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jueves, 31 de diciembre de 2009

Feliz 2010

Os deseo a todos que desde la tranquilidad o la juerga/orgía más desenfrenada tengáis una muy feliz salida de año y mejor entrada. Un abrazo de Joaquinitopez

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Ah, la familia

Como dijo no recuerdo que rey francés mientras su cuñado le degollaba “Ah, la familia” (no sé si era el cuñado, el primo o el hermano, tanto me da, la familia cristiana nace de un modelo que dio como primer y más granado resultado aquel asuntillo de Caín con Abel). “Ah, la familia”, creo que también decía Don Vito Corleone (no soporto esa serie de películas, demasiado realistas). Nada como la familia ¿Qué duda cabe? Una familia como Dios manda (undécimo mandamiento, creo, no, ese es “no estorbarás”) con un papá una mamá y un hijo al año hasta que la madre reviente en un parto o el padre en un pluriempleo. Los abuelos en los asilos regidos por dulces monjitas que se embolsan la pensión y los inmuebles. Como debe ser. Las cosas en su sitio y de fondo esas frases que suelen ser el hilo musical de las familias tradicionales que todos hemos oído (doy fe de haber escuchado todas estas frases en familias cristianas): “eres tan inútil como tu padre”, “si lo llego a saber, a buenas horas me caso”, “en que horita me dejé preñar”, “si no fuera por esta yo hubiera llegado lejos”, “las mujeres es que no saben obedecer órdenes”, “éste, que es idiota”, “¿qué sabrá ésta?”, “se va a quedar la pensión por haberme planchado cuatro camisas en su vida”, “con Pepe (póngase aquí el nombre que convenga) me tenía que haber casado”, “la mujer te quita libertad” y un largo etcétera que lo queramos o no reconocer todos hemos escuchado mil veces si nos hemos tomado la molestia de escuchar, claro. Ese modelo de familia cristiana, que quieran o no, impera en nuestro país ha producido, según unos cálculos que escuché hace poco en la radio, que el diez por ciento de los hijos nacidos dentro del matrimonio no sean precisamente del matrimonio, bueno sí, del matrimonio de su madre y del matrimonio de su padre que, lamentablemente no son el mismo matrimonio, por que para que haya un hijo hace falta cierta colaboración entre ambos sexos. Ese modelo de familia cristiana ha producido un enorme índice de madres adolescentes por que, claro, como se va a educar en la sexualidad si no es reproductiva, y de bebés en contenedores si hay suerte vivos, muchas veces no la hay. Ese modelo de familia cristiana ha producido tragedias cuando una jovencita se descuidaba y engendraba –todo antes que un anticonceptivo- con las secuelas de expulsión de casa paterna, vergüenza familiar –deshonor, en palabra fina-, imposibilidad de encontrar trabajo, como le dijeron a alguien que conocí “ya sabes ahora o puta o monja en casa de papá”. Cierto que ese aspecto ha sido superado pero sólo en la medida en que la sociedad se ha alejado de ese modelo de familia cristiana. Ese modelo de familia cristiana ha condenado a mujeres de por vida a estar encadenadas a borrachos, maltratadores, delincuentes y violadores, a hombres a vivir encadenados a fieras enloquecidas y castradoras.
¿En serio puede creer alguien que unos niños van a ser mejores por vivir en una casa de sesenta metros con nueve hermanos, o sea, un campo de concentración? ¿por percibir las constantes tensiones de unos padres que ya no quieren estar juntos, que quizás nunca quisieron?, ¿en serio cree alguien que se puede dar cariño y atención a diez críos cuando se trabajan dieciséis horas?, ¿en serio creemos que los niños no se dan cuenta de la resistencia a las muestras de amor de su madre por que ya su cuerpo no soporta otro embarazo?, ¿en serio creemos que es preferible para un niño asistir a las palizas de un padre borracho a un divorcio? ¿en serio creemos que es peor un divorcio que unos abusos paternos o maternos? Nadie quiere que eso ocurra, pero, señores, ocurre y el modelo de familia cristiana con su NO a todo (divorcio, anticonceptivos, aborto, educación sexual) cierra una trampa sobre el individuo y le obliga a elegir entre sus creencias y las vidas suya y de sus hijos. Creencias, por cierto, dictadas un tanto al margen de las fuentes pero como decía aquel personaje “Esa es otra historia”
Todos queremos que un matrimonio funcione y dure toda la vida, que Pepe encuentre a Pepa y Manolita a Manolito, pero ¿que pasa si Pepe encuentra a Manolito y Pepa a Manolita? Si, siguiendo sus propias enseñanzas, la familia se basa en el amor que hay entre sus miembros es evidente que cualquier pareja o grupo de cualquier tipo o número unido por ese vínculo es más familia que las parejas destrozadas, los hijos maltratados o abusados, las familias recocidas en un odio vengativo fruto de convivencias forzadas o las familias sin más vínculo que la dependencia económica o social. Desgraciadamente el mosaico que presenta la vida no es idílico y está lleno de conflictos ¿alguien me puede decir por que añadirle más en lugar de facilitar que los pobres seres humanos sean mínimamente felices? Un niño será siempre más feliz y mejor persona si recibe cariño, cuanto más mejor, hombre o mujer, joven o mayor, casado de primeras o cuartas nupcias; y será tanto más desgraciado y resentido cuanto más rencor perciba, cuanto más desamor haya a su alrededor.
Quizás alguien debería pensar en lo que de verdad necesita el ser humano, no lo que necesitan ciertas elites.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Fantasmas del pasado o la nostalgia como arma de destrucción masiva II

