El no sé cuantos de la empresarial ha soltado una nueva barbaridad afirmando que los permisos por defunción de parientes son excesivos por que con los medios de transporte de hoy puede quedar todo solucionado en unas pocas horas. Sí, claro, ahora se disculpa, abre la bocacloaca, suelta el globo-sonda bajo forma de ofensa y luego disculpitas. Si se me permite la comparanza como el pájaro ese a quien, encima, pagamos todos, y que por cierto no sé ni de que partido es (creo que del Bloque Nacionalista Galego, pero no lo sé así que no afirmo nada) pues el pollo en cuestión suelta la burrada machista contra Soraya Saenz de Santamaría, personaje con cuya ideología no puedo estar más en desacuerdo pero que, dado como está el paisanaje político, está desempeñando su cargo con una sorprendente ecuanimidad y dignidad, cosa que no hacía en la oposición. El pollo machista, o gallito de pelea desplumao, disculpas y hasta dimisión. Vale, ¿qué menos? Pero hay algo más: nos ha descalificado a todos aquellos que criticamos la gestión de gobernantes y gobernantas con su grosería brutal, con su falta de categoría para representar a nadie y encima cobrando a los ciudadanos y a los hombres que no usamos esa terminología más que con las pruebas en la mano. Volvamos al pato mareao de la CEOE, está claro que o no se le ha muerto nadie, o no viaja salvo en jet privado, o está permanentemente en ese mundo de luz y color donde residen los políticos de este país, con ríos de chocolate que no engordan, nubes de algodón dulce y árboles de gominolas de los que pueden comer los niños mientras ellos deciden retrasar las medidas para que puedan comer de verdad, en este secarral llamado España.
A partir de ahora los abuelos no sólo tendrán que darse prisa para morirse como dijo el neoliberal y, con permiso, neonazi personajillo japonés. Sino que tendrán que hacerlo con horario si quieren que alguien pueda ir a su entierro o a despedirle en el tanatorio. Claro, tendrá que estudiar a qué hora para que los “modernos medios de comunicación” y sus permanentes retrasos/huelgas, embotellamientos, logren llevar a tiempo a sus hijos y parientes durante las “pocas horas en que se soluciona todo”. Se morirán más los viernes si la familia tiene horario fijo, lo cual hoy es pedir la luna con marquetería. Claro que siempre podrán acudir las mujeres a las que la ley Gallardón habrá echado del mercado laboral para que cuiden a los hijos deformes y enfermos, eso sí, si no se alarga mucho la cosa por que habrá que pagar una “canguro” para cuidarles mientras ellas, acuden presurosas a enterrar/incinerar al abuelo. Abuelo al que nadie habrá ido a ver al hospital, residencia, o moridero al plan que llevan, por que la inexistencia de horarios laborales torna imposible cualquier acción que no sea la de la mera existencia y aun así con prisas. Abuelo, al que sus nietos apenas conocerán si no ha sido de los que les han tenido que criar, por que tienen su horario infantil demasiado ocupado preparándose para un mundo laboral falsamente competitivo en el que dice valorarse el esfuerzo pero se valora la cartera y el apellido de papá, ah, un buen culo tampoco hay que despreciarlo como carta de presentación para un trabajo. Abuelo que, posiblemente, haya sido operado a vida o muerte y haya dicho que no avisen a su familia para no molestarle, no por bondad sino por que le han inoculado –nos están inoculando- la extrema valoración de su poco valor frente a esos otros como los beneficios empresariales. Claro que siempre tendrán a las madres de sus nietos malformados y enfermos o, en todo caso, se pueden crear empresas de acompañantes en entierros e incineraciones, cuyos trabajadores estarán demasiado ocupados para ir a los de sus parientes pero será un trabajo. Los parientes del difunto se quedan tranquilos, el difunto habrá pagado ese servicio y los asistentes profesionales estarán satisfechos por que la deformada moral del trabajo que se nos está imponiendo les dirá que eso es lo que tienen que hacer mientras que estar despidiendo a sus propios parientes es hacer perder dinero a la empresa.
Estoy pensando en montar una de estas empresas, a medio plazo acabarán apareciendo. De hecho, ya se están volviendo a contratar plañideras profesionales.
Este es el vivo del que habla el refrán, el del bollo. ¡Pais!
ResponderEliminarCosas veremos y oiremos que asombrados nos van a dejar, y no precisamente en el buen sentido de la palabra, pero como aquí sigue existiendo una mayoría silenciosa y cadavérica que sólo sabe obedecer y callar, y que además luego vuelven a votar a los mismos, así que tenemos lo que nos merecemos.
ResponderEliminarNada mas que añadir.
ResponderEliminarLa verdad es que se pueden decir muchas cosas pero que redundan en lo mismo. Lo curioso es que todo esto estaba planeado desde mucho antes de estallar la crisis: un plan perfecto. Si el tirano hizo la revolución de la burguesía según dicen algunos historiadores, estos están haciendo la revolución de los caciques. Digamos que han puesto la reversa a la historia.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por leerme.