Paisaje post-Gallardón, esto antes era un frondoso vivero.
Yo quería decir que, dado el tradicional estado de la justicia española, (risas nerviosas, llegando a la histeria, hay que cambiarse de ropa interior que se mea uno tooo, como la Velasco o los Martes y Trece). Recuperados de este intempestivo ataque de risa, decía que dado el tradicional estado de (no puedo, no puedo), en fin, de eso, pensé que convertir al Faraón en Notario Mayor del Reino neutralizaba su megalomanía y su capacidad de destruir, dañar y destrozar, aunque no, naturalmente, la de reparto de botines y despojos que eso va en la profesión al igual que la llana en la albañilería o la manguera con los bomberos. Me equivocaba, como la paloma de Alberti.
Ahora, el ex – Faraón ha dado en el más puro esperpento. En su afán por elevar el nivel cultural de este
Cuando vi que nos quitaban de encima a los madrileños al Faraón ni me dio tiempo a sentir alivio pues enseguida nos pusieron el tacón de aguja reptilesco que anunció hace tiempo Alfonso Guerra “la operación sidra”: del Manzano a la Botella. Madrid tiene vocación de Ciudad Mártir y cuando no nos bombardean nos vejan, insultan y enchiqueran. Lo peor es que parece que a alguien le gusta. Estudios de voto afirman que la cantera del voto de la Lideresa son las mujeres mayores de 65 años. Desde luego es el grupo mayoritario en Madrid y no hay más que salir a la calle para verlo. Pero me estoy alejando del tema.
país ha resucitado el mundo de Valle-Inclán, más concretamente esa obra excelsa del esperpento universal “Divinas Palabras”. Afán de culturizar que, sin duda debemos agradecer más aun cuando se está recortando la educación –que nunca ha habido mucha como nos demostró Andreita-, y la cultura -que tampoco ha habido demasiada como nos lo demuestra la reposición en la televisión nacional de Ana y los siete-. Ah, que sabia medida. Meditemos.
Si eliminamos el supuesto de malformación congénita de la ley del aborto en un país donde el embarazo se retrasa alarmantemente –con los riesgos que eso conlleva- obtenemos una serie de beneficios inmediatos.
Primero y más importante: salvamos las almas de quienes se veían obligados a usar ese supuesto y, de paso, satisfacemos la ideología más ultra que siempre es un punto a favor de… el poder, claro.
Segundo: potenciamos el trabajo y por tanto eliminamos paro al crear una medicina paralela, privada y carísima que solucione ese problema a quien lo tenga y… lo pueda pagar. En otros tiempos había tocas de por medio, ahora no sé, ni tengo informaciones tan privilegiadas ni me toca la lotería tanto como a otros.
Tercero: quien no pueda pagarse esa “medicina” que no se alarme, siempre hay “soluciones” para esos problemas. Quienes tenemos cierta edad (53 para ser más exactos) hemos oído a nuestros mayores hablar de agujas de calcetar y otras mil lindezas que, sin duda, crearán una economía sumergida realmente importante. En principio no tributan, obviamente, pero luego con una buena amnistía fiscal, España recolocará su situación. El beneficio añadido de esta sub-medicina es que se reducirá notablemente la población como consecuencia de las infecciones y de que los antibióticos necesarios no puede cubrirlos el sistema sanitario, lo que equivale a más reducción del paro.
Cuarto: las gentes de orden, sin embargo, cumplirán con la ley y dejarán nacer a esos niños deformes, enfermos, llenos de dolores y taras, se harán cargo de ellos. Completamente. La ley de Dependencia estuvo condenada desde que se promulgó –y eso lo sabíamos todos- y por tanto no va a haber ayudas para ellos. Las madres o los padres tendrán que dedicarse exclusivamente a su cuidado con lo que… se vuelve a reducir el paro. Pero el miembro de la pareja que trabaje queda perfectamente amordazado por que si todo trabajo es necesario cuanto más cuando hay un dependiente en la casa. A ese trabajador se le puede exigir todo, incluso el derecho de pernada, por que no puede negarse. Cada aparato, medicina o lo que sea (de pañales a respiradores) es carísimo y –aun en el absurdo caso de que la Sanidad Pública pagara algo (perdón, otra vez la risa tonta) previamente hay que pagarlo, cursar la solicitud y que la burocracia siga su curso-.
Quinto: en el fondo, que nazca un niño en esas condiciones, como decía Valle-Inclán “vale un horno de pan”, pues no hemos de tardar en ver por ferias y festivales como los de pro-vida y pro-familia a los padres parados tirando del carro con el baldadiño valleinclanesco de modo que el problema del paro con esta simple medida brotada de la mente faraónica desaparecería garantizando un medio de vida a quienes como dijo Juan Pablo II “tuvieran la suerte” de que les naciera un hijo así. Sobre todo si hace alguna gracia como lucir “lo completo que es de sus partes”, que también decía Valle, o balbucear frases profundas como ese prodigio que debemos a la elegancia y la sabiduría destilada durante dos siglos de buena familia y colegios de pago: “Que se jodan”.
Recogido de La batidora de gustos, un blog absolutamente recomendable, si se me permite.
Cuentan una anecdota que cuando alguien acusó a Ruiz Gallardon (padre) de conservador el contestó:"Pues no conocen ustedes a mi hijo". Nos la metio dobladita Albertito.
ResponderEliminarCuando venía por mi barrio había grupos de mujeres "de cierta edad" jaleandole y dando vítores, etc. Me gustaría ver que piensan ahora si les toca un nietecito y ... quiera Dios que no nazca nadie más así, pero esto es una lotería, señoras.
EliminarGracias por leerme David.
Bueno, aquí se engañó quien se quiso engañar, así lo veo así lo escribo.
ResponderEliminarLa gente es tonta. Eso lo ha comprobado repetidamente el rey del cinismo infinito y ministro de Justicia.
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