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miércoles, 29 de agosto de 2018

EL VALLE DE LOS CAIDOS



Esta entrada se podía y debía haberse titulado "A buenas horas, mangas verdes" o "pá unas prisas".
Hoy he de contenerme y mucho para no desbarrar pues el asunto me subleva.
Calma, Joaquinito, calma.
He usar toda mi voluntad y autodisciplina para usar sólo la razón y argumentar con cierta coherencia pues si dejo salir todo lo que me revuelve el asunto, arde Troya, casi como los edificios que ardieron bajo las bombas en Madrid. Ya la he metido. No era mi intención lanzar puyitas de este tipo, todo lo contrario. Quiero ser frío, sensato, respetuoso y abordar el tema con la mayor ecuanimidad que me sea posible. En suma quiero ser hoy especialmente el caballero decimonónico que siempre he sido.
Me paro pues tengo que hacer ejercicios de respiración para mantenerme aséptico. Tranquilo, Joaquinito, inhala, exhala, inhala, exhala. Visualiza la mala hostia que te provoca esto como un vapor negro que sale al exhalar y se aleja, se aleja e inhala otra vez.
La verdad es que por Madrid está haciendo un verano bastante suave ¿no? Sí, convenía alguna tormenta, ayer mismo el aire estaba denso y no de humo.
No sé como quedará la macroreforma Gran Vía- Plaza España. Supongo que mal. Esa plaza tiene poco arreglo.
Vale, ya puedo volver al tema central de esta entrada...y... no sé que decir. Hay tantos argumentos, tantas verdades de Perogrullo negadas, tanto odio, tanto dolor, tantísimas razones para... Bajo esta avalancha emocional y en vista de mi notoria incapacidad para expresarla de un modo razonable sólo haré una pregunta. De los cien millones de argumentos y preguntas sólo una, quizás no sea la más elaborada, ni la más acertada pero, como mínimo, es un botón de muestra: ¿alguien preguntó a las familias de los allí enterrados si querían enterrar a sus muertos allí, precisamente allí?
Ahora hay que usar guante de seda con quien ... me calló y me la trago, no importa, tenemos costumbre, tanta que ni siquiera voy a preguntar por que se ha tardado más de cuarenta años, o treinta y siete según desde cuando contemos, en plantear esto. Sí, aquí se traga. Marca España

domingo, 19 de agosto de 2018

EN EXTINCION: LA COMPAÑIA

Ya sé que puede resultar ñoño pero no me resisto a un lindo gatito.

¿Alguien se acuerda de lo que era "hacer compañía", "visitar".
Imagino que alguien habrá pero como algo muy lejano, de cuando se era niño o por ahí.
Ahora no se va a hacer compañía se "va a" (aquí rellenad con lo que queráis)
Hace poco he sufrido una pérdida familiar, pues bien, las pocas personas que vienen (2 exactamente) de vez en cuando lo primero que te dicen es "¿Que te hago?¿friego, plancho?" mi respuesta es siempre la misma "compañía", y yo creo que no saben de qué va lo que les digo. "In illo tempore", cuando alguien llegaba a tu casa podías ofrecer algo (según el tiempo y el gusto, café, té, cerveza) ahora ni se te ocurra pues como entren en la cocina se te ponen o fregar los tres cacharros del fregadero o a explicarte como hacer los higadillos de alondra al horno) Se podrían tirar todas las cristalerías y vajillas del país pues todo el mundo se bebe lo que sea en la botella o en un vaso (incluso de plástico) "así no hay que fregar copas".
Otras veces es diferente, es el caso de "vamos al cine". Me encanta el cine pero "ir al cine" con alguien con quien no hablas a diario o que pasas meses sin ver, es como si siguieras sin verle. La película y, como mucho, una cerveza en la barra. Hay que madrugar y es tarde. Me parece lógico pero entonces ¿por que ocupar las horas de compañía viendo una película cualquiera? Eso contando que no sea de ese grupo creciente de los que reciben más llamadas que Hacienda pongo por caso que eso ya no tiene nombre.
Me gusta la definición del gato pero se queda corta. La compañía es estar, repito ESTAR (igual que en Avatar "te veo"), con el otro por que sí, por que quieres hacerlo y para volcarte en él / ella por completo sea en momentos malos o buenos. La compañía es sentir al otro y dejar que el otro te sienta, ni dejarle la casa como los chorros del oro ni convertirte en un chef.
Hacer compañía es tanto dar, la gracia de darse, como recibir, la gracia mucho más difícil de recibir. Si ofrezco una taza de café y la presento en su tacita con su platito y demás por que me da la real gana no te revuelvas con cosas como, con un vaso valía, haber traído servilletas de papel. Aceptar el agasajo, la vieja hospitalidad de las culturas antiguas sin comentarios ni reproches del tipo "las tazas de porcelana ¿para qué? mira que si se rompen se te queda el juego cojo". Pues por que me sale de ... y si se rompen tal día hará un año, si me preocupara de no se rompieran no las sacaría, gilipollas (con perdón)
Hacer compañía ni siquiera requiere la presencia física, una llamada de más de dos minutos, la invitación a una celebración aunque sepan que no vas a ir. Una foto del niño. Hacer compañía en un sentido muy amplio es hacerte presente en la vida del otro.
En un sentido estricto es estar contigo, estando contigo, hablando cuando haya que hablar, dejando los silencios que nazcan y mueran, recordando para bien y para mal, compartiendo (personalmente me enteré del embarazo de una prima después de dar a luz), y dejando que se comparta contigo. En un sentido estricto hacer compañía es dedicar al otro parte de tu tiempo plenamente y, fundamental, nunca, jamás, por obligación o lástima.
Pues eso si no esta en proceso de extinción es sólo por que ya se ha extinguido.
Y no es que añore tiempos pasados, busco y no encuentro, calideces presentes. Pero...

