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lunes, 21 de agosto de 2023

El TOC del Ayuntamiento de Madrid


 Hace unos años, no tantos, durante las penúltimas obras en Sol auguré que polemizar sobre el resultado era absurdo pues pa lo que iba a durar. Como siempre "piensa mal y acertarás, piensa peor y acertarás más y piensa como un puto diablo del ayuntamiento de Madrid y darás de lleno en el blanco". Efectivamente ya hace casi un año que estamos otra vez de obras. Al pobre Carolo me lo tienen mareao que si mirando pa riba, que si pa bajo, que si a un lao que si a otro; a la Osa no me la dejan en paz pa moverla tres metros (alguien se debió llevar un pastón para hacer tal gilipollez).Eliminan los reductos de humanidad como kyoscos (ya sé que no se escribe así, pero debería), estancos, administraciones de lotería y lo juntan todo en una estructura metálica que parece un teletransportador enviado desde la nave nodriza (supongo que sita en Génova donde algún arquitecto emulador del sombrero loco ha trincado una pequeña fortuna por un diseño demencial y ajeno a lo humano, como la propia sede de Génova) y cuando los científicos afirman tajante y literalmente que "Es un crimen hacer plazas que no sean un refugio climático", la Puerta del Sol puede llamarse así con más razón que nunca por que no hay una puta sombra, ni vegetal y artificial. Es como si la plaza hablara diciendo "salid de aquí, que aquí se viene a comprar, huid y comprad por Montera, Carmen, Preciados, Arenal, Mayor, Carretas, que para eso nos hemos cargado el comercio tradicional y hay decenas de mercahifles de cadenas barateras con souvenirs, joyas de pacotilla, y demás tonterías, todas concentradas, huid y comprad las flamenquitas hechas al estilo parque Guell, camisetas de tallas infantiles,  turrones, lo que sea que vendan esas cadenas pero huid de mí o pereceréis bajo los cuarenta grados o bajo las tormentas, huid de la ratonera ovalada en que me están convirtiendo". Iker Jiménez podría sensatamente, por una vez, decir que es una pista de aterrizaje para una nave alienígena, y no sería yo quien le quitara la razón pues visto lo visto en próceres y electores madrileños más parecemos marcianos que, como los ya mencionados de Génova, no vivimos en el mundo real sino en una realidad paralela en la que Isabel III y Almeida el Corto de Talla (¡con lo bien que me caía a mí este hombre! aunque no le votaría ni muerto, bueno si una vez muerto falsifican el censo, como ya ha ocurrido, no puedo decir ni eso con certeza) han creado un paraíso terrenal a base de añadir a la prostitución callejera la de la ciudad vendida a multinacionales o no tanto pero que la infectan con locales repetidos mil veces en pocos metros. En tal paraíso no importa el cambio climático, ni que la gente esté desatendida, ni que el cruce con Esparteros sea imposible por la concentración de manteros que ni se inmutan al ver pasar a la pasma. Isabel III prepara su asalto a la Moncloa y Almeida el Corto y Majo (parecía) espera a ver que le cae de ese asalto mientras pasean por su mundo de puñaladas traperas y sonrientes, y flores, arco iris (cuando es rentable, si no, homofobos total) y unicornios llenos de colorines. ¿Los ciudadanos? de campo y playa, en habiendo furbol, telecincos lo mismo les da que les da lo mismo lo que ocurra en su ciudad. 

Pero razonando una vez apartada la prostituida política y el rastrero comercio, he llegado a la conclusión de que el Ayuntamiento, esta vez sin apellidos, de Madrid padece una enfermedad seria: tiene TOC (trastorno obsesivo compulsivo) enfermedad que se manifiesta en los humanos con cosas como apagar y encender las luces determinado número de veces, que las cosas estén ángulo recto y "manias" semejantes. Pues el TOC del Ayuntamiento es: hacer obras en la Puerta del Sol. Así que tranquilos todos, dentro de pocos años, volveremos a verla levantada, volverán a mover las estatuas y a eternizarse en esas obras. Pero lo que de humano tenía, eso, no volverá.

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