Poco más hay que añadir a lo dicho sobre el calendario de Gaspar Camps, quizás destacar el escaso protagonismo que se da a las fiestas navideñas que aun no habían alcanzado la importancia económico-festiva a la que han llegado en estos últimos setenta y ochenta años.
Un pelo excesivamente florido, jejejeje
ResponderEliminarEn general: excesiva
EliminarUn abrazo
Por lo menos podría estar escribiendo un "crisma".
ResponderEliminarUn abrazo
Más bien parece la declaración de la renta y por la cara no parece que le salga a devolver.
EliminarUn abrazo