martes, 14 de agosto de 2018

Octavo cumpleaños


Pues bueno, un año más que celebrar mi segundo cumpleaños. Hace ocho años por estas horas, quizás un poco más tarde, me dio un infarto potente.
Desde entonces considero este día como un cumpleaños más. Eso sí, sin celebración pues no hay nadie con quien celebrarlo en Madrid.
También lo planteo como un nuevo comenzar, pero a veces es difícil estar eternamente recomenzar.
No (como diría la Piaf) no me puedo quejar. Van llegando buenas noticias (con eso quiero decir que no son malas, no que sean especialmente maravillosas) y se van solucionando problemas.
Siempre hago una entrada este día sobre estas horas un poco para compartirlo y otro poco para desahogarme. Agosto es un mes que si voy sumando recuerdos, están casi los peores. Pero ya son sólo eso, recuerdos.
Ahora y aquí, sin más y sin menos.
Pues soy un chico excelente, pues soy un chico excelenteeeee

lunes, 6 de agosto de 2018

DE CELDAS Y JAULAS


Un hombre mata a su suegro y se atrinchera en el piso.
El mayor etarra sale de la cárcel.
Hasta aquí las noticias escuetas, obscenas como si a uno le escupen en la cara.
No voy a hablar de ellas sino de las reacciones de los allegados. ¿Con cuantos años de cárcel se pagan más de cuarenta asesinatos a sangre fría? Ni enterrando al interfecto dentro de la cárcel. Demasiado dolor para perdonar. Para ninguno de los familiares de los asesinados habrá nunca condena suficiente. Ni siquiera la pena de muerte pues sólo se puede morir una vez. Nada les podrá aliviar ni consolar. Todo lo demás son palabras huecas, ahora bien, es cierto que en estos casos las penas se quedan cortas, es cierto que el sistema judicial y político se han acostumbrado a admitir un cierto y excesivo grado de impunidad a cualquier nivel, es cierto que en cuanto a un recluso se le pone cara y cuatro energúmenos (lo mismo pasó con la Pantoja) montan un follón por pequeño que sea pasa a ser de alto nivel de interés político como estamos viendo hoy con las declaraciones del "biscuit" del PP pero que mañana veremos con el borde de turno del partido que sea,  es cierto que la inmensa mayoría de la sociedad nos callamos y alejamos del asunto, por mera supervivencia (y comodidad), es cierto que pedir un cambio en la justicia primero sería inútil pues en estos casos los jueces .... y segundo que conociendo la "casta judicial" y su trayectoria histórica puede ser peor el remedio que la enfermedad, es cierto que oyendo ciertas cosas se hace uno asesino por lo menos por lo menos "de pensamiento" y, lo peor, es cierto que mañana nada habrá cambiado.
El pájaro de cuenta con no sé cuantos antecedentes y que andaba suelto como liebre por los campos que se ha cargado a su suegro (que esa es otra, ¿Cómo estos elementos siempre encuentran parejas a pesar de todo? es un misterio insondable de la condición humana o algo infinitamente peor?) mira tan chulesco como el de la piara del otro día desde su balcón casi riéndose todo el operativo para cazarle. Para mi asombro la policía extiende una lona o lo que fuera que no recuerdo por si le da por tirarse. Un delincuente que ha demostrado ya ser peligroso se tira y se mata, pues como diría Reth Buttler "francamente mi querida Escarlata..." Pero lo peor, lo que me puso los pelos de punta y me evocó la idea de la jaula fue la llegada de la hermana del susodicho, Sólo se me vino una idea "Por Dios, que la enjaulen". Si, soy un salvaje, me paso pero soy sincero: esa fue la primera idea que se me vino. Sólo he visto tal ferocidad en dos ocasiones, una en un verano en que un montón de adultos asistimos impávidos al espectáculo de una niña de unos doce años pegando una soberana paliza a un chaval de su edad, y cuando digo una soberana paliza es exactamente lo que quiero decir, persiguiéndole con saña y un odio en los ojos que no se me ha olvidado. La otra vez fue cuando vi a una dulce ancianita acorralar y acojonar a un segurata de un centro comercial contra la pared. El hijo, un adulto con cierto retraso había cogido algo, los agentes privados le cogieron a él sin excederse en nada y ajenos a los problemas de este hombre. La más salvaje ferocidad de leona madre se desató en aquella vieja enfurecida que a golpe de bolso repito acorraló y acojonó a uno de los agentes mientras el otro no sabía si intervenir o huir despavorido.
Sin embargo, lo que vi esta mañana era otra cosa más profunda y no por no comprender la angustia de esa mujer sino por la capa social que se estaba viendo a través de ella. Esa sociedad, que somos nosotros también, permanentemente al borde del delito, acostumbrada a juicios, condicionales etc. salía desbocada por esa mujer. Ninguno querríamos estar cerca de ella en ese momento y, sin embargo, vivimos muy cerca de esa sociedad al borde de la delincuencia sin que nadie (salvo unas cuantas buenas personas) se preocupen de sacarla de ese nivel. Desgraciadamente la delincuencia existe y existirá siempre pero no hay por que permitir que su entorno la viva como algo normal.
¿Me excedo? puede pero sólo en las formas. Además como medio gallego que soy tengo derecho a mi parte de esperpento.

