Como cada octubre empezamos almanaque nuevo. El de este año es de un autor aleman anónimo. Lo que no hace falta ser muy despejadito para darse cuenta de la influencia de Mucha. Bellos y decorativos. Espero que comartáis esta opinión.
Bien, hablemos pues, como siempre, del mes que empieza. Lo he visto siempre como la vuelta a la normalidad, los niños en el cole, los trabajadores trabajando, los abuelos abueleando. Lo malo es que recientemente he descubierto que la normalidad simplemente no existe. A poco que se rasque somos todos unos psicóatas controlados (más o menos) Desde la psicopatia que es la única explicación de la absurda posición de Sánchez en el vergonzoso espectáculo que dieron la semana pasada, al más "normalito" de los ciudadanos, menciona el nombre de su equipo y el cerebro desaparace mucho más deprisa que Houdini. Hay, eso sí, una psicopatía general que es el gusto global por hablar de enfermedades, vida sana, remedios y demás. Es un tema de conversación interminable.(mis amigos y yo deducamos cinco miuutos máximo pues si no se nos va el vino en catas, o el tiempo en médicos). La principal diferencia entre un psicópata y otro es simplemente que uno lo sabe y el otro no. Vivimos pues entre locos de atar, me incluyo, por supuesto. Eso sí con la salvedad de que me diagnosticaron depresión y anuciaron que iba a ser cosa larga así como me aconsejaron iniciar psicoterapia. Y en ello estoy. Y voy muy bien, cojonudamente, (eso es rigurosamente cierto) pero he me han ido llevando a descubrir aspectos de mí que no creía tener, ninguno positivo, y que no puedo negar sin mentirme a mi mismo y para eso no me pago la terapia, carallo. Bien, establecidas estas premisas os dirñe que mi psiologa cierto día apareció vestida de diosa griega y al dia siguiente todo el barrio me preguntó de donde había sacado semejante chica. Es que el centro en el que trabaja no tiene accesos para sillas y ha de venir a casa o, como ahora en verano, a Madrid Río.
Con los descubrimientos interiores, que repito no puedo negar si quiero salir adelante, resulta que ahora no sólo comprendo que sea tan fácil deshacerse de mí hasta el punto que me da hata un poco de miedo iniciar una conversación o una relación. Sé que es una fase, vale. Pero una adevertencia: si no queréis enfrentaros con alquello que siempre nos ha espandatdo, si no estais dispuesto a que tus construcciones mentales, todas, se vengan abajo con tan sólo cuatro palabras que llevas temiendo oír desde los doce años, que las temes por sabes que en cierta medida son ciertas. Si no estás dispuesto a la demolición interior no os metáis en esto. No voy a decir que sea malo, ni que no funcione, que funciona, tampoco que es fácil pero los resultados son magníficos hasta que se llega a la llaga allí donte te duele el alma y no quieres mirar, que no quieres asumir pero que has de hacerlo si quieres en serio mejorar y salir del pozo de verdad, no para caer al día siguiente. Ayer, no sin una cierta premeditación, llegó y me llevó allí. Estoy demolido, dolido, y herido. Como cuando te sajan un forunculo y luego hay que hacer curas para apretar y que salga de todo, pues así fue, ayer tocó apretar y llegar a una de las piedras de toque (supongo que habrá más pero esta es de las más duras). Escuchar lo que ni siquiera estás seguro pero lo sospechas con las mismas palabras, exactas, que temes. Palabras qué curiosamene han sonado en tu cabeza mil veces pero que he tapado con otras cosas. Aquello de que "la vida es lo que te pasa mientras tú haces otras cosas" no puede ser más real. Y yo, que no soy tonto, que me precio de inteligente y agudo (soy todo modestia) me partiría la cara por no haber visto que todo apuntaba ahí, que quienes me habían intentado guiar hacia ahi fueron inmediatamente expulsados de mi vida, que quienes me han insultado con esas palabras tenían razón. Por que si algo no tolero es parecer tonto, y en esto no lo he parecido, lo he sido y lo que es peor, de balde, sin ganar nada con ello, al revés, perdiéndolo todo, por eso me daría de bofetadas no por lo que hay, sino por no haberlo visto. El cogollo es insoportable, también, pero de momento he lidiar con esto de haberme comportado como un imbécil tantos años.
Y vosotros os preguntaréis que qué os importa todo esto, posiblemente, nada, pero necesitaba compartirlo.
Todos locos, es cierto y cada uno con su tema.
ResponderEliminarUna piedra menos, enhorabuena.
Un abrazo
Lo malo ha sido que levantada la piedra se han visto los bichos de debajo. Gracias.
Eliminar