De nuevo problemas con los comentarios, a ver si se aclaran de una p. vez.
Roberto T: lo malo de ese “amor” es que fue el único. Sí, jugarretas de Cupido que más que ciego es un joputa.
Uno: ni siquiera me la puedo imaginar como “señora”, y, sí, debería dar gracias por no estar con alguien tan aburrido. Por cierto conservadores hay una porrá pero no tantas conservadoras y, todo hay que decirlo, me corroe (con muchas erres) la envidia. Brrrrrrr. Espero no volver a soñarla por que una vez escrito resulta bastante ridículo.
Thiago: te devuelvo la fama y reconozco mi error, me disculpo, me fustigo y me flagelo. Lo siento, me pasé de listillo. Por supuesto que hay mucho de culpa por que ¿nunca has oído lo de “enamorarse como un imbécil”? Pues eso. Y no hay algo de ajuste de cuentas, hay todo, y de envidia y de rencor y de … lo que se te ocurra. Por cierto, la envidia no es de la sana. Conste.
Javier: sí, las esfinges más que de pedernal el corazón lo tienen de hielo.
Thiago de nuevo: tiene aviso de contenido desde la entrada de los pulpos japoneses haciéndoselo con las pescadoras.
Comprobando
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