Esta es una de las portadas más conocidas de la revista no he localizado ni autor ni fecha pero nos da un poco igual ¿no?
Para ser sinceros pensaba seguir hablando de "La vie parisienne" pero no podría aportar nada que no se encuentre en la Red, salvo decir que es interesantísimo seguir la trayectorias de diferentes revistas y correlacionarlas con le historia. Sorprendente. En cuanto al autor, Leo Fontan, digo lo mismo y como comentario personal añado que me parece de una picardía casi inocente, casi perversa absolutamente deliciosa.
Pero volvamos a octubre. Llega ya el otoño etc. Hay algo más, sutil quizás, quizás subjetivo pero que está ahí. En este mes es cuando todos vamos encajando en la normalidad tras el desparrame veraniego donde nada ni nadie está disponible ni en su sitio. En septiembre, todavía hay vacaciones de abuelos, de gente sin niños, buen tiempo, inundaciones que no pueden faltar en un septiembre que se precie y la convulsión telúrica de la vuelta al cole con sus niños cabreados, sus madres histéricas de acá para allá comprando el material necesario, los padres indignados por el precio de todo y los abuelos empezando a resignarse a dejar de vivir sino en función de los horarios de los niños. En octubre todo se ha asentado y cobra fuerza la normalidad rutinaria. Es la balada de otoño de Serrat hecha realidad. Aunque sin desdecirme he de matizar que las mamás siguen histéricas pero por que hay que preparar los disfraces para Halloween, pues el colegio organiza una fiesta. Primero Halloween, fiesta con disfraces etc, Luego Navidad, otra de lo mismo, Carnavales, y dale con el ritornello de fiestecitas, si añadimos eso que apareció de repente como semana blanca que parece que se ha diluido, la Semana Santa y los trabajitos para el Dia del Padre y para el Dia de la Madre, y sin contar las fiestas de graduación que se hacen hasta en las guarderías uno se pregunta ¿Cuántas horas lectivas se pierden en todos estos tinglados? ¿A qué grado de histeria materna se quiere llegar? ¿Qué grado de resistencia tienen los abuelos para atender al delirio días libres y días que tienen que tener a sus nietos? Ah, se me habían quedado en el tintero los puentes y las fiestas locales, más disfraces al canto. Así pues es el horario de los niños lo que rige la vida de medio país.
Así que la normalidad rutinaria que empieza en octubre es algo relativa pero compensa ver el estallido de amarillos, dorados, rojizos de los árboles, el florecer de las últimas rosas y, todo sea dicho, la cercanía de los huesos de santo.