La corona

 

La Casa Real se vuelca con actos militares y deportivos mientras ignora el 8M, el Orgullo y los Goya

 Como monárquico de toda la vida, teniendo en cuenta que los poderes fácticos del país no toleran otra cosa como ha quedado probado, no me deja de escandalizar el constante ataque a la corona muy bien cuando está justificado y delirante cuando no hace más que agitar aguas que en nada benefician a nadie. Este titular un ejemplo, y me explico por si fuera necesario. Por un lado ¿como no se va a volcar con actos militares si ya han demostrado los espadones demasiadas veces su capacidad e impunidad a la hora de hacer saltar regímenes? Por el otro ¿acaso no representan con su veneración al deporte al país, embobado en cuanto ven un montón de músculos que ganan cualquier trofeo y, de paso, un montón de pasta gansa? Pues entonces ¿a que viene decir lo evidente?

¿Que ignora el día de la mujer, algo que parece ofender a la mitad del país y espolear a la otra mitad? ¿No es coherente con la deseada neutralidad de la institución?

Exactamente lo mismo se puede decir del Orgullo, que parece un rejón de castigo en los lomos más carcas, o de los Goya, premios necesariamente provocadores en una sociedad aletargada. Más debería escandalizarnos, si nos queda coraje para escandalizarnos de verdad sin que nos lo dicten los biempensantes, del hecho de que no se pronuncie sobre la sanidad pública. 

Ante todo esto el Sr. Feijoo, operado en sanidad privada, of course, ha exigido la dimisión de Pedro Sánchez.