Sí, los odio con toda mi alma. Hablo de los "hombes/mujeres esquela. Esos que antes de saludarte te sueltan aquello tan animoso de "¿Sabes quien se ha muerto?" que dan ganas de contestar "Ahora mismo las ganas de hablar con usted" Y los hay auténticos especialistas, ya lo creo. Conocidos tengo que serían capaces de cruzar una autopista si te ven al otro lado para soltar su "¿Sabes quien se ha muerto?". Una de mis antiguas alumnas contestaba indefectiblemente "No, ni me importa", y es que los hombres/mujeres esquela no tienen criterio claro de si la otra persona (víctima en este caso) conoció o no al difunto. Lo que realmente les importa es soltar "¿Sabes quien se ha muerto?" disparado como un rifle de repetición. Como se den cuenta de que no conocías al difunto/a o no tenías una relación que fuera más allá del "buenos días", se empeñan en contarte su vida y milagros hasta que les localices, o finjas hacerlo.
Sinceramente creo que disfrutan con doblemeente, primero por que el cotilleo siempre es un placer, hsta ahí de acuerdo, y segundo con el regodeo morboso de revolcarse en lo luctuoso y de ser el primero en intentar que tú hagas lo propio. Lo que menos les importa es el difunto/a. Quizás como decía el personaje de Lorca sean los golpetaztos en el pecho por no ser ellos quienes están bajo tierra, (Doña Rosita la soltera, tercer acto). Por otro lado haylos tan insensibles o, mejor dicho, con vidas tan aisladas de los demás, del mundo en general por propia voluntad o no, que un disgusto de vez en cuando viene a ser como cuando uno se va de copas para romper la monotonía. Naturalmente hay un componente masoquista/envolvente pues no solo quieren sentir algo, el disgusto, sino que quieres que tú lo sientas.
Esto viene a que el otro día mi padre subió diciendo "Se ha muerto Perenganito", por norma yo estas cosas no me las creo que ya me ha ocurrido encontrarme días más tarde con el difunto de paseo. Le pregunté ¿Quien te lo ha dicho Funlanita (de fiar) o Mengano (hombre esquela/escalafón por excelencia?" Efectivamente había sido este. No podía fallar, Otro día quizás pueda hablar más a fondo de, como yo le llamo para mis adentros, el Hombre que embiste, hoy es otro el tema y lo voy a cerrar con una anécdota que ejemplifica lo que vengo desarrollando. Los años ochenta fueron para la historia los de la movida y demás, para mí fue un tiro al blanco en el que a quien la Parca disparaba era a mi familia. Bien, en el 84 supimos que una tía mía estaba ingresada con mala pinta, al ir a verla conocimos a su compañera de habitación que estaba que se subía por las pareces por no sé que asunto del cantante Francisco. Como no hablaba de otra cosa ni siquiera supinso su nombre, a los pocos días le dieron el alta. Mi tìa aguantó hasta agosto del 85.
Julio de 1986, apenas dos semanas después de la muerte de mi madre, suena el teléfono ¡a las ocho menos cuarto! (buena hora para ir a trabajar pero no es el caso) y al otro lado de hilo oigo a mi otra tìa hipando y sollozando a berrido limpio y entre uno y otro soltó "¿Sabes quien se ha mierto?" teniendo en cuenta que en los últimos tresciendos días la Parca había dado de lleno tres veces en la familia ya os imaginais lo que se le pasó uno por la cabeza. Sudot frío, temblor de manos, empezar a vestirte para ir al velatorio incluso antes de preguntar, trémulo y con un hilo de voz:m ¿Quien?
-Perenganita.
¿Me mande lo qué? ¿Y quien es esa buena moza para que casi me hayas provocado un soponcio, un esparavás y un tarantán a las ocho menos cuarto de la mañana. ¿Sabéis quien era? la compañera de habitación de mi tía, la que tan sin vivir vivía por las lides de Francisco de quien nadie había vuelto a saber nada. Pero lo supo mi tía y no pudo evitar revolcarse en el masoquismo de quien pasa demasiado tiempo solo ni querer envolvernos y arrastrarnos a nosotros.
Los odio.
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