Lo curioso es que no llegan a desaparecer nunca estos fantasmas, así, anodinos, casi inexistentes, cobran vida de repente al abrir una caja de bombones que regalaste o te regalaron (tengo restos de colección de cajas metálicas, así que les pierdo la pista) o aquella otra de madera que hiciste cuando te dio por hacer manualidades hasta que descubriste que no eran lo tuyo... tampoco. Inocentemente las abres creyendo encontrar qué se yo: sellos repetidos, por ejemplo. Entonces los muy cabrones te saltan al cuello y clavan sus garras en ti. Cierras la caja deprisa pero ya es tarde, el tiempo concentrado ya te ha caído encima como una losa, y te das cuenta de que, entonces, querías que te saliera barba deprisa y hoy es en la barba donde más se te notan las canas; de que, entonces, creías posible vivir y hoy te conformas con apenas subsistir; de que, entonces, tenías una fe ciega en que apareciera el amor en tu vida y hoy te resignas a vivirlo a través de imágenes y palabras ajenas; de que, entonces, nunca tenías frío y hoy apenas sientes calor; de que, entonces, la gente de cincuenta eran ancianos y hoy eres un joven de cincuenta años acabado como un anciano por que ya pasó tu tiempo, por que ya no eres joven, eres "todavía" joven, te "conservas" bien, no "aparentas" la edad que tienes. Pero no es eso lo peor, lo peor es que de aquel tiempo en que soñabas en poder vivir no quedan más buenos recuerdos que los objetos con su valor estético, a pesar de la avalancha de recuerdos viscosos que preferirías no guardar y que te tiran desde la cartulina a la cada a modo de vitriolo. Y dices: "¡Hay que ver el polvo que hay, hace que se irriten los ojos!"

sábado, 26 de diciembre de 2009

Fantasmas del pasado o la nostalgia como arma de destrucción masiva I

En diciembre todos nos enfrentamos a cosas, ausencias, presencias, estorbos, carencias. El caso es que nada para levantar sentimientos deseados o no como las cosas, el pequeño y a menudo despreciado mundo de las cosas. Objetos que en un momento u otro de nuestra vida supusieron algo importante, que nos traen buenos o malos recuerdos, a veces ni lo uno ni lo otro sino la evocación de un aroma de aquellos tiempos en que llegaron a nosotros y compartieron nuestra vida cotidiana, nuestro día a día, en un rincón, en una carpeta o en un armario. No se sabe como un día desaparecen de ese fluir de las horas. Una mudanza, una limpieza general, un cambio de mobiliario, una reorganización de papeles y se diluyen, a menudo acaban en el cubo de la basura, la vida necesita espacio para renovarse, pero siempre dejan una huella, una estela no tan fugaz como quizás quisieramos. En mi caso tengo ciertos agravantes como el hecho de ser coleccionista compulsivo: dadme un objeto del cual haya más de dos modelos y ya me planteo hacer una colección; junto a esta cuasi enfermedad que podríamos llamar el Síndrome del Museo Universal padezco un incontenible barroquismo exuberante por lo que mis colecciones suelen crecer deprisa y un tanto indiscriminadamente hasta que de repente he de elegir entre comprarme un palacio tipo Xanadú o deshacerme de la colección en cuestión. Como no me llega el monetario para alegrías propias de Ciudadano Kane y mis colecciones suelen ser de objetos humildes no hay más que una opción y deshago la tan querida colección, eso sí, me quedo con la estela, lo más querido de cada colección. Unos cuantos ejemplos de cada cosa, así que actualmente soy un coleccionista de selecciones de colecciones. Nadie ha dicho que yo esté en mis cabales.
El caso es que el otro día saqué de armarios y altillos, de sótanos y trasteros, de desvanes y cajones los aproximadamente dos mil objetos que uso para decorar mi casa en Navidad (barroquismo exuberante también en este tema) y al remover todo apareció una caja que conservaba restos de una de las colecciones que hacía a principios de los años ... 70. Postales, pero no postales cualquiera, eran postales con personajes dibujados, algunos con poemitas picarones para la época (o sea: tontos) pero siempre con un encanto que no sé a qué se debía. Este tipo de postales han ido desapareciendo y no es que lo lamente, no, eran propias de un tiempo en que la gente escribía más y decía más cosas en una postal con la imagen y el poco texto que cabía en su dorso que hoy decimos en 1000 mensajes de móvil o e-mail, más tampoco es mejor, que conste. En cierto sentido hacían lo que los SPP que te acaban arrancando una sonrisa a través del dibujo. Bueno, tenía su mérito para el dibujante, no creamos que no. El caso es que he conservado durante casi cuarenta años una serie de postales que recogen la moda de la época de una manera peculiar, alguno de los usos (¿os acordáis de la mili obligatoria?) y hasta una forma de ver el mundo que hoy resultaría políticamente incorrecta pero que entonces era hasta progre.
Lo malo de reencotrar estas cosas es el efecto demoledor que tienen en el alma de uno, la demostración palpable de que han pasado un montón de años y el recuerdo de los sueños y proyectos que al recibirlas o comprarlas tenías en tu mente y la confirmación de que ninguno de esos sueños, ninguno de esos proyectos, ninguna de esas aspiraciones se han confirmado y ya pasó su tiempo. A algunas de esas postales se les pasó su tiempo pocas semanas después de enviadas, me las envió una amiga algo mayor que yo, una muchacha preciosa, que murió a los dieciséis años en una tonta operación sin riesgo alguno. Por eso la nostalgia es un arma de destrucción masiva, por eso mejor que las grandes potencias no descubran como concentrarla y bombardear con ella, por que nadie sobreviviría a semejante ataque.
Es más que probable que no os interesen estas imágenes pero me ha parecido una buena idea compartirlas como quien comparte un recuerdo querido o un hallazgo arqueológico.

