Ilustración de Edouard-Henri Avril, cuyo seudónimo era Joseph Avril, de la serie "De figuris Veneris", creo que se titula algo así como pastor en la antigua Grecia.
Dejemos
sentado que el abajo firmante no se cree nada. Éxplicome. Las leyes son y han
sido siempre un instrumento para machacar a quien convenga. Desde el nefasto
día en que a un tal Hammurabi se le ocurrió dejar en pedrusco de buena calidad,
oiga, lo que puede considerarse el primer código legal, desde ese mismo día fue
usado como manual de la estafa, el engaño y la opresión en manos del que
estuviera arriba, tirios o troyanos. Lo
malo es que entre unos y otros hemos acabado creyéndonoslo y miramos la Ley,
ese sacrosanto papel mojado, como solución de los males sin cuento que toda
sociedad padece y así hemos creado un macrotinglado en el que existe hasta un
Poder Judicial “al margen” de los otros –que también tienen lo suyo pero que
hoy no me interesan. Dejando sentado pues el hecho de que no me creo nada que
venga del aspecto legal-judicial y dado que últimamente he cogido el vicio de
escuchar informativos -me estoy
quitando, no hay adicción buena-, quiero comentar algunas cosillas que me han
dejado de piedra o como diría Doña Ramírez “de estuco”
de buena calidad, oiga.
Por
ejemplo ejemplar ejemplarizante: se propone, ojo: “se propone”, que se haga una
lista europea de personajes con antecedentes terroristas y que no se les
permita entrar a la Unión Europea. Atención, pregunta: ¿se puede saber qué coño
han estado haciendo los responsables de seguridad de la UE que no se les ha
ocurrido semejante perogrullada?
Segundo
ejemplo: los –para mí siempre suaves- castigos a los padres inmigrantes en
España de niñas que sufren ablación
durante las vacaciones, en muchas ocasiones a manos de las dulces abuelas y
contra la voluntad de los padres. A buenas horas, mangas verdes. Esta es una
realidad que viene ocurriendo desde que
España pasó a ser país receptor de inmigración y ahora, ahora cuando Dios sabe
cuantas niñas han pasado por esa atrocidad se nos ocurre legislar.
Nuestra
legislación dijo alguien hace poco está pensada para robaperas, no para grandes
delitos, por eso se nos escapan con la pasta quienes todos sabemos y tenemos
las cárceles llenas de quienes las tenemos. La culpa, como de casi todo, es de
Napoleón (cuyo código tienen aun aspectos vigentes o los tenía hasta hace poco)
y de la panda de ineptos que nos han venido gobernando o desgobernando. Me gustaría saber que va a pasar con esa
panda de infraseres que se han dedicado a traficar con medicamentos de
oncología infantil dejando desabastecido el país y cobrándolos a precio de oro
donde quiera que los vendieran, pues
conociendo el patio y dado que el kilo de medicina es más caro que el de peras:
nada. Como con los casos de Talidomida en España, único país en que no han
ganado los juicios los afectados.
Entre
tal despropósito me voy enterando de prohibiciones varias: manifestarse, por
ejemplo, ir sin camiseta por la calle en
no sé qué paseo marítimo, acercarse a las vallas en caso de temporales como los
de estos días, que uno no sabe si están de broma o peor aún, no lo están. Lo que motivó esta entrada fue algo así como
que se prohibía la zoofilia. Ah, coño, ¿Es que no lo estaba a estas alturas de
la película? Toda mi vida he creído que en Occidente sólo quedan dos grandes
tabúes en cuanto al sexo: lógicamente el incesto y, creía yo, la zoofilia.
Estas reflexiones de un cerebro con antidepresivos me han llevado a pensar en
Padre Padrone, pongo por caso; los tradicionales romances entre ovejas y
pastores que para tanto chiste obsceno han dado. El propio Zeus haciéndoselo
con vacas, o ellas haciéndoselo con Zeus-cisne, Zeus-toro. O sea que lo de Pasifae metida en la vaca
esperando ser montada por el toro para parir el Minotauro resulta que era
legal. Y lo de la cabra Asunción, la xxxx de la cabra, la cabra, también lo
era. E incluso lo de otra cabra que dio pie al inicio de la relación entre los
protagonistas de Muertos de risa. ¡Todo era
legal! Y ahora que todo el mundo monta cualquier humano animal o cosa que vibre
se ilegaliza.
No
sé, no sé, me parece que va a ser que son otros quienes van perdiendo tornillos
mientras otros nos pagamos psiquiatras.
¿Estás seguro de que la ilegalizan? Qué disgusto me das. Esto lo tendrán que avisar. ¿A partir de que fecha? ¿Incluye también a las gallinas?...Voy a ver el BOE
ResponderEliminarMe temo que sí, imagina el disgusto que se llevaría Dalí con aquello que parece ser hacía con los patos, desde entonces Donald no ha vuelto a ser el mismo, y esa es la causa de que lucas esté siempre cabreado y se empeñe en perseguir a un ratón, seculas dalinianas jejejejeje
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