Madrid es: una mujer muerta en la calle.
Madrid es: un anciano muerto en su casa y descubierto seis meses después.
Madrid es: un gato esperando que un desconocido le lleve su comida.
Madrid es: un universo en un balcón.
Madrid es: una vidriera entrevista al paso.
Madrid es: que un pintor llamado Victoriano pasase a la historia llamándose Juan.
Madrid es: la lucha por la supervivencia de cada edificio, de cada rincón.
Madrid es: Joaquín Sabina, que no es madrileño, y Ana Belén que nació en la calle del Oso
Madrid es: que en un cruce las tres calles sean la misma.
Madrid es: el monumento al inventor de la taquigrafía.
Madrid es: que se pierdan las esculturas.
Madrid es: San Judas, Jesús El Pobre, La Paloma, La Almudena, La Virgen de Atocha, Medinaceli, San Isidro, San Andrés, el Niño del Remedio y La Macarena.
Madrid es: los Simpecado en El Retiro.
Madrid es: la fanfarria de destellos que deja el sol al despedirse en las ventanas de Palacio.
Madrid es: la noche llegando vestida de rosa y lila.
Madrid es: otro socavón.
Madrid es: la noche de reyes.
Madrid es: un oratorio en Fuencarral junto a una tienda de ropa para Dragg Queens.
Madrid es: caramelos de violeta.
Madrid es: que a una de las fueron principales entradas de Madrid se la llamara “Puerta Cerrada”.
Madrid es: una puta en la calle de la Cruz.
Madrid es: una cuesta.
Madrid es: unos gorriones robando las patatas fritas en las mesas del Retiro.
Madrid es: el paraíso del ladrón de guante blanco, de corbata y traje, de apellido ilustre. Del ladrón en suma.
Madrid es: el fascismo imparable.
Madrid es: una puta, una zanja, una puta, una obra, una puta, un andamio, una puta, una zanja.
Madrid es: sentirse despreciado y amordazado.
Madrid es: un montón de gente que no quiere estar aquí a la que nada le importa ni la ciudad ni sus desgracias.
Madrid es: un montón de gente que no se va, literalmente, ni muerta.
Madrid es: sobrevivir para ver el nuevo desastre promovido por el ayuntamiento.
Madrid es: un churro comido en Esparteros.
Madrid es: una mordaza vieja.
Madrid es: una mendiga institucional en Preciados.
Madrid es: una araña de cristal colgando de un edificio a medio derruir.
Madrid es: la Milagrosa en una garita.
Madrid es: “Asegurada de incendios”, “Gas en cada piso”, “Casa fundada”, “Carnecería”, “Fábrica de pan”, “Fábrica de patatas fritas”, “Degustación de café”
Madrid es: el olor a café en “La Mexicana”.
Madrid es: aroma de libros apolillados.
Madrid es: un botijo.
Madrid es: entresijos, gallinejas, fritangas de madrugada.
Madrid es: un “pa chasco”, un “no te digo lo que hay”, un “mosanda”, un “sodicen”.
Madrid es: Bravo Murillo lleno de gente a cualquier hora, cualquier día, cualquier estación.
Madrid es: Pepita Jiménez, Pedro Vargas, el Gaitero de Gijón.
Madrid es: que entre Ciudad Rodrigo y Pontejos quepa el universo (y sobre espacio)
Madrid es: Fortunata, Jacinta, la de Bringas, la Nardo, la Raimunda del palacio de Linares, La Mariblanca, María de las Mercedes.
Madrid es: que nadie sepa y a nadie le importe quien fue Don Pedro, el de la calle.
Desde luego la lista es interminable, porque cada pueblo, cada ciudad es la suma de pequeños universos.
ResponderEliminarTe he dedicado una entrada, Joaquin. Un abrazo.
ResponderEliminarMe encantan tus Letanías de Madrid. A ver si sacas al Brillante antes de que desaparezca.
ResponderEliminarUn abrazo
Javier: no cabe duda pero esta es la que conozco y amo. Por otro lado es un perpétuo absurdo, un delicioso absurdo.
ResponderEliminarDavid: muchísimas gracias, una imagen verdaderamente deliciosa.
Uno: gracias, en realidad esta ciudad hoy es como el Titanic sin chica guapa, a punto de desaparecer totalmente.
Un abrazo y gracias