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jueves, 3 de junio de 2010

Misterios de armario

Arcanchon


Hace un tiempo comenté que había estado haciendo limpieza y reordenación de armarios y algo dije de como salen cosas -cartas, cromos, libros, incluso alguna joya del serrín, postales- inesperadas que nos traen al aquí y al ahora tiempos que quizás quisiéramos olvidar o que, quizás y eso es peor, quisiéramos volver a vivir. Traen recuerdos de gente que ya no está bien por que se los fueron llevando la vida y la muerte, bien por que se alejaron cometiendo el peor atentado contra alguien: el abandono. Incluso recuerdos de gente que ¡que lástima que no se fueron de una u otra manera a tiempo!, incluso recuerdos de deudas pendientes -el libro que n0 devolvimos, el poema que pedimos para fotocopiar y no lo hicimos, la corbata que necesitábamos en un momento dado y que olvidamos que no era nuestra-. Revolver en los armarios es una especie de viaje en el tiempo y no sólo al pasado sino a los futuros que fueron posibles pero como diría Chef Moustache: esa es otra historia.

Biarritz


Hoy quiero comentar algo que estoy seguro de no ser el único que lo ha vivido. Algo que, sin embargo, podría ser el principio de una novela o una película de cualquier género (romántica, policiaca, fantástica, ciencia ficción, incluso porno si se está en vena erótico festiva). Entre las cajas de cosas archivadas aparecieron las postales que ilustran este texto: Biarritz, Bruselas, Arcanchon. Son, como veis, en blanco y negro y algo más pequeñas que las normales. Casi de bolsillo. Tienen un aire de romantcismo trasnochado, empalagoso, de ciudad provinciana en la que nunca pasa nada donde las señoritas pasean al atardecer y toman el té con pastas en veladores de hierro forjado bajo pérgolas con glicinas colgantes. Donde los galanes y pisaverdes se pavonean ante ellas que, débiles, ceden a sus viriles impulsos para, al día siguiente volver a pasear al atardecer, tomar el té con pastas y aceptar los galanteos de otros o los mismos galanes y pisaverdes. En fin esa ciudad en la que nadie trabaja, nadie está enfermo y en la que todos quisiéramos vivir. Eso es lo que sugieren estas imágenes añejas.


Bruselas


Sin embargo, lo interesante no está en ellas sino en la gran pregunta que al abrir la caja de Romeo y Julieta que las guardaba se hace uno con ojos de imbécil: ¿que hace esto aquí?


Bruselas


Algunas vienen firmadas pero sin fechar, con textos como "Desde aquí nos acordamos mucho de vosotros" Pepito y Enriqueta. Nadie en la familia han conocido ni a Pepito ni a Enriqueta y tampoco se sabe a qué miembros de la familia se ha dirigido la pareja. Otras están en blanco. Teniendo en cuenta que el único coleccionista compulsivo de la familia soy yo en cinco generaciones y que, desde luego, yo ni he comprado ni he recibido esas postales el misterio se plantea: ¿Como han llegado a mi armario? ¿de donde salen? ¿quienes eran Pepito y Enriqueta? ¿quien, si no, compró esas postales en algún puesto callejero y por qué?


Royan



Ante ellas, por tanto, no puedo por menos que dejarme llevar por una vaga ensoñación de romanticismo en blanco y negro, nebuloso, casi un universo paralelo de preguntas y respuestas sobre la "vida" y viajes de estos pequeños trozos de cartulina. Es misterio que ¿quien no tiene en sus armarios? Pero que ¿cuantas veces nos paramos a mirar?

Burdeos

Entonces surge otra pregunta ¿que pasaba en el alma de quien se hizo con ellas? ¿qué vacío intentaba llenar? ¿quien era? Quizás le conocimos y le teníamos por un cacho carne con ojos o un borracho, quizás lo fue, quizás esas imágenes eran lo único limpio que logró salvar de una catástrofe personal de la que nadie supo jamás.
Sólo queda guardarlas con mimo, como has hecho hasta ahora, pues ya, inevitablemente, forman parte de tí, de tu vida, de tus preguntas y de tus armarios.

5 comentarios:

  1. Tal cual, guarda con mucho afecto y cierra las puertas. Yo no hago este tipo de limpieza pues una vez encontré algo del pasado que me dejó bastante perturbado.

    BESOTES!

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  2. jaja cari, pues si que es un misterio, pero las que están escritas tiene su sello y una dirección de remite? Igual deberías empezar por ahí.. Y si tienes una familia paralela a la tuya con parientes belgas? de algún sitio tienen que haber salido, no creo que nadie las comprara en el rastro, no?

    me hace gracia tu visión romántica de esos sitios de veraneo, que seguro que si vas hoy está lleno de turistas chillones en bermudas y sandalias con calcetines que no paran de tomar coca-cola, ajaj


    Bezos.

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  3. Es que es lo que tiene ser "imaginoso". Supongo que tú tendrás controlado todo lo que coleccionas, aunque a veces se puede uno despistar (comprar un lote de fotos o postales o libros o lo que sea en el Rastro, guardarlos para ordenar en otro momento, y quedarse en espera durante años. A mí me ha pasado muchas veces con los discos -varios miles- y con las películas y libros -algunos cientos-).

    Pero, procedan de donde procedan, lo que me interesa es el punto de vista que le das al asunto. Como coleccionista, no te interesa tanto saber la historia de los remitentes como quién era y qué pensaba el que las adquirió.

    Por lo demás, ya sabes lo que me gusta tu prosa fluida y clásica (en el mejor sentido posible. Galdosiano, ya sabes, jeje). Bravo por el uso de "pisaverde". Bravo por todo, vaya.

    Un besote.

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  4. Stan: es lo que tiene viajar a tu vida que te suele dejar muy machacado. Lamento que lo que hallaras te afectara tanto como para dejar de hacerlo. Sinceramente.
    Thiago: ni sello, ni dirección ni remite, eso es lo sugerente. Por otro lado yo no me imagino esos lugares así, es el autor, autores, de esas imágenes quienes querían ofrecer esa ilusión. Y lo cierto es que ¿a quien no le gustaría que todo eso existiera aunque sólo fuera por una temporada?
    Theodore: lo más curioso es que yo he sido y soy coleccionista compulsivo pero nunca de postales de lugares a donde sé que no voy a ir, desde luego a las ciudades que representan de aquellos años no se puede viajar. Coleccioné postales, sí, pero de muñecos, ya puse aquí algún ejemplo, y también de pintura y escultura pero no de este tipo. Sí, a mí también me ha psado con libros (varios miles) perder la noción de su existencia.
    Bueno, si querías halagarme lo has hecho a conciencia. Llamarme "galdosiano" es el mayor y mejor elogio que puede hacer nadie de cualquier texto mío. Sé que te excedes pero me alegro de que te haya gustado y te agradezco muchísimo tus palabras.
    Un abrazo a todos y gracias por leerme.

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  5. A mi siempre me ha encantado hurgar en el pasado, y adoro descubrir secretos, todo puede cambiar radicalmente, es fantástico !!

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