Ayer se nos fue Mari Carrillo. Ella fue Marianela, pero para mí, sobre todo fue Doña Barbarita Arnaiz, la Santa Madre de Juanito Santa Cruz en la serie "Fortunata y Jacinta". Todavía hoy cuando paso por la plaza de pontejos pienso: mira el portal de Doña Barbarita.
Nunca podremos agradecer a estos esforzados trabajadores -más o menos anónimos, más o menos bien pagados, más o menos conocidos- el tiempo que nos han dado permitiendo que escapemos de nuestra jaula privada volando con ellos.
Hoy en la red he buscado imágenes de esta gran señora y apenas he encontrado media docena. He buscado luego imágenes de un jovenzuelo que ha protagonizado dos peliculas y media y hay cientos de ellas. Vergonzoso, como casi todo en España. Hemos olvidado a quienes han levantado nuestra cultura con soberbias interpretaciones como Los buenos días perdidos con su frase emblemática que levantaba al público: Yo soy de derechas pero sé perdonar. Hemos olvidado la elegancia de sus Estudios 1 donde varias generaciones descubrimos el teatro, hemos olvidado la gracia y la ductilidad de la Marquesa en Entre Tinieblas. Hemos olvidado aquella mujer a quien se le escapaba la juventud esperando un piso de "El pisito", a "La vieja señorita del paraiso", a la extraordinaria delicadeza de su Marianela.
Pues no, me niego a que eso ocurra. Mientras mi mente funcione y mi corazón lata habrá un hueco y una honda emoción ante la figura, elegante, sobría, educada, contenida y llena de talento de Mari Carrillo. Sé que conmigo hay mucha gente que no la olvidará y no nos hace falta que haya trabajado en Hollywood o cosa parecida.
Señora: la recordaremos con gratitud y admiración, con respeto y añoranza. Desde donde esté reciba un respetuoso beso mío y de muchos espectadores, amantes fugaces, complices efímeros, admiradores eternos.
Nunca podremos agradecer a estos esforzados trabajadores -más o menos anónimos, más o menos bien pagados, más o menos conocidos- el tiempo que nos han dado permitiendo que escapemos de nuestra jaula privada volando con ellos.
Hoy en la red he buscado imágenes de esta gran señora y apenas he encontrado media docena. He buscado luego imágenes de un jovenzuelo que ha protagonizado dos peliculas y media y hay cientos de ellas. Vergonzoso, como casi todo en España. Hemos olvidado a quienes han levantado nuestra cultura con soberbias interpretaciones como Los buenos días perdidos con su frase emblemática que levantaba al público: Yo soy de derechas pero sé perdonar. Hemos olvidado la elegancia de sus Estudios 1 donde varias generaciones descubrimos el teatro, hemos olvidado la gracia y la ductilidad de la Marquesa en Entre Tinieblas. Hemos olvidado aquella mujer a quien se le escapaba la juventud esperando un piso de "El pisito", a "La vieja señorita del paraiso", a la extraordinaria delicadeza de su Marianela.
Pues no, me niego a que eso ocurra. Mientras mi mente funcione y mi corazón lata habrá un hueco y una honda emoción ante la figura, elegante, sobría, educada, contenida y llena de talento de Mari Carrillo. Sé que conmigo hay mucha gente que no la olvidará y no nos hace falta que haya trabajado en Hollywood o cosa parecida.
Señora: la recordaremos con gratitud y admiración, con respeto y añoranza. Desde donde esté reciba un respetuoso beso mío y de muchos espectadores, amantes fugaces, complices efímeros, admiradores eternos.
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