En octubre se acaba el almanaque anterior y hoy comenzamos uno nuevo. Vamos a hacerlo con una serie de portadas de Vogue entre los años 10 y los 30 del pasado siglo.
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Octubre. Un mes apacible, una delicada y cómoda de paso hacia el invierno. Parece
que este año no va a ser así, incluso puede que sea tiempo de revolcones
históricos. Como historiador diría que
van a ser tiempos muy pero que muy interesantes, aunque no quisiera ser yo
quien las estudiara dentro de algunos años. El inolvidable y añorado Terry
Prachett dejó escrita una maldición de Mundodisco: “ojalá te toque vivir
tiempos interesantes”. Pues eso que tanto tiempo interesante y tanta “jornada
histórica” me tienen hasta … las narices por no decir algo malsonante pero
quizás más expresivo.
Que uno ya
tiene sus años y ¡Qué años! Del 75 al 86 fueron años tan “interesantes” como
para toda una vida, y uno espera que aquel guirigay algo, sino todo, hubiera
quedado mínimamente encarrilado y avanzando. Pues no. ¡Qué ganas de vivir
tiempos aburridos! O por lo menos, no tener que asistir a delirios universales
de no sé qué, delirios que hacen a quien no quiera perder la cordura tiene que
hacer como que el mundo, simplemente, no fuera con él. Ni siquiera como
espectador. Aquello tan manido de “paren el mundo que me apeo”, pues eso. El mundo no se ha parado pero no pocos nos hemos apeado ¿o nos han echado?
Y va de citas: “si no haces política, alguien la hará contra ti”, o sea, contra todos.Bueno, no, sólo contra quienes no pertenecemos a su clase, no uso “casta” por qué el término ha sido degradado por el uso y abuso de los recién llegados a ella.
Vamos, que a este octubre hay que defenderlo como mes apacible contra todos los ataques como dijo Benedetti : “Defender la alegría de Dios y de los hombres. También la alegría”. Nos va la cordura en ello.
Entretanto,
los incendios. Tenía que arder Troya pero… arde Galicia.
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