sábado, 4 de agosto de 2018

AGOSTO

Desde la portada de Vogue de no sé que año esta señorita nos mira seductora evocando con su posición y algo parecido a estrellas las bellas noches de verano, esas noches que siempre, cada verano, esperamos y que nunca llegan. Hermosa portada.

Bueno, pues llegó por fin el mes más ansiado del año para la mayoría, el mes de las vacaciones por excelencia, aunque no creo que eso dure mucho teniendo en cuenta el panorama laboral. Horarios inconcretos, menos sueldo, desigualdad salarial, amenazas de "si reclamas tus derechos (léase: media jornada por lactancia) te despedimos", reducciones de plantillas ya de por sí insuficientes y más en vacaciones, en fin que ya aquel principio franquista de que cada español tiene derecho a treinta días de vacaciones pagadas va a acabar siendo hasta progresista. Ya sé que a nadie le importa lo que está ocurriendo ni lo que voy a decir, faltaría más, pero esas actitudes empresariales (y hablo de trabajadores con carreras superiores y trabajando en ellas, ingenierías, telecomunicaciones) están deshaciendo hilo a hilo la trama social en una trágica rueda que más parece danza macabra que otra cosa.
Los papás aparcan a los niños con los abuelos herramienta hasta la edad de la guardería, si la pueden pagar pues púbicas son todavía insuficientes, donde les atienden profesionales mal pagados y sin medios que por muy buena voluntad que le pongan acaban perdiendo la motivación. Las jornadas de los papás se alargan sin control y así se llega al colegio donde nos encontramos, además de con los profesionales tradicionalmente mal pagados y hasta despreciados (las cosas que he tenido que oír¡¡¡) que sacan a pulso la formación de unos seres que es posible que vengan con una buena base de pre escolar pero con lo que no vienen es con educación, por que eso se da en casa y las empresas tienen a los papás como rehenes para pagar la hipoteca y el sustento de esas bestezuelas. Así nos encontramos con el síndrome del niño con la llave al cuello, chiquillos de ocho años que al volver a casa la encuentran vacía, de ahí lo de la llave al cuello. Entonces llegamos al Instituto y válgame la Macarena. Las pequeñas bestezuelas enloquecen con las hormonas desbocadas y sin ningún pilar ético (los viejos valores ya no eran válidos hace cincuenta años, de acuerdo pero es que no han venido otros a sustituirlos) En breves palabras: adolescentes en celo, hechos un  lio, siempre ha sido así, que disponen de más de medio día libre sin vigilancia alguna. Demasiado bien están saliendo.
¿Y los papás? los papás, inconscientes de su condición de rehenes se creen que trabajando más y mejor para la empresa carroñera alcanzarán cierto nivel tanto económico como laboral, cuentos de mercachifles y trileros. La empresa no hace más que esperar a poder sustituirte por otro rehén, justo cuando ya no tienes más salidas. Entretanto, a poco nivel que tengan, se ven "obligados" a ciertos compromisos sociales que, enmascarada, no son más que jornadas laborales gratuitas.
