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jueves, 20 de diciembre de 2018

CONTRA LA NAVIDAD


Quienes me hayan hecho el honor de seguirme durante estos años se sorprenderán de que encabece esta entrada con semejante cabecera pues siempre me he considerado el Espíritu de la Navidad Presente de incognito. Lo cierto es que en eso no he cambiado, lo único que ha cambiado es que se me ha ocurrido prestar atención al entorno (¡que error, que gran error!) y resulta que la Navidad es una de las épocas más odiadas del año. A nadie le gusta y la reciben con cara y ladridos de perro peligroso. A unos por que se lo pasaron tan bien de niños y jóvenes y resulta que ya no lo son y por tanto quienes se lo hacían pasar bien, padres y abuelos, ya no están pues han decidido amargar la vida navideña a todo el que pueden, ¿recursos? llantos, nostalgias, menciones intempestivas. Otros simplemente es que se ven obligado a tratar con personajes de la familia que no les caen bien o directamente odian a muerte (Nochebuena es la noche en que más veces interviene la policía por reyertas familiares, ah, y la que tiene más infartos) y como ellos están fastidiados, por ser finos y no decir jodidos, han decidido que los demás también por sus... ¿Recursos? puyazos, cosas que se podrían definir como "yo la tengo más grande" (ya que me he puesto basto) y eso va del coche, a las notas de los niños, esperando que citando templando y mandando el odiado entre por uvas y se le tire al cuello, claro que el otro está en el mismo juego. Dos gallos que se creen de pelea y, normalmente, son pajarracos desplumados que son inofensivos hasta que entra en juego el Gran Enemigo: el alcohol. Ahí, como si se menciona al eterno rival futbolístico, ya no se puede responder de los pajarracos no tiren de cuchillo jamonero.
Otros se quejan de que son fechas en que hay que consumir por obligación y estar contento por obligación. Suelen decirlo mientras compran XXXX el turrón más caro del mundo y langostinos (que no se come el resto del año y que incluso puede que no les gusten) lo de estar contento se contesta solo con la cara de perro que mantienen todo el tiempo. En cuanto a lo del consumismo, nadie me ha presentado nunca al sicario que le tiene la pistola en la nuca para que compre como un loco.
Rama especial de "el consumismo por que sí" son los regalos. Por ahí si que no paso. Vamos a ver, si regalar no es para ti un placer (aunque sea el mínimo de recibir una sonrisa, o en el caso de yernos y demás, saber que otra persona lo aprecia), hay dos posibilidades: o eres un hipócrita de alto nivel o un perfecto imbécil. El regalo, y más en Navidad, no implica consumismo (no tienes que regalar visones, a menos que te la quieras llevar a la cama, pongo por caso bastante tópico) implica pensar en la persona a quien se lo vas a entregar. Uno de los regalos que mejor he recibido fue una figurita de plástico de la gorila madre del Tarzan de Disney de tres euros, y uno de los que peor un jersey que no debió ser barato de color azul marino, cuando nadie me ha visto nunca vestir ese color y no me canso de decir lo que odio a un negro que no se decide a serlo, o un paraguas de calidad y precio con el único defecto de que llevaba por entonces muletas ¿con c... esperaban que lo cogiera? Vamos,  que, sobre que tampoco tienes un sicario apuntándote, si no estás dispuesto a poner nada de ti al elegir el regalo, tampoco tienes por que hacerlo.
Argumento: todo está carísimo. Depende, oiga, depende. Yo ceno pollo asado toda mi vida en Nochebuena y Nochevieja, con sus patatitas, tomatitos, cebollitas y demás. No mariscos, ni cordero, ni lenguas de colibrí caramelizadas. Si partes de este principio te puedes permitir un caprichito del tipo salmón ahumado, unas virutas de jamón, a partir de ahí ya es, eso, consumismo y presunción.
Argumento: los niños en casa ¿con quien los dejo? No los aguanto. Y los profesores tocándose el .... Respuesta: creo que todos sabemos como no tener niños (anticonceptivos aparte está el clásico dos piedras) y si no los aguantas me temo que el problema no es de los niños ni del profesorado sino tuyo. En cualquier caso no es asunto navideño.
Argumento: que no se puede mover uno por las calles. No salgas, para empezar, o busca horas adecuadas, o compra por internet. Hace unos días con este argumento y sin que yo hubiera aportado las soluciones que acabo de mencionar, casi me matan y a unos niveles que si mantengo la amistad con esa persona es por una decisión voluntaria pues por menos se han roto amistades y hasta vínculos familiares.
Argumento triste: es que nadie ve el aspecto religioso por que ¿Quién va a misa del gallo? suelen decirlo gentes que tienen más de cipreses que de humanos y que esa noche a las nueve están en la cama. ¡Durmiendo! por que si fuera otra cosa seguro que allá arriba se sonreirían diciendo algo asi como "Estos humanos están majaretas" (hablo con el mayor respeto y cariño de los de allá arriba, sólo que no les veo echando pestes por pequeñeces) Vamos, que los primeros que no van a la misa del Gallo son ellos.
Abreviando que es gerundio y empiezo a amostazarme: si a nadie le gusta la Navidad ¿por que cojones, con perdón, la celebran? y sobre todo ¿por que no dejan de dar el coñazo, con perdón, a quienes sí la disfrutamos?
Pues eso que si no gustan las fiestas navideñas pues no lo celebren, pónganse un resumen anual de Sálvame, o de las jugadas más interesante o cenen una tortillita y acuéstense a las ocho. Hagan lo que quieran pero no las celebren y déjennos en paz.
(Y conste que no he mencionado el complejo de cenicienta)

