Bueno, pues como es habitual hoy día las fiestas de cumpleaños se han de aplazar hasta que haya ocasión de celebrarlas. Este blog cumplió el día tres de mayo dos hermosos añitos (guguteta, digotata) . Han sido dos años intensos en lo personal y en lo social, pero creo que también en lo literario y en mi propio crecimiento.
Hoy, que hay tan poquito que celebrar, he decidido celebrarlo, aparte de con una magnífica colitis (del disgusto o de una empanada galleguísima y riquísima que despué de tanto régimen me supo a gloria bendita), con una entrada especial.
Esta mañana al abrir el ojo y la oreja (que válgame lo que hay que ver y oír por llevar los ojos y las orejas puestos) me planteé seriamente cerrar el blog pensando que había cumplido su ciclo y que acabarlo ahora no estaría fuera de lugar cuando tantas cosas están acabando y otras comienzan a ver su fin, cuando la esperanza -con minúscula, no confundamos- agoniza, cuando la Desesperanza, paso siguiente de la Desesperación, se hace con el país y con quienes alguna vez soñaron un país mejor -ay, si Jovellanos levantara la cabeza-. Sí, parecía un buen momento de echar el cierre. Así que después de una de mis hoy frecuentes visitas al baño, tomé la decisión de despedirme.
Claro que se me olvidaba que soy capricornio con ascendente en leo, recriao en escorpio, con muy mala leche y con muy poquitas ganas de palmarla aunque sea virtualmente. O sea que VA A SER QUE NO. Además tengo algo de pequeña aldea gala que resiste y resistirá siempre al invasor. Entonces, en lugar de buscar el lazo negro con que pensaba encabezar la entrada he buscado velitas de cumpleaños y me ha aparecido el inocente Pocoyo y al verle tan "mono" he recordado un personaje de los tebeos de mi infancia: Angelito Gugú, el bebé más destructivo que puedan soñar todos los concejales de urbanismo que hoy se frotan las patitas -como las moscas en la mierda- pensando el la impunidad ya consagrada como forma de vida del trinque futuro. Saltando en su cestita y sin decir más que Gugú era una bestia absolutamente demoledora digna de Godzila. Así que en el segundo cumpleaños de este blog he de decir dos cosas: gracias por leerme y GUGÚ.
Gracias a ti por tan buenos ratos que me has regalado. Hoy mismo que hay tan poco que celebrar como bien dices, me regalas una efemérides gozosa antidisgustos.
ResponderEliminarMUCHAS FELICIDADES.
Un abrazo
Hola Uno: muchas gracias y a seguir aguantando, al final, como el Fénix y como otras tantas veces, levantaremos vuelo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues ¡feliz bianiversario!. Yo esto de la blogosfera lo conozco de pocos meses hacia acá, y, aparte de buenísimos escritores, me he encontrado a maravillosas personas como tú, que sin este medio hubiera sido casi imposible conoceros. Como ya he comentado en otros blogs, yo no hay día que no piense en dejarlo todo, pero se van creando unos lazos afectivos que ya cuesta romper. Es cierto que hemos entrado en una época incierta, con tintes grotescos, pero como decían los clásicos: "Post tenebras, spero lucem"(jajaja). Así que me alegro que hayas decidido mantener tu luz encendida, y, si me permites otra cita, me acuerdo de aquellos versos que escribió Machado y que cantó Serrat: "Caminante, no hay camino...". Gracias, compañero, por estar ahí, y por ser tú. Saludos, un abrazo y besos.
ResponderEliminarComo te comentaba en la entrada posterior hay ventanas que se abren, y esto siempre pasa, inclusive en los momentos más oscuros. Pero a lo que íbamos, Felicidades por tus dos añitos en la red, visto lo visto, y en el tiempo que llevo he visto bastante, jejejejeje, llegar a los dos años es pasar el rubicón, así que ánimos y pa lante.
ResponderEliminarFeliz segundo año amigo, y no pierdas la esperanza, somos parte de una revolución gracias a estas tecnologías... todavía no se a visto el verdadero poder de la "computación distribuida".
ResponderEliminarLa impunidad ya no existe, las distancias ya no son importantes, hemos superado las diferencias idiomáticas, culturales... somos parte de un nuevo mundo en formación, que crece a pasos agigantados.
Gracias a ti por compartir tus pensamientos, sentimientos y tu arte.
Un abrazo.