Vistas de página en total

martes, 25 de agosto de 2020

AGOSTO

Este mes, otra vez casi no llego. No sería por falta de temas. Ha sido, quizás por exceso. Empecemos por el de menor importancia: el emérito.
Casualmente estoy leyendo ahora una serie de biografías y libros de Historia/cotilleo y, claro, cada quien sirve a quien sirve, al fin y al cabo uno es uno y sus circunstancias. Sin embargo, una cosa he sacado en claro hasta el más infame de los reyes de este país (léase Fernando VII, el rey felón) no salió de España de noche, sin destino conocido y sin correr riesgo su vida. Incluso otro monarca que no sería nunca ejemplo de buen nada (ni gobernante ni nada) Alfonso XIII al proclamarse la República y con la familia real huyendo de la corte por el peligro físico que en esos primeros momentos se suponía que corrían (la sombra de los Romanov estaba aun candente) embarcó en Cartagena con luz y taquígrafos, en pleno día y con la "gallardía" de dar un duro creo recordar a cada marinero de la tripulación del barco que le llevaba al destierro. Mi abuelo, de quien he heredado mi debilidad por las monarquías y los cotilleos históricos decía que "fue un caballero pero fue un cobarde", me vale como definición de Alfonso XIII.
Juan Carlos I hubiera podido pasar a la lamentable historia de este país -historia hecha de genios desperdiciados, proyectos incompletos, y posibilidades perdidas) como quizás el mejor rey del país, y seguro como el mejor de los Borbones (a Alfonso XII no le voy a contar por la brevedad de su reinado). Si hubiera abdicado 10 años antes, o con motivo del matrimonio de Felipe VI o, mejor aun, con el nacimiento de la Infanta Doña Leonor, dejando la sucesión garantizada, Así hubiera pasado a la historia, como uno de los grandes reyes de este siglo y de este país. Ahora, si a Alfonso XII se le llama el pacificador, a Jaime I el conquistador, a Fernando de Aragón, el Católico, a Felipe II el rey prudente a -lo digo con todo el dolor de mi corazón metafórico- Juan Carlos I no va a quedar más remedio que llamarle "El prófugo". Culpable o no la huida a hurtadillas es un deshonor del que no podrá librarle nadie. Lo malo es el pastel que deja a Felipe VI y en una situación crítica a todos los niveles desde la desconfianza general y absoluta en todas las instituciones a la Pandemia. Además rodeado de un grupo de politicastros sin visión de estado ni de futuro del que no excluyo a nadie.
El problema más importante, empero, es PP (Puta Pandemia, mal pensados) sabíamos que las fiestas veraniegas no las iban a evitar ni todos códigos penales del mundo pero conservábamos contra toda esperanza que hubiera algo de sensatez. Se ha demostrado que no. Las juergas vacacionales han vuelto a casa poco a poco y claro, Madrid se dispara. Se nos viene encima otro confinamiento con el agravante de los negacionistas. Sin contar con la cicatería de los gobiernos autónomos a la hora de contratar personal sanitario que aun no se ha recuperado de lo que nos cayó encima en marzo. Si, el jinete pálido está aquí, a ver si el celebrado sol español le da un poquito de color y a nosotros una pizca de esperanza entre tanto desastre

lunes, 3 de agosto de 2020

HOMENAJE JOCOSO A FEDERICO

En estas fechas se suman aniversarios cuanto menos tristes (Marilyn) cuando no espantosos (Federico) o directamente apocalíptico (Hiroshima) sobre ello tenemos la que tenemos encima de manera que se me ha ocurrido echarle un poco de humor con todo el respeto a Federico, por supuesto. El caso es que me he propuesto aprenderme de memoria el Romancero Gitano pero La casada infiel se me ha atravesado de mala manera y a base de intentarlo ha ido saliendo esto.

Yo me la llevé al río
Creyendo que era mozuela
Pero tenía marío,
Novio, amante
Y un curita de Almería
Con el que jodía bastante.
Y un petimetre cualquiera
De sinvivir anhelante,
Y  un pescador de Alicante,
Y un barbero muy apremiante.
Y uno con el rabo grande
Que resultó ser viajante.
Y un vendedor de Sigüenza
Un poquito sinvergüenza,
Y un cómico de la legua
Que tenía buena lengua
Y era del puerto el amor
De un marinero ligón.
Y un pastelero dulzón
Con gusto a miel y limón
Y un cacique que con guita
es que la tenía loquita
Y un bailaor saleroso
Con ínfulas de famoso
Y un juez severo y duro
Que se las daba de puro
Y un Norman taxidermista
Que siempre la tenia lista
Y un futbolista drogado
De lo más considerado
Y un profesor jorobado
Que ejercía de abogado
Y uno más chulo que un ocho
Con fábrica de bizcochos
Y un yogurín desnatado
Y un viejo verde tronado
Y un divorciado endeudado
Y un obispo consagrado

¡Y yo que me la llevé al río
Creyendo que era mozuela
…. y no solo tenía marío!