No, son los batracios verdes y por lo general asquerositos, ni son los que acaban en un plato de ancas de rana en un restaurante de tronío. No son las otras de las que ya nadie se acuerda, aquellas que en su charca maloliente trovaban croando nostálgicas baladas de amor mientras esperaba que una bellísima princesa (por obligación las Princesas han de ser bellísimas o no hay cuento) descubriera su verdadera naturaleza y le convirtiera en el Príncipe Azul que había sido hechizado. Tal que esta:
En primer lugar por que las charcas malolientes ya están ocupadas, en segundo lugar por que no conozco ni una sola mujer que sea capaz de besar a una rana por príncipe que diga ser, prefieren cazar a un futbolista o tener un hijo con él y vivir de las exclusivas. La especie se extingue además por superpoblación de machos y un fenómeno que quizás sea anuncio del Apocalipsis (que con Tramp y Putin no se puede descartar nada) y es que se ha invertido el proceso y en lugar que la rana se convierta en príncipe, son los "príncipes" quienes salen ranas.
Y no hay ONG que pueda hacer nada, triste hecho que se extingan las ranas-príncipe.
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