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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Simbolismos navideños 2: El Gallo

 Ilustración divertida de la más simple de las interpretaciones del tema: el gallo, con su ya célebre indiscrección, hubiera sido el primero en saber del Nacimiento y lo kikireó a todo el mundo, primero a la mula y el buey y luego a los pastores. De ahí su presencia en el Portal.



Hoy hablamos de otra figura del tradicional Pesebre, sin tanta parafernalia como  el caganer dichoso, sin tanta carga como los pastores y que, normalmente no vemos en los grandes Belenes, no por qué no esté sino por que pasa desapercibido. En los nuestros, los caseros no es pieza imprescindible ni se tiene en cuenta habitualmente y aunque lo coloquemos si tenemos suficiente espacio, nunca en el lugar adecuado ni con el sentido debido. Me estoy refiriendo a la gallarda figura del gallo.
De entrada no nos puede sorprender que el Gallo tenga mayor importancia de la que nos parecía al verle en el gallinero de la granja que ponemos en la esquina llena de pollitos y demás, cuando la misa de Nochebuena es llamada Misa del Gallo. Wiki nos resume la cosa más o menos así:   Sixto III (siglo V d.C.), introdujo en Roma la costumbre de celebrar en Navidad una vigilia nocturna, a medianoche, “en seguida de cantar el gallo”, en un pequeño oratorio, llamado "ad praesepium", "ante el pesebre", situado detrás del altar mayor de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. Esta expresión se debe a que los antiguos romanos denominaban el Canto del Gallo al comienzo del día, a la media noche. Se quedó con el nombre de Misa de Gallo la misa que se celebraba a esta hora.” Vayamos un poco más allá. Santa María La Maggiore en Roma está construida sobre un templo a la Diosa Frigia Cibeles cuyo amante, Atis, se autocastró enloquecido por la diosa que, arrepentida hizo que se encarnara en un pino siempre verde. O sea, que al igual que los resucitados por Esculapio, hijo de Apolo, dios de la Medicina y a quien hasta Sócrates ordenó ya con la cicuta dentro que se sacrificara un gallo, Atis muere y renace y lo hace “acompañado”, por así decirlo, de un Gallo.  Aunque como animal doméstico, o casi, el gallo sufre una especie de poder  sobrenatural en estos casos tiene un papel (aunque suene gordísimo) de psicopompo, osease: ser que acompaña al alma a un nuevo renacer. Si a eso añadimos la evidente carga solar del animal –incluyendo aquel asuntillo con Ares, Afrodita y Hefaistos-, que las celebraciones de Atis se celebraban en el equinoccio de Primavera, como las de Adonis, que también tiene una muerte “genital” y que vienen a coincidir con nuestra Semana Santa. Por otro lado para que el cristianismo fuera definitivamente adoptado por Constantino como religión oficial del Imperio romano hubo que hacer ciertas concesiones a los cultos solares que estaban bajo sus muy diversas formas en la sociedad romana (incluyendo las orgiásticas lupercales), concesiones que se asumieron pronto por el cristianismo y que hay que mirar dos veces para darse cuenta de que no le son propias.
Sumando todos estos elementos tenemos en el gallo de nuestros pesebres que debería ocupar un lugar más destacado un elemento esotérico de primer orden al ser heraldo, no solo del Sol, sino del nuevo tiempo que la llegada del Mesías. Pero no sólo heraldo sino también compañero del camino hacia la luz que con él llega.
Existe siempre la lectura puramente cristiana, normalmente bastante más siniestra, que aquí cabría al considerarse la aparición del gallo como prefiguración de la aparición evangélica del gallo durante la pasión de Cristo: las tres negaciones de Pedro, piedra angular de la Santa Madre Iglesia, pudiéndose interpretar así como emblema de permanencia del nuevo mensaje que llega con el niño al portal.
 

Pongo este portal como ejemplo de donde debe estar situado y donde casi nunca lo colocamos el gallo en nuestros pesebres domésticos. Arriba, a la derecha sobre el tejado del portal le vemos.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Simbolismos navideños: el caganer

