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domingo, 18 de agosto de 2024

Otra vez la polio




 Epidemia, posiblemente del 60, Asilo de San Rafael, Madrid, creo.
Pulmón de acero que nos salvó a muchos.
Secuelas que no se van a arreglar ni se van a hacer películas con ellas. No damos bien en pantalla.
Setenta años median entre ambas imágenes, setenta años en el pulmón de acero. Murió hace poco. 

Si alguien me ha seguido desde el principio de este blog sabrá que nunca, que yo haya sido consciente, he hablado de Oriente Medio. No lo hago por que carezco de información fiable. Esa zona lleva en conflicto sangriento desde que el mundo es mundo. Siempre. Las religiones del Libro, las tres, no crearon la guerra allí, la continuaron, bien es cierto que tampoco ayudaron a solucionar nada. Además de no tener datos, no lo entiendo. Así que me callo. Sin embargo, hoy no puedo dejar pasar en silencio algo que va más allá de una guerra. Ha reaparecido la polio en Gaza, como consecuencia de las condiciones de vida, claro, pero no sólo, sino también del atroz hecho de que no se están vacunando a los niños. Eso es condenarlos a una vida de discriminación incluso no voluntaria, cuando no se puede correr para recoger el mendrugo que te tiran y no tienes a nadie ¿no es una forma de discriminación? Es condenarlos a una vida de dolores, variados, muy variados. Es condenarlos a deformaciones tan brutales como las que vemos en la tercera imagen e incluso peores, lo que es inevitable que genere más discriminación; ¿acaso pondríamos en una ventanilla de cara al público a alguien con ese aspecto?, ¿acaso unos padres no sentirían incluso asco al ver que un profesor de sus hijos tuviera ese aspecto? ¿acaso una empresa está dispuesta a eliminar barreras para que se puedan, nos podamos ganar la vida? Eso en el occidente civilizado y cuna de toda bondad. Cuanto más en zonas como la que nos ocupa que están al límite. Es condenarles a una cadena perpetua de trabajos forzados para logros minúsculos, a una cadena perpetua de soledad en la mayoría de los casos, de abandono social, sanitario, familiar. ¿Que grupo se puede considerar civilizado si consiente que esto esté pasando cuando ya hace casi setenta años que tenemos el arma para evitarlo en nuestras manos?
Sin embargo, esto será una nota al pie de los informativos, no damos bien en pantalla, no damos votos, apenas podemos consumir, no somos cómodos ni para encajarnos en una celebración familiar ¿dónde le colocamos? Somos, más que otras discapacidades, lo que la sociedad prefiere no ver y si, encima, son niños de otras tierras, moros, chinos o lo que sea ¿a quien le importa?

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