Nuestra bella jardinera prepara el terreno para el próximo despertar de la tierra y hace bien pues de un día para otro la primavera desembarca de golpe.
Marzo viene de Marte, así que este puede venir satisfecho, ¿será por guerras?
En fin en algunos jardines ya hay pequeñas margaritas que no sé como se llaman, al lado de casa hay brotes de rosal aun con diminutas hojas rojas que no sé como no se han helado pero ahí están, han florecido y casi pasado las mimosas, los almendros también en algunas zonas. Ah, y las alergías, que son también parte de la primavera, que siempre se nos olvida.
Está rara la climatología de este año, pero bueno, este año está raro todo, incluso parece que vamos a perder de vista a la Botella. Claro que "otro vendra ....
Si, está todo como desencajado, navidades blancas en febrero, rebajas de enero en febrero, Semana Santa a caballo, como siempre, pero viniendo como vienen los climas puede que tengamos que ir en tanga a las procesiones o construir un iglú para verlas.
Además es el Año Nacional de "Vamos a contar mentiras, tralará" con el montón de elecciones que tenemos a la vista. Eso sí que va a ser ciencia ficción y no lo que hacía Verne, don Julio.
También es el Año Nacional del "¿Estamos locos o qué?" cuando por un vaso de agua medio lleno se vendía por veintemil euros, eso sí, no cuando se pagan cifras estratosféricas por masas de músculos dopados y encima se estafa al fisco.
En otros tiempos se consideraba que Año Nuevo era el 25 de Marzo, día de la Anunciación. En cierto sentido es asi, no por cuestiones religiosas sino por que parece que cambiamos de mundo, cambiamos de hora, lo que nos lleva a disfrutar o sufrir más del día. Los pajaritos cantan, las nubes se levantan, no sentamos en las terrazas, nos resfriamos por que aun no es tiempo de tomarse un helado sentado en una terraza a las cinco, ni de salir en manga corta a las seis de la mañana camino del trabajo.
En el fondo no es más que la primigenia alegría de sentir que el atroz tunel del invierno empieza a acabarse y un año más le hemos sobrevivido. Bueno, en ello andamos que todavía le quedan días al muy cabrón.
La primavera sería perfecta si no anunciase el verano, tan hortera en general. La primavera no muestra, sugiere. No abrasa, calienta. Ya que se va tan pronto espero que se adelante.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues mira yo soy más de verano, no debo ser tan sutil como tú, en ciertas cosas prefiero la carne a la sugerencia.
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