Este año tenía pensado ir dándole un toque culto-pedante a los temas navideños, pues aunque estamos acostumbrados a convivir con ellos normalmente no sabemos ni su verdadero sentido ni orígenes ni nada de nada, a menudo uno se lleva verdaderas sorpresas. Evidentemente el mes de ingreso me ha partido por el eje el proyecto pero no he renunciado a él. Evidentemente  usaré menos fuentes pero me permitiré más opinión y, por tanto, más riesgo de equivocación . Empezaré por el simbolismo de algunos elementos de los Nacimientos, Belenes o Pesebres que de todas estas maneras y algunas más se suele llamar.
Advirtiendo que es una figura que personalmente no me gusta en absoluto y jamás bajo ningún concepto la pondría en uno de mis belenes creo que dado que ahora parece estar de moda aceptarla por que sí, me ha parecido justo y al menos interesante comenzar por el célebre Caganer de tradición levantina, si no específicamente catalana. Hastta hace pocos años  no se veía en los comercios madrileños esta figura pero de unos cuantos años acá es una presencia sino constante casi inevitable.
Respetando mucho a mis amigos de blogger catalanes para quienes esa imagen suele formar parte del lado más entrañable de su infancia y dejando claro que no pretendo sino destacar lo variopinto de la pluriculturalidad que convive en la Piel de Toro me gustaría destacar que el Caganer hay que enmarcarlo dentro de un “aire” levantino de cierto gusto por lo no ortodoxo, lo procaz y, a veces, directamente, lo obsceno. Las soberbias obras de arte que son las Fallas de Valencia o las Fogueres de San Joan en Alicante son buena muestra de lo que digo sin contar con una atmósfera que quizás por esa prodigiosa luz o quizás por las constantes destrucciones a la que se someten esas tierras por las inundaciones (creo que era Blasco Ibañez quien dejó escrito que se pasaba de las rogativas por la lluvia a los funerales por los muertos en la inundación) el caso es que esa atmósfera a la que me refería tiene un delicioso punto hortera que nos puede sorprender.
En esta tradición se enmarca en caganer, de hecho la imagen parece tener sus orígenes en el s. XVII, época de gran realismo artístico y sobre todo de poner en la tierra a santos y ángeles. Sin embargo, esta figura no aparece en los belenes, entiendo que por tanto su creación atiende más a temas supersticiosos o simplemente cómicos. En el s. XVIII, época de esplendor de los grandes belenes napolitanos y también regionales el caganer entra en ellos aunque no se popularizó hasta el XIX. Se colocaba,  no sé si ahora sigue haciéndose así o ha ganado preeminencia en un lugar discreto y poco visible y se  consideraba que colocarlo en al Nacimiento traía suerte siendo incluso una figura admitida por la Iglesia.
Hay, antropológicamente una explicación que justifica esa creencia en la buena suerte que traía y que es tan simple como el abono que el buen hombre da a la tierra y que la tierra devolverá en las cosechas. Esto explica por qué nace fuera del contexto religioso del Nacimiento. Sin embargo, hay otra explicación, digamos más espiritual, que implica que para la llegada de la Buena Nueva, o lo que es lo mismo: de cualquier revolución espiritual el hombre, como la taza de té del maestro zen, debe vaciarse de lo previo y predisponerse limpio de prejuicios y resabios a recibir lo que de esa revolución le venga dado. Esto no implica necesariamente que tenga que ver con su entrada en los Nacimientos pues conviene recordar que también el tiempo de su aparición es un tiempo convulso de reformadores, herejes y persecuciones. De modo que el sentido de esta imagen puede quedarse ahí o remontarse incluso mucho más atrás antropológicamente.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Diciembre y Navidad

Diciembre del calendario de La Bella Jardinera, para ser del estilo que es capta bien la sensación de frio
Como habréis visto he tardado bastante desde la última entrada, lo que viniendo de mí en estas fechas os ha debido extrañar. En realidad he estado casi un mes ingresado con una infección de orina, riñón y respiratoria que creí en algunos momentos que me mandaba al otro barrio, aunqe según los médicos no he corrido peligro. Lo cierto es que ahora estoy en plena convalecencia, agotado e intentando recuperar fuerzas, un mes a base de tres botes de antibióticos intravenosos todos los días, una pseudo operación y la perspectiva de una litotricia, complicado con una depresión que por fin me han  detectado y he decidido poner en tratamiento no hace nada fácil recuperarse. Así que el espíritu de la Navidad Presente este año anda un poco desentrenado y apático. Hoy por fin me he visto con fuerzas para pasarme por aquí y dejar esta entrada. Intentaré, por mi propio bien, ir cogiendo el ritmo poco a poco, pues la verdad es que lo echo de menos.
Bueno, yo normalmente doy por inauguradas las Navidades el Puente de la Constitución pero este año va a ser el día de la Lotería, así que os deseo a todos una muy feliz Navidad como más o guste: en familia, de viaje, leyendo un libro o en una orgía carnal, en cualquier caso FELIZ NAVIDAD