4 comentarios:

  1. LOL
    Me he reido. Y es que es verdad, la gente parece empeñada en hacernos sentir lo que ellos sienten en cualquiera de estas festividades. Pues que les gusta hacer mil regalos y las lenguas de colibrí? Pues a hacerlo. Que se amargan tan pronto como oyen el primer villancico? Pues que disfruten su amargura. Están en todo su derecho.
    xoxo

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  2. Si no se le echa un poco de humor...
    Lo cierto es que a mí me tienen harto. Ah, y si no hay por lo menos cierto grado de realidad complicidad no nos podemos reír a gusto.

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  3. Lo siento, soy uno de esos que están contra la Navidad, al menos como está montada actualmente, sólo, que el argumento de que si no gusta algo aíslate sería renunciar a cambiar aquello que no se considera socialmente positivo.
    Estos dias estoy escuchando argumentos similares: a los españoles nos gusta la caza, los agricultores, las corridas de toros, y a quien no le guste, o que no vaya o que se aguante (por no decir que se joda)
    Reivindico mi derecho a que la Navidad no se me imponga en los centros comerciales via villancicos torturantes, etcl y es que no todo vale con tal de potenciar la economia (vaya, me parece a mi que no)
    Y a quienes os guste, vale, disfrutadla, yo por mi parte, y supongo que bastantes mas, como si no fuera demasiado conmigo (turrones aparte)
    Pues eso, que quien pueda se lo pase bien
    Adeu

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  4. Acabo de leer tu comentario, no muy a tiempo. Básicamente estoy contigo, salvo en pequeños matices. Ejemplo: odio el fútbol con toda el alma de los estadios al mas don nadie que tenga que ver con ello. Si tu, con razón, sientes que se te impone la Navidad y su peor lado durante unas semanas, imagina el agobio que tengo yo cuando durante 24 h al día me veo asaltado por el "fenómeno futbolero". Con esto quiero decir que nos tenemos que acomodar del mejor grado posible.
    Por otro lado, al igual que tú reivindicas a que no se te imponga la Navidad creo que quienes sí nos esforzamos en vivirla en todas sus facetas se nos debería respetar más. Y no hablo de comercio etc. que te digo que estoy de acuerdo, pero la Navidad es más. Sin embargo, si perteneces al grupo (cada vez más escaso) de quienes queremos vivir la Navidad en todos sus aspectos, de la zambomba al Nacimiento, de la lotería a la Misa del Gallo (creencias aparte) te miran como si fueras un bicho raro, hasta el punto de sentirte ridículo por enviar unas felicitaciones o esforzarte en hacer una cena distinta, poner un Nacimiento o lucecitas en un árbol. Sinceramente, cada año me hacen sentir más ridículo.
    Digamos que estoy diciendo lo mismo que tú desde el otro lado y, lo habrás notado, no he mencionado el lado comercial pues tu planteamiento no es rebatible y además lo comparto.
    Por cierto, me ha encantado lo de turrones aparte.

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