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miércoles, 15 de septiembre de 2010

Una reflexión o confesión


Habréis observado, fieles y sufridos lectores, que las últimas entradas han sido un tanto insípidas. Así como por cumplir. Con un no sé que qué sé yo. Sin un aquel o un aquel otro. Un escribir sin escribir en uno, Un escribir no escribiendo, Un no pensar muy pensado. Un pour parler, Un "je ne sais quoi" sin "joie de vivre". Un todo spleen extremedamende decadente. En cristiano: unas sinsubstancias estomagantes.

Y heme aquí que reflexionando -por que yo reflexiono mucho- sobre el insigne tema de si el universo se expande o no -cosa que me trae extremadamente sin cuidado- topeme con una pregunta sin la cual ese universo en expansión o no seguiría haciéndolo y el concierto de los planetas en la harmonía universal se vendría abajo. Tan trascendente pregunta no era ¿qué somos?, ¿de donde venimos?, ¿a donde vamos?, que eso se lo pregunta cualquiera con una mente vulgar como, verbigratia, los fílósofos. Es más bien esta otra: ¿Que coño me está pasando? o recurriendo a la lengua de parte de mis ancestros en la que el Santo Rey Alfonso escribiera las Cantigas de Santa María: ¿Qué carallo pásate, rapaz?

Preocupeme, inquieteme, informeme, movime, informeme de nuevo, entereme y alcancé el objetivo de conocer que sucedíame y aún sucédeme.

Vamos a ver: todos hemos oído hablar de la depresión postparto ¿verdad?

Incluso los atrevidos que han hecho tesis doctorales e imagino que trabajos del la misma importancia lo que en ambientes académicos se da en llamar "depresión post-tesis".

Bueno, pues existe la depresión post-infarto. Es una fase. Saberlo me permite reirme de ello y con eso ya se soluciona mucho, eso sí, no me permite concentrarme cuanto debería y ando desperdigado, disperso, diluido, disuelto y disoluto, en cristiano: como vaca sin cencerro. Así que tendréis que disculpar por una temporada cierto toque surreal en mis entradas. Algo así como si a Mortadelo le hubieran hecho académico de la lengua.

7 comentarios:

  1. No le andes dando vueltas, todos pasmos por temporadas y yo el que más, así que tu tranquilo, te recuperas, piensas en ti, haces aquello que te haga sentir bien, pasa de comerte el tarro y disfruta que la vida son cuatro días, ya que la caridad bien entendida comienza por uno mismo.

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  2. Disfrutaremos de ese mortadelismo pues.

    Me encanta la expresión, como vaca sin cencerro.

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  3. Eso, a disfrutarlo. Tú estás bien, que es lo que importa, y si este acontecimiento ha abierto una nueva vía surreal en tus escritos, pues a aprovecharla, qué carallo.

    Un abrazo.

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  4. Lo más importante de todo es que ESTÁS. Y bien. Por lo tanto escribí sobre lo que se te dé la real gana, pero sobre todo, disfrutá de la vida, querido amigo!

    Gracias por el hermoso comentario que me dejaste.

    BESOTES JOANQUINITO!

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  5. Yo si que estoy despistao. Mira que no enterarme de que habías parido. Ahora me explico lo del pour parler.

    Un abrazo

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  6. Cari, te entendemos... En el fondo me rompe el alma leerte, pero te entiendo. Casi me creo más eso que no esos que salen diciendo que desde entonces ven la vida de otro color, que cada dia dan gracia a dios por un nuevo amanecer y esas zarandajas.... Es lo lógico. Bien es verdad que tb. dicen que una vez que se pasa el infarto ya estás mas vigilado y que no corres riesgos, pero no me extraña que estes un poco acojonado... Es natural.

    Eso si, tus post nunca son insustanciales, cari. esos son otros y a esos no les da un infarto nunca, jajaaj.

    Bezos

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  7. Pe-jota: hombre eso de que la vida son cuatro días no anima mucho jejejejejejeje (entederás ques es broma) y el hecho de que sea una fase "natural" del proceso me hace vivirlo de otra manera e incluso reirme un poco de la fase, de su P... madre y de mí mismo. Por cierto una de las cosas que me hace sentir pero que muy bien es escribir aquí y leeros.
    Argax: creo que lo de "como vaca sin cencerro" es expresión manchega, por lo menos la usa Almodóvar en "La flor de mi secreto" y me encaja como anillo al dedo.
    Lo del mortadelismo habría que definirlo e intentar que lo recoja la RAE.
    Theo: eso trato de hacer aunque lo surreal nunca ha sido santo de mi devoción por eso no sé por donde voy a salir.
    Stan: sí, estoy, y eso es mucho sobre todo teniendo en cuenta que soy el segundo en sobrevivir a esto en una familia en que todos han muerto de ello. Por cierto y frivolizando: ¿sabes que me dió viendo a Marilyn en la playa en "Con faldas y a lo loco". Es que era mucha Marilyn.
    Nureyev y tú no os mereciáis menos.
    Uno: si, hijo, sí, uno que como el diablo que cuando no tiene que hacer con el rabo mata moscas.
    Thiago: bueno, que no se te rompa nada, es una fase de la que se sale que es lo que cuenta. Nunca he sido valiente ni he presumido de ello pero no estoy acojonado ahora (el resto de mi vida sí), no es eso. Además yo soy el eterno cabreado, cuando estoy depre me cabreo, pero esto es, era que ya empieza a ser pasado, otra cosa, una pena negra sin sentido. No es miedo.
    La verdad es que algo de lo que dice esa gente de que se aprecian más ciertas cosas de la vida es cierto, pero sin convertirnos en Mary Poppins. Sobre todo aprecias los bocatas de morcilla que no te comiste por no engordar y que ya no te puedes comer. Eso lo llevo fatal jejejeje.
    Gracias por leerme y por entenderme.

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