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sábado, 1 de diciembre de 2018

La última rosa

Los dos bloques contiguos a mi casa tienen delante de ellos unos pequeños jardines que, para que no les molesten los niños y no se reúnan las vecinas a cotorrear no vaya a ser que tanta relación humana tenga nefastas consecuencias, han amurallado y sembrado de césped, aquí y allá contra la voluntad de algunos vecinos, hay plantado un rosal. Salpicados en el césped no forman una amalgama de colores al florecer y es casi mejor al dar espacio a la rosa. Rojo sangre, rosas reales, blancas que al marchitarse se vuelven marfil, amarillas que siempre parecen las más robustas, rojo-violeta con las flores tan grandes que sus tallos no sostienen y se comban hasta rozar el suelo mientras, pizpiretos, los capullos todavía coronan la planta, y aquel rosal del fondo con un tono salmón anaranjado que parece disparar sus flores en todas direcciones, como luces de fuegos artificiales.
Hoy, imbuido ya de mi tradicional espíritu navideño, al doblar la esquina la he visto. Ahí estaba; una preciosa rosa de color rosa degradando a blanco. Estamos en diciembre y es la única que queda en los jardines pero ahí está. Le ha llovido encima,  el viento norte la ha sacudido e incluso le ha caído una finísima capa de escarcha. Ya ha empezado a marchitarse. Está en ese instante en que aun se conserva algo de su belleza y se presiente su final. Y uno se deja llevar por una dulce melancolía, tan leve como el tacto de uno de sus pétalos al caer y después por la alegría ante la fortaleza de esa flor. Sonreí y me fui a seguir "navideñeando" que es lo mío pero ya volviendo la recordado.
La rosa es, según los estudios hechos por los sabios, uno de los pocos seres vivos que ha sobrevivido a todo, dinosaurios, erupciones, sequías, diluvios pero ella ha seguido floreciendo pasándose por el cáliz todo eso. Va a tener razón la Rosa del Principito, esta segura por que tiene espinas. Cuando llegara a su pequeño planeta a limpiar el volcán  y ver puestas de sol habrá encontrado sin duda a la Rosa.
He de decir que creo que la rosa es para mí la mas perfecta de las flores y que ante un ramo de rosas podría estar horas perdiéndome en sus curvas y contracurvas, en esos pétalos que parecen tan simples, tan fáciles de dibujar que hasta lo intentas para comprobar que no, que nada en la belleza puede ser fácil y ella es una de las cuatro grandes bellezas que hay en este mundo para permitirnos encontrarle sentido.
La rosa: perfecta y sin comentarios por eso, por que es perfecta.
La suprema elegancia y sinuosidad de los felinos, léase gatos.
La prodigiosa visión subacuática de una varón desnudo. Ojo, a la mujer no la hace falta sumergirse para ser bella, por eso se la compara con ellas: "Es tu mejilla temprana rosa de escarcha cubierta en el carmín de las hojas se ve a través de las perlas" o algo muy parecido. Ver nadar, sumergirse, volver a salir, propulsarse en el agua a la potencia de un varón desnudo es de una perturbadora belleza sólo superada por
Un bebé en el agua, cuando aun no tienen miedo. Y uno, que es muy suyo y preguntón se plantea ¿como los científicos que son tan sabios han tardado tanto en ver el origen marino del humano.
Cuando el primer prehumano salió del agua la rosa ya estaba allí. 

2 comentarios:

  1. Compartimos dos debilidades (apreciaciones?): las rosas y los varones desnudos (dentro y fuera del agua).

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  2. Reconozcamos que la belleza libre en el agua se potencia bastante, por lo demás, de acuerdo jejeje

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