Volvamos pues al tema vacacional: ¿Qué hacemos con los niños en vacaciones? pregunta que, de entrada, ha generado un no pequeño resentimiento de los papás contra los maestro. Existen diversas soluciones: los abuelos herramienta es la más fácil, campamentos urbanos, cursos en la quinta puñeta para aprender inglés (otra trampa empresarial), campamentos de los de toda la vida (marco perfecto de bulling que antes ni se tenía en cuenta pero que siempre ha existido y de abusos sexuales). En algunos casos los papás pueden repartirse las vacaciones un mes uno y otro mes otro y así "atender" a los críos que si están ya en el instituto ya no hay quien les controle. La más horrible de las soluciones ha llegado a ser la que de toda la vida era la mejor: pasarlas juntos.  ¡Que bien, toda la familia por fin reunida! pero ¿quien demonios es éste señor tan lo que sea o esta señora tan no sé qué? ¿y esos otros alienígenas de los que lo único que sé es que comen más que la orilla el río y no paran de pedir cosas? Aaaaaag. De pronto se enfrentan a su creación, dirigida por la empresa, a la Criatura desconocida, pues ¿Cuántas horas han pasado juntos papá y mamá? bastantes menos que papá y mamá con el compañero/a de prietas nalgas y con quien, en el mejor de los casos han llegado a comunicar más que entre ellos.
Me encantaría pensar que exagero pero números cantan y cantan La Traviata: a la vuelta de las vacaciones es cuando se produce mayor demanda de divorcios y durante ellas aumentan exponencialmente los malos tratos infantiles (tan olvidados, por otra parte, a menos que sean de hospital, pero hay otros).
Una situación laboral perfecta para la empresa: papá tiene que pagar pensión, pillado pues, mamá tiene que sacar adelante a la prole, pillada pues. Los jovencitos piando siempre (de momento primera fuerza consumista) La situación es tal que pueden hacer con los trabajadores lo que quieran, bajarles el sueldo, y hasta sodomizarles en una plaza pública. ¿Cuánto tiempo se tardará en "monetizar" los días de vacaciones y de ahí a la inexistencia de las mismas?
Feliz agosto.

jueves, 2 de agosto de 2018

A VUELTAS CON LA PIARA, DIGO, MANADA


 Un año largo desde el delito, no sé cuantos meses desde la sentencia y no sólo andan sueltos y dispuestos a violar a la que se les ponga por delante, chulearse en público, pedir el pasaporte y, la de hoy, intentar robar unas gafas y al no lograrlo embestir con la intención de arrollar a dos agentes de seguridad.
Eso si se hablase con palabras y no con sandeces de leguleyos tendría varios nombres: impunidad, prevaricación y, básicamente, chulería de la peor especie, de la de navajazo en la cara si miras a otro. Diríase que esos uniformes de los que son indignos les están protegiendo en demasía o eso o son protegidos de algún alcalde, que aquí quienes mandan son los alcaldes.
¿Sabéis que otro nombre tiene?: CUERNOS.
Sí, los que nos están poniendo a todo ciudadano decente que, respetando las leyes, no ha salido a rajarles, a todo miembro de las fuerzas de seguridad del estado que, ahora mismo están bajo sospecha de corporativismo y que, imagino, que no entenderán como no han sido inmediatamente expulsados, a todas las mujeres pues tolerándoles tan chulesca impunidad se envía el mensaje: "no pasa nada, son mujeres"
Por eso a esa gente, por llamarles algo, hay que ponerles como a los cerdos: en canal
¿Que me paso? No me cabe duda, hago esperpento modesto de una realidad que si bien se mira es bastante más esperpéntica. Millones de ciudadanos asistiendo con las palomitas en la mano al lamentable espectáculo que están ofreciendo todos. Los ciudadanos también, por tolerar desde hace no sé cuanto tiempo (¿siglos, milenios?) esa permanente impunidad.
Ah, es que, claro, los ciudadanos no pueden actuar por que son rehenes de los taxistas.