Aquí volvemos a ver a la Bella jardinera cuidando sus flores, a pesar de la ola de calor.
Normalmente estas entradas "de mes" suelo emplearlas para hablar de varias cosas más o menos de actualidad. Por eso se ha retrasado tanto ésta.
Esperaba poder hablar ya a toro pasado del "asunto griego", mas en vista de que éste no tiene trazas de acabar y el mes sí, pues nada, hablaré antes de saber el desenlace. Para empezar diré que todo este tinglado tiene un aire de guiñol-farsa, tragicomedia barata y esperpento surreal que, sinceramente, me cuesta creer que no haya sido cuidadosamente preparado años atras. Tal y como yo lo veo, con mis casi nulos conocimientos de economía, si Grecia falsificó sus cuentas con el apoyo de una de esas agencias de calificación capitaneada por gerifalte actual de UE la trampa era perfecta. Sólo hacía falta tiempo para que esas falsificaciones permitieran autmentar la deuda y la ocasión. Ah, y un halcón, el de siempre en Europa. Simplificando mucho creo que nos estamos encaminando o dejando llevar como borregos -veladas amenazas de la Sra Merkel a España: "Estos no es un aviso para España", dijo- hacia un IV Reich y, hasta ahora, la única resistencia ha sido la griega. Al fin y al cabo la historia de Grecia siempre ha sido más o menos la misma desde Pericles: resistir en vano una ocupación tras otra desde Alejandro Magno. Por lo menos ellos han intentado resistir. Nosotros, no sé por que, cuando el PP está en el poder nos entra un lameculismo (a Bush, a Merkel) indigno de nuestra condición pasional y excesivamente independiente. Lo que a uno, además, le desvencija por completo es pensar que la neoliberal a la busca del IV Reich comenzó en el partido en el poder en Alemania Oriental, partido que de neoliberal tenía más bien poco, lo que indica que hay animales, los carroñeros que, son capaces de metamorfosearse para adaptarse a cualquier entorno.
Rajoy en el Pais de las Maravillas: de repente este señor -que no consigo que me caiga mal personalemente- aparece pot todas partes, incluso donde y cuando no se le espera, manejando en registro elctoralista tanto vulgares bajadas de IRPF que supone al salario medio unos 14 € anuales, como sacarse de la manga a un ministro de "Cultura" que insinua que bajará el IVA cultural o repitiendo mantras irreales sobre empleo, que sí, que es posible que lo haya, pero de calidad infima y por calidad quiero decir horario, duración y salario digno, aunque no pueda ser, de momento el justo. Este señor, que va de demócrata, ha soltado hace unos días "mi error fue permitir la Sexta". Ele mi niño y viva la Libertad de Expresión o en este caso "vivan las caenas si parecen buenas y son de reloj", pues, parece ser que el fallo no fue permitir el delito, sino dejar que se descubra, lo cual nos lleva a lo que siempre hemos sabido: que lo mejor para triunfar es ser un buen descuidero.
El desembarco de los guapos: seguro que os habéis dado cuenta de la nueva generación que está llegando a los partidos, sobre todo a los tradicionales. Son todos "monísimos", Sánchez con un aire de inexperto eficiente, Garzón, con su barba de revolucionario, y hasta un tal Casado, del PP que viene a tener la cara que toda madre quiere para su hijo: un querubín. No digo yo que la imagen no sea importante pero es que se nota mucho ¿harán concurso de guapos en lugar de primarias? Hablando de imagen. Soy tan progresista como el que más o más, pero me parece simplemente dar armas al enemigo no presentarse en las instituciones con una indumentaria adecuada, incluida corbata. Simplemente por que eso no nos da nada y nos hace destacarnos como. Si queremos cambiar cosas habrá que hacerlo desde dentro y con sus armas y una maruja setentona -el mayor de los nichos electorales de este país- no juzga igual los actos de un señor con corbata que los de un descamisado.
Asuntos religiosos: El domingo de las elecciones escuché un programa religioso en el que prácticamente se hablaba de que a los católicos tocaba abrazar la palma del martirio en este cambio político. Oigo que el alcalde de no sé donde avisa de que no asistirá a ningún acto relgioso. Los primeros años de desgobierno municipal de Gallardonofis en Madrid, tampoco lo hizo, pero no lo dijo. Aquí quisiera decir algunas cosas: cuando se tiene un cargo se tienen unas obligaciones y si una de ellas es ir a actos religiosos, ajo y agua, hermoso. Segundo: te callas y mandas a una representación municipal. Tercero: casi nadie es tan creyente como dice ser y como finge en todas las ceremonias espectáculo que tienen lugar en este país, pero resulta que eso mueve cantidad de dinero. Mucho dinero y aun se le podría sacar más, por ejemplo, dando bombo a la licuefación de la Sangre de San Pantaleón en Madrid, como lo hacen en Napoles con la de San Genaro, o haciendo publicidad de los tres Santos Griales que tenemos, Valencia, León, y O Cebreiro, o del Santo Sudario de Asturias, creo que en Oviedo. Cuarto: la vida de muchas ciudades se estructura en torno a esas celebraciones religiosas, Sevilla es el ejemplo más claro, pero Toledo y el Corpus y Pamplona y San Fermín son claros ejemplos de los miles que podrían salir a relucir. Además de la pérdida de dinero, tocar cualquier cosa religiosa ahora supondría dar armas a "los mártires", y sabemos por experiencia que hay un sector de la iglesia peligroso para la convivencia democrática, diga lo que diga el Papa Francisco.
Cambio de nombres de calles: ojo de nuevo. Soy partidario de que borrar las huellas de la tiranía pero otra vez hacerlo a lo loco supone dar armas al enemigo. Mi principio es si la calle existía y tenía otro nombre se le cambia y en paz, si no existía y se trazó ya con ese nombre del franquismo, no veo razón para forzar las cosas. Además, ha corrido el bulo de que como franquistas iban a quitar nombres como Dalí o Concha Espina, cuyas obras han ido mucho más allá que su ideología -supoiniendo que Dalí la tuviera, claro-. La clave es no darles excusas y actuar, primero, desenterrar los muertos de las cunetas, eso, al final, parece que les duele menos.
Creo que por este mes vale de opinar.