Portada de Leo Fontan para "La vie parisienne" 1921
Como parece que la mujer como género y como fuerza de trabajo (triple) sólo existe en Marzo, pues nada que si no digo algo en el blog pues lo mismo aparece alguna diputada con las tijeras de podar buscando ciertas cosas muy queridas para mí. Por supuesto esto va casi en broma, y digo casi por que aquello de "miembros y miembras" y mil disparates semejantes los llevo clavaitos en el alma. De disparate y de estupidez y de desperdicio y de desvergüenza y de delirio y de absoluta y total infamia es la discriminación laboral. El principio de " a mismo trabajo, mismo sueldo" debería ser la bandera primordial de los movimientos feministas. Sin esa igualdad no son posibles las demás en las que, por otra parte, se ha avanzado bastante más, queda demasiado por hacer en este tema, sí, pero la prioridad ha de ser la laboral para encontrarse en un plano de igualdad. Incluso para pagar un abogado divorcista llegado el caso. Eso objetivamente (no quiero dejar pasar la ocasión de meter la puyita diciendo que muchas de esas empresas que contratan discapacitados suelen hacer lo mismo y encima desgravan, era un apunte nada más) Subjetivamente, si se me permite tal cosa, me he criado entre mujeres y no sé en qué narices el macho basa su superioridad desde que traíamos el mamut a la caverna. Si tuviera vergüenza, que no es el caso, me avergonzaría de mi condición masculina. Salvo en la fuerza física y los asuntos hormonales gracias a los cuales estamos en el mundo como especie, en nada, absolutamente en nada, el humano nacido con algo colgante entre las piernas es superior al que no le cuelga nada. Me crié entre mujere, ya dije, en mi carrera eran un 90% mujeres, estuve muchos años dando clases a un grupo de mujeres del estado llano, no de alta cuna y colegio exclusivo y he visto mujeres brillantes, inteligentes, hábiles, rápidas de mente y siempre mucho más abiertas que los hombres, que bien por que al ser mujeres no se las dio la educación imprescindible, bien por que al casarse (¡que error, Señor, que error!) estaba casi reglamentado que dejaran el trabajo(eran los 60/70) pues suponía que el marido era incapaz de mantenerla (mantenerla, la palabra esta muy cerca de otra, "mantenida" que tiene un sentido bastante diferente) no han aportado a la sociedad todo lo que podían ni han desplegado sus alas para su propia satisfacción dejando un escozor que se llevan a la tumba. Toda opción es válida, desde la neurocirujana al ama de casa tan denigrada, pero sólo si es voluntaria y en pie de igualdad, algo imposible sin la igualdad salarial. Ah, y por favor, señores politicastros y plumíferos de dictado, recuerden que la mujer no sólo existe en marzo; y ya que estoy dando caña: señoras feministas radicales, no pierdan el norte pues el exceso lleva a que teniendo todas las razones del mundo las pierdan por cosas como portavozas y demás, no entro en temas más peliagudos.
Alguien dijo que la mujer ideal es un hombre. Por que si a una mujer le pides que interprete a una mujer te preguntará, muy sensata, a qué tipo de mujer, trabajadora del metal, monja de clausura o alta ejecutiva. Si a un varón se le dice que interprete a una mujer, interprete no parodie, a una mujer sin más si se lo toma en serio creará un personaje que reúna las cualidades y características que las diferencian del hombre dejando sólo lo femenino quintaesenciado. Antes de que nadie me eche los perros, la idea viene del Kabuki y sobre la figura del Onnagata.
Luego están las Dragg Queen que, podría decirse que hacen exactamente lo contrario: reunir en un solo personaje lo masculino y femenino sin destilarlo demasiado. Desde luego hay que verlo como algo lúdico y festivo (vamos yo no he visto a ninguna Dragg comprando en el super). Las galas de los carnavales de Canarias son una muestra clara de lo que digo, de que se han convertido en centro de atracción turística (pasta) y de que hay un punto reivindicativo que vendría a resumirse en "me acuesto con quien quiero y me visto como me sale de.."
Yo, sinceramente las disfruto mucho, en parte por los cuerpazos esculturales que se trabajan, en parte por el número acrobático que supone moverse con esos zancos-andamios, en parte por el ingenio en los montajes y el vestuario/desvestuario delirante, pero también por que pese a esa aparente frivolidad absoluta siempre hay un punto reivindicativo no ya de la mujer, la dragg, el gay, el trans, etc. sino del diferente (gordos incluidos).
Sin embargo, la sana provocación no tiene límites, o no debería tenerlos pero las agresiones homófobas aumentan, sin límites pero con lindes. Me explico y voy a poner un ejemplo claro, el caso del número de la Virgen del año pasado, bueno, está bien que se asuma como un elemento más de este juego (recordemos que sólo en España hemos puesto a los ángeles a machacar ajos en la obra de Murillo) y comprendo a quien se sintiera molesto. A mí no me agradó, sinceramente, pero no son más que tres minutos de un número de circo, ni va a cambiar las creencias de nadie y, sinceramente, creo que Allá arriba se deben reír a mandíbula batiente con las polémicas que creamos. Lo de este año ha sido diferente. En primer lugar por la coyuntura actual con respecto al tirano y el creciente auge de la extrema derecha (queridas dragg, tened preparada la vía de escape), y también por el tema de Cuelgamuros y hasta por el uso de la bandera. Eso se llama dar armas al enemigo. Personalmente cuando se abrió el panel y vi la cara del tirano se me revolvió el estómago y me sentí muy ofendido por que su imagen siga siendo permitida (no ocurre así en otras tierras de tiranos) y por que estoy harto de verle por todas partes. En serio, ahorradnos la vergüenza de verle aunque sea en parodia.
Bueno, las Drag Queens como dices, tienen su propio estilo. Entre performance art y vaudeville, diría. Y claro, la esencia de lo femenino. Lo de la igualdad laboral, pues parece que es algo mundial que no se pague igual por el mismo trabajo. Si, debería ser uno de los parámetros principales del movimiento feminista. Me ha encantado esta entrada.
ResponderEliminarXOXO
Me alegro de que alguien tenga la misma forma de pensar que yo (o yo que tú) por que normalmente me miran como a un perro verde.
ResponderEliminarGracias.