A Leopoldino Alcáraz de las Altas Torres y Bajas Chabolas le cayó en herencia unos amplios olivares que convirtió en un campo de golf y hoy vive en las Bahamas de las rentas y defraudando impuestos.
Ernestina de la Parda Peña y de la Peña Parda heredó un espejo tallado del s. XVIII de valor incalculable que cuelga en su salón y ante el que pasa horas de deleite convencida de la inigualable belleza de su persona.
A Deogracias de Navalpellote del Marquesado le tocó en herencia toda la la flota de su tío el naviero que nunca dirigió la palabra a Onásis por ser éste un pobretón y desde entonces anda Deogracias sumido en una orgía inacabable de sexo, sexo y sexo ¿para que más? se pregunta él.
Don Dacio Momileo del Asiento Fijo heredó más de cien pisos en el centro de Madrid y hoy está en paradero desconocido y tan sólo de vez en cuando la familia recibe fotos desde los lugares más insospechados con el propio Dacio sacándo la lengua.
Sin duda os habréis preguntado por que no he participado en absoluto en niguno de los blogs en los que suelo hacerlo, o por que la tardanza en continuar mi serie de entradas veraniegas. Muy simple: he ido a recoger mi herencia. Una herencia que como muchas, sabes que ha de llegar pero te pilla siempre de sorpresa.
Os preguntaréis ¿pero qué ha heredado este zagalón?, ¿sería conveniente dejar a mi pareja y tirarle lo tejos por si cuela?, ¿Una isla griega? o mejor aún ¿una isla gallega?, ¿una flotilla aérea?, ¿los derechos de Belén Esteban?, ¿la dentadura de Winston Churchill, pero la de verdad? ¿El Santo Grial?, ¿El Arca perdida?,
¿el plano de El Dorado?, ¿La fórmula contra la calvicie?
Pues no, señores. Algo mucho más gordo. He ido a cobrar mi herencia que ha consistido en... un infarto de miocardio importante, definido esta misma mañana por los galenos como "Peazo infarto has tenido, zagal". El caso es que no tenía factores de riesgo -mi ya comentado sobrepeso no es escesivo- sólo mi herencia genética. Esto es una herencia, cojones, y lo demás gilipolleces.
El pronóstico es bueno, hay que esperar, claro, pero parecen bastante tranquilitos y ya sabemos que los médicos no suelen pillarse lo dedos con afirmaciones vanas. Me encuentro bien pero me siento como un jarrón de cristal de Bohemia en medio de un partido de rugby.
Ya os dije que era demasiado personal pero como alcalde vuestro que soy bloguero que soy me parecía que os debía una explicación de mis retrasos pero también por que cuando empecé esto me preguntaron que quería hacer y dije una sola palabra: expresarme. Y eso estoy haciendo.
He encontrado esta imagen que es, más o menos expresiva de como me han dicho que tengo el corazón ahora mismo: en obras.