martes, 22 de diciembre de 2009

¿Feliz Navidad?

Hoy, martes 22 de diciembre del Anno Domini de 2009, doy por inaugurada las Fiestas de Navidad, Año Nuevo y Epifanía de Nuestro Señor, o sea: juerga, consumo, desenfreno y a vivir que son dos días.
Como de costumbre no nos ha tocado el gordo y de salud ando jodido pero uno es muy navideño pa sus cosas y seguramente estos días escribiré aquí algo más a menudo.
Ya dije al principio del blog que hay un punto de nostalgia en mi forma de ver el mundo y, hasta ahora no ha aparecido aquí. Iré compartiendo alguna cosilla estos días.
De momento ¿Feliz Navidad?
Titulares recogidos los tres últimos días:
La cumbre del clima terminó con un acuerdo clandestino"
Nacho Cano compara Mecano con Beethoven y Mozart
“Camps mantiene en barracones a 30.000 alumnos”
Berlusconi no abandonará la política "por el bien de Italia" : Sube su popularidad tras la agresión
“Un cambio de ley muy a gusto de la mafia: El Gobierno italiano promueve una enmienda para sacar a subasta los inmuebles confiscados que no hayan sido adjudicados en un plazo de 180 días”
"La iglesia española tiene la tentación de influir en la política vasca": El presidente del EBB del PNV opina que los obispos vascos no son "rebeldes" sino "consecuentes con la realidad social"
Nobel de la Paz para el golpismo: Dos asociaciones latinoamericanas piden el Nobel de la Paz para Roberto Micheletti”.
El PP culpa también al Gobierno de no respetar a la familia de Lorca: Javier Arenas denuncia que una minoría impone el debate de la Memoria Histórica.”
Desaparece la niña que quería dar la vuelta al mundo sola
EE UU impone al mundo su ley ante el cambio climático
125 inocentes, presos por graves errores desde 2002
El Colegio de Médicos denuncia la situación de la sanidad madrileña
Un imputado del PP hizo el código ético municipal
“La contabilidad B de Correa suma 20 millones entre sobornos y 'mordidas': El líder de la trama gastó 127.000 euros en un viaje a Venezuela donde figura Agag”
"Nuestra tarea no es remover tierra buscando huesos ": El ex presidente del Gobierno además se ha referido a los asesinados durante la dictadura como "sólo huesos"
España duplica el límite de emisiones contaminantes
Ante tanta estupidez y maldad refinada uno sólo puede preguntarse ¿Feliz Navidad?
Eso sí: es mi deseo para todos quienes me leen. FELIZ NAVIDAD

