La inefable familia Ulises, refej9o de un tiempo y una actitud social, los más jóvenes ni la conocerán pero eran directamente entrañables.
Deciamos el
otro día, creo recordar que los padres se habían convertido en abuelos y
aparece la nueva figura, no ya de abuelo-golondrina, sino la de abuelo
herramienta o servicio doméstico gratuito. No creo que sea necesario detallar
como funciona este nuevo grupo. Ahora bien, en el proceso de extinción de la
familia (y nada más lejos que intentar un alegato pro-familia de los que hacen
en Colón ciertos grupos) ha aparecido un elemento nuevo y muy tóxico. Me estoy
refiriendo a las “relaciones sociales” de los nietos, que impiden en gran
medida que las relaciones con los demás miembros de la familia fluyan con algo
parecido a la normalidad. No se puede ir a ver a los abuelos por que el niño
tiene entrenamiento, no puedo quedarme con el benjamín que se ha puesto malito
por que su hermano tiene un cumpleaños,
etc. Cuando el abuelo herramienta no puede solucionar el asunto, toca pagar
canguro, empobreciendo aun más la economía familar ya al borde de la quiebra
gracias a las hipotecas salvajes y a los míseros salarios, y es en todos los
niveles pues según es el nivel tal es el “compromiso”, y estamos hablando de
niños de cinco o seis años que entre esos “compromisos sociales” (absolutamente
prioritarios por otra parte) y las actividades extraescolares (o sea, o bien
canguro educativo o bien me libro del
niño unas horas más. Naturalmente la incompetencia del sistema educativo endémica
desde el 32 hacen esas actividades casi imprescinbles) vamos que el niño tiene
la jornada más comprometida que un neurocirujano en quirófano.Si la
familia tribu fracasó y la familia nuclear ha estallado hemos llegado al paso
siguiente: la familia atómica. Vamos, la familia de una sola persona.
Los célebres
singles, que no es otra manera de llamar a los antiguos solterones/as y que
suponen un nicho de consumo importante (cada vez menos pues también ellos
cobran menos) que, además lo puede hacer todo “en su propio domicilio” desde
comprar los víveres a correr diez kilómetros.Eso sí tiene que comprarse tal o
cual coche para ser “libre”.
Voy cerrando
antes de que suba el cabreo. La realidad es que los intereses inconfesables de
la eterna minoría que, como las cucarachas, sobrevive a todo ha desnaturalizado
la esencia del hombre. Animal social por excelencia, ha quedado absolutamente
desconectado de sus grupos (en este caso la familia) y una vez sólo ¿hay algo
más fácil de manipular que un cerebro solitario y más con la incontenible
querencia hacia el pensamiento único? El bicho humano es en el reino animal un
perfecto inútil en soledad, Tarzán solo hubo uno y encima de ficción, por eso
se buscó y logró sobrevivir a especies mucho mejor dotadas para hacerlo. Muchos
milenios después de este proceso se está logrando lo contrario: dejar sólo al
individuo frente a una sociedad que le exprimirá y suerte tendrá si no muere de
viejo debajo de un puente. Así la eterna minoría puede jugar con piezas sueltas
al monopoly, pongo por caso, en lugar de al ajedrez donde hay muchos elementos
a manejar y contrarios o por lo menos rebeldes ante esa eterna minoría.
En fin,
espero no haberos aburrido mucho, y que hayais leído esto “en vuestro propio
domicilio”.