clases de pintura lo primero que oí de mi gente fue "Pues que sepas que no quiero nada de lo que hagas".
Por otra parte sigue lloviendo, lógico pero deprimente. Nuestro particular Titanic madrileño se sigue hundiendo lentamente, como la deriva de los continentes lenta pero aparentemente irremediable.. Se me esstán rompiendo todas las camisetas a la vez y no quepo en la oopa del año pasdo, lo que me deprime aun más y enconces necesito chocolate. lo que no ayuda a que vuelva a entrar en la ropa. Sobran cosas y no sé de qué deshacerme, del pasado sin duda pero las raíces son demasiado fuertes, será por vivir al lado del rio. Los CDS se están estropeando todos a la vez y el teléfono nunca suena salvo para la permanente campaña de Jazztel. A pesar de todo no está resultando tan malo.: todavía no han pillado a Rompetechos con una cuenta en Panamá