jueves, 17 de diciembre de 2009

Un nuevo adiós

Jennifer Jones se ha ido con 90 años. Mujer de una belleza absolutamente indiscutible aunque menos agresiva que otras coetáneas de sus mejores años que fueron sin duda los 50. Nos deja inolvidables mujeres representadas con solvencia de gran actriz que, quizás, fue un poco desaprovechada por el sistema.
"Duelo al sol", "Madame Bovary", "La colina del adiós", "La canción de Bernadette" son sólo unos pocos títulos de los que nos dejó, siempre inovidable incluso en papelitos menores como el que desempeño con soltura de veterana en una madurez ciertamente espléndida pero ya ajada en "El coloso en llamas", una de sus últimas interpretaciones.
La gitana enamorada de Gregory Peck, por una vez haciendo de chico malo, la esposa burguesa deslumbrada por el glamour de un aristócrate francés encarnado por un ambiguo en grado sumo Louis Jordan, la enamorada asiática de el soldado condenado a caer en combata interpretado, si no me falla la memoria, por William Holden, la evanescente fantasmal mujer de "Jenny", la inocente Bernadette en aquel horror de película, son iconos del cine.
Con ella se va un mito más, uno de los últimos, y, como siempre, nos deján un poco más solos.
El título de este blog tiene mucho que ver con las ruinas que nos vamos encontrando cuando gente como ella se nos va, por muy natural que sea, por muy racional que sea el concepto de que todo tiene un ciclo. Ruinas un poco más destruidas a partir de hoy en que Jennifer Jones se ha ido.

domingo, 13 de diciembre de 2009

EN EL PUENTE

Siempre va calzada de color rosa, más o menos fuerte pero rosa, a veces lleva algo que parecerían zapatillas de ballet de un rosa brillante si no fuera por la suciedad y lo ajado de su textura, quizás lo fueran en otro tiempo. Falda ocre, color patata, leotardos azul oscuro. En los pies el toque sonrosado, siempre, da un aura de glamour perdido, un afán absurdo de coquetería. Se coloca en la isleta del puente, junto a un artilugio municipal que indica “dirección obligatoria a la derecha”, y espera que el semáforo haga parar a los coches. Vacilante, pero deprisa se mueve entre ellos pidiendo una limosna, no sé que palabras emplea, no sé que argumentos, ni sé si puede articular su discurso. Pocas son las ventanillas que se abren en este invierno y el semáforo cambia a verde. Ella vuelve a la isleta sobre su calzado rosa, a veces lleva unas botas rosa fuerte que parecen de plástico, quizás sean de agua aunque la vuelta que en tiempos fue algodonosa –ahora un pegote de pelo macerado, muy parecido al de su portadora- dan una pista de ensoñación adolescente. Vuelve a la isleta y espera a que el semáforo se ponga rojo pero no mira el semáforo, mira calle arriba, por encima de cachivache municipal de plástico blanco y mugriento, no más alto de un metro, cuadrangular, con su círculo azul y su flecha blanca. Mira calle arriba, hacia donde se pone el sol, desde donde los coches que no han abierto sus ventanillas podrían verla quedarse atrás, como siempre, si le concedieran un pensamiento. Mira por encima de la indiferente señal de tráfico y se santigua, una y otra vez, deprisa, muy deprisa, se santigua mecánicamente, como un muñeco de cuerda bate los platillos o mueve el rabo. Se santigua mirando la calle que sube hacía una vieja iglesia, por donde cada mañana entra un torrente de hombres y mujeres camino de un trabajo, por donde cada tarde sale el mismo torrente camino de una casa, de una familia, quizás un amor que no les ha dejado atrás. Desde la isleta no se ve el campanario de ladrillo que se oye de vez en cuando, si el tráfico no es abundante. El semáforo cambia y ella deambula de nuevo entre coches cerrados sobre sus zapatos rosa, casi blanco, de pulsera, zapatos con algo de puta ingenua, desleídos por el tiempo. Verde de nuevo, un color que, en el gris de la niebla que baja, resulta frío, aún más frío de lo habitual, y que contrasta con la calidez del color de sus zapatos. Sobre la superficie cuadrada del trasto municipal hay algo, algo ante lo que ella se vuelve a santiguar mil veces en los minutos en que el tráfico mueve el aire cada vez más gélido en torno a ella. A veces inicia el gesto de arrodillarse mientras se santigua, a veces no. Hay algo sobre la señal que habla de un silencio, de un vacío, de una vida esperando una respuesta; algo ante lo que ella, la dama de las zapatillas de ballet con cintas blancas percudidas, ofrenda el gesto con que fue educada, la señal de la cruz concatenada, quizás lo mejor de sí misma, de lo que queda de ella después de buscar una respuesta que no encontró, de lo que ha quedado atrás. Cambia el semáforo y ella caracolea otra vez entre los monovolúmenes y las furgonetas. Allí, esperando en la isleta el homenaje que recibe mientras el semáforo está verde, está el tetrabrik de vino barato, vinos Don Simón.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Si no lo digo reviento


De hecho ese será el único castigo que tengan por sus delitos.

martes, 1 de diciembre de 2009